Organizaciones de la sociedad civil de Swazilandia advierten que si el gobierno continúa negándose a implementar la educación primaria gratuita universal este año, saldrán a las calles nuevamente el 19 y 20 de mayo.
La Constitución de Swazilandia, aprobada en 2005, ordenó la gratuidad de la enseñanza básica para tres años después de su adopción. Pero cuando ya pasaron cuatro, el gobierno dice carecer de recursos financieros suficientes para implementar la iniciativa.
La omisión golpea directamente a las familias más pobres.
"No incluí en mi presupuesto las cuotas de la escuela para dos de mis niños porque anticipé que el gobierno brindaría educación primaria gratuita a partir de este año, de acuerdo con la Constitución", se lamentó Thabile Ngwenya, maestra rural, viuda y madre de seis hijos.
"Ahora me he excedido en el presupuesto porque el gobierno se niega a pagar", agregó.
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En enero, una semana antes del inicio del primer periodo escolar del año, el Departamento de Educación anunció que no implementaría este año la gratuidad universal. Tampoco dijo cuándo lo haría.
Movilizados por organizaciones de la sociedad civil, religiosas, sindicales, estudiantiles, femeninas, empresariales y de maestros, padres y madres, miles de personas salieron el día 16 a las calles de la central ciudad de Manzini para protestar contra la negativa del gobierno a cumplir la Constitución.
"Esta manifestación está cerca de mi corazón porque la causa por la que estamos luchando me afecta directamente", dijo entonces Ngwenya.
Los manifestantes también reclamaron al Departamento de Educación la refinanciación de las cuotas escolares que padres y madres debieron que pagar por el primer periodo de este año, desde enero hasta mayo.
Esto ocurrió tras un veredicto judicial emitido en marzo, según el cual el gobierno está obligado por la Constitución a brindar educación primaria gratuita a cada niño a partir de este año.
OBLIGACIÓN CONSTITUCIONAL
La continua falta de consideración del gobierno por ese precepto constitucional llevó a padres y madres a dar rienda suelta a su enojo en las escuelas locales y ante las autoridades escolares.
"No podremos reabrir las escuelas para el segundo periodo, el 19 de mayo, porque las familias ya reclaman la devolución de los depósitos que pagaron al comienzo del año", explicó el secretario general de la Asociación Nacional de Maestros, Muzi Mhlanga.
Agregó que varios padres y madres ya amenazaron al personal de las escuelas con acciones violentas.
"No reabriremos las escuelas a menos que el gobierno pague o nos brinde seguridad. Luego del veredicto judicial, los padres y las madres no aceptarán que los niños sean enviados a casa para recolectar las cuotas escolares", dijo Mhlanga.
Para impedir que aumente la ira, el gobierno emitió una declaración en vísperas de la protesta, prometiendo garantizar la gratuidad de la enseñanza desde el año próximo, aunque no para todos los alumnos.
Según la secretaria de prensa del gobierno, Macanjana Motsa, contrariamente a lo que establece la sentencia judicial, sólo los estudiantes de primer y segundo grado quedarán exentos del pago de cuotas el año próximo.
"La educación primaria gratuita se implementará de modo incremental, cubriendo un grado por año hasta que, para 2015, estén todos los grados incluidos", dijo Motsa.
También les suplicó a los mayores responsables el pago de las tarifas de este año sin esperar que les devuelvan el dinero.
Motsa alegó que el gobierno gasta más de 58 millones de dólares anuales en salarios de maestros y que desde 2002 ha avanzado de modo constante hacia la educación primaria gratuita, comenzando con la entrega de libros de texto sin cargo e incluyendo luego libros de ejercicios y artículos de papelería.
"El costo total de estos materiales de enseñanza es de 5,9 millones de dólares", dijo. El gobierno, en colaboración con las comunidades, ha brindado a los maestros viviendas, aulas con muebles y laboratorios, agregó.
SIN DEVOLUCIONES
Motsa señaló que el Departamento de Educación afronta varios desafíos. Por ejemplo, alojar a todos los escolares en los primeros dos grados, entre ellos los 38.000 niños y niñas que hasta ahora no pudieron asistir a la escuela primaria porque sus padres no pueden pagar las cuotas.
Eso significa que el gobierno debe emplear a 200 nuevos maestros, y construir 160 aulas y 200 casas para los educadores.
"El costo de implementación (de la educación primaria gratuita) será sustancial para enero de 2010: 17,5 millones de dólares, aumentando 8,8 millones cada año posterior", dijo Motsa.
Sin embargo, la Federación de Sindicatos de Swazilandia cree que ésta es una mala excusa. La educación primaria gratuita puede lograrse si se la vuelve una prioridad presupuestaria, sostuvo el secretario general de la entidad, Jan Sithole.
Los maestros apoyan la declaración del sindicato. Insisten en que podrán sumar alumnos sin comprometer la calidad de la educación pública.
Y si fracasan las nuevas protestas, iniciarán una nueva acción judicial contra el gobierno, dijo a IPS Khangezile Dlamini, secretario general del Consejo de Iglesias de Swazilandia.