El impacto de la recesión mundial amenaza a Cuba con nuevos quebrantos económicos al golpear sus principales recursos de exportación y reducir sus posibilidades financieras externas, aunque las autoridades parecen confiar en que se mantenga la situación en límites sostenibles.
Expertos consultados por IPS consideraron previsible que a partir de este mes o el próximo empiecen a disminuir los flujos turísticos hacia esta isla, que tiene en la industria del ocio una importante fuente de divisas al totalizar el año pasado más de 2.500 millones de dólares, y también podría desacelerarse el ingreso de remesas de dinero desde el exterior.
Los especialistas recordaron que, además, la crisis internacional ha encarecido o limitado el otorgamiento de créditos por parte de las instituciones bancarias internacionales, un impacto del cual Cuba tampoco puede sustraerse y que ya estaría causando merma en las importaciones de materias primas para su industria.
El desplome de los precios del níquel, principal producto de exportación de Cuba, significó recibir el pasado año unos 250 millones de dólares por debajo de lo previsto. También la venta de los exclusivos cigarros puros cubanos fue menor en tres por ciento debido a la recesión, el descenso del turismo y la intensificación de la campaña contra el tabaquismo.
Aún dentro de la discreción oficial sobre el tema, se sabe que el gobierno de Raúl Castro comenzó a tomar medidas para mitigar el impacto, las cuales incluyen la reducción de seis por ciento de los gastos y subsidios, que estaban aprobados para el presente año, a la mayoría de las instituciones cubanas.
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Quiéranlo o no, la rebaja disminuirá los recursos disponibles para programas sociales y de desarrollo, Sin embargo, algunos estudiosos del tema estiman que las características de la economía cubana, centralizada y de propiedad estatal, permiten al gobierno "maniobrar y utilizar con inteligencia los recursos que en otros lugares están dispersos".
"El hecho de que Cuba tenga una estructura económica diferente, le da la posibilidad de emplear con más precisión los recursos que son limitados. Esto es muy importante en una coyuntura que nadie sabe hacia dónde va", comentó Ariel Terrero, principal comentarista de temas económicos de la televisión estatal, en entrevista al sitio web "Kaos en la Red".
Por ahora, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) excluye a Cuba de los países de la región que este año tendrán retroceso en su crecimiento por efecto de la crisis. Según su secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena, los más afectados serían México, cuyo producto retrocederá dos por ciento, Brasil con uno por ciento de merma, Costa Rica con 0,5 por ciento negativo y Paraguay con menos 0,5 por ciento.
Durante una reciente reunión internacional en Bogotá, Bárcena añadió que Panamá, Perú, Cuba y Bolivia mantendrían un crecimiento igual o superior a tres por ciento, en tanto Ecuador y Chile anotarían un nulo aumento en su producto interno bruto en 2009.
La funcionaria de Cepal sostuvo que la crisis puede convertirse en una oportunidad para pensar, entre otras cosas, en un nuevo rol para el Estado, con su participación activa en la protección de los sectores más vulnerables de la sociedad yen la promoción de un tejido productivo que incorpore más conocimiento.
Las autoridades cubanas renovaron en las últimas semanas sus llamados de alerta sobre la crítica situación de la economía internacional e instaron a prepararse para afrontar sus consecuencias. Pero han aclarado que el impacto no sería tanto como el sufrido en los años 90, debido al desplome de sus principales apoyos externos, la Unión Soviética y su bloque socialista europeo.
Al respecto, el primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, insistió ante militantes del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) en la oriental provincia de Granma que para sortear la crisis es necesario aumentar la producción agropecuaria, a fin de sustituir importaciones y elevar las exportaciones.
Uno de los talones de Aquiles de la economía de la isla está en el excesivo gasto en la compra externa de alimentos, concepto por el cual el país desembolsó el pasado año unos 2.500 millones de dólares, 907 millones más que en 2007, un aumento causado fundamentalmente por el alza de los precios en el mercado mundial de esos productos.
A fines de diciembre, el presidente Castro pintó para este año un panorama de incertidumbre por la crisis financiera nacida en Estados Unidos y de austeridad debido a las tensiones generadas por el paso de tres huracanes en 2008, que costaron al país casi 10.000 millones de dólares, según el estimado oficial.
Ante ese contexto internacional, investigadores prevén que a corto plazo será más bien moderado el impacto que tendrá en la economía el alivio en las restricciones a las remesas y los viajes a Cuba de ciudadanos de origen cubano residentes en Estados Unidos.
Disposiciones aprobadas en marzo en el Congreso estadounidense amplían de tres a una al año la frecuencia en que esos emigrantes podrían visitar su país de origen, a la vez que autorizan un gasto máximo diario de 179 dólares en vez de sólo 50 autorizados bajo la pasada administración de George W. Bush.
El efecto sería mayor si se levantan la restricciones de viaje a los ciudadanos estadounidenses, posibilidad que funcionarios del sector turístico prefieren no comentar, al menos públicamente. Con una capacidad hotelera de más de 46.000 habitaciones, Cuba recibió en 2008 un total de 2.350.000 turistas.