Mientras aún humean los escombros dejados por la ofensiva contra Gaza, organizaciones de la sociedad civil internacional se aprestan a considerar este mes en Ginebra los crímenes de guerra y actos de racismo de los que acusan a Israel.
Todas las actividades programadas para discutir el supuesto carácter racista de las acciones de Israel hacia la población palestina fueron eliminadas de la agenda oficial de la Conferencia de Examen de Durban, que se realizará del día 20 al 24 en Ginebra.
Ante esta situación y la falta de respuestas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), organizaciones no gubernamentales preparan lo que han denominado Conferencia de Examen de Israel, que también se realizará en Ginebra pero los días 18 y 19.
En la reunión oficial, representantes de gobiernos, de agencias internacionales y de la sociedad civil evaluarán los avances hacia las metas establecidas en la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia realizada en 2001 en la ciudad sudafricana de Durban.
Activistas creen que Estados Unidos, países de la Unión Europea e Israel presionaron a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos con la intención de que eliminara de la agenda oficial las deliberaciones sobre Israel y Palestina.
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Delegaciones de cientos de organizaciones no gubernamentales y de derechos humanos asistirán a la reunión de Ginebra.
Al cabo de la conferencia de 2001, el foro de organizaciones no gubernamentales reunido también en Durban recomendó implementar una campaña internacional de aislamiento hacia el "apartheid y otros crímenes racistas contra la humanidad" que atribuyen a Israel.
La Declaración y el Programa de Acción de Durban, adoptados por consenso en la conferencia de 2001 y cuya implementación se evaluará en Ginebra, es, según su caracterización oficial, "un documento exhaustivo y orientado a la acción que propone medidas concretas de combate al racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia relacionada. Es integral en su visión, aborda una amplia gama de temas, y contiene recomendaciones de largo alcance y medidas prácticas".
Organizaciones palestinas de derechos humanos planificaron varias actividades laterales, que, en un principio, fueron incluidas en el programa de la conferencia de Ginebra. Pero la Oficina del Alto Comisionado de la ONU las canceló unilateralmente hace dos semanas.
Ingrid Jarradat- Gassner, directora del Centro de Recursos Badil para los Derechos de Residencia y de los Refugiados Palestinos en Belén, dijo a IPS que con otras organizaciones habían convocado una charla para explicar por qué ven a Israel como "un régimen de discriminación racial institucionalizada a ambos lados de la Línea Verde".
"Esperamos tener la posibilidad de organizar estas actividades durante la Conferencia de Examen de Durban en Ginebra", indicó Jarradat-Gassner. "La propia ONU nos informó que eso sería posible."
Pero el día 3, menos de tres semanas antes de la conferencia de Suiza, la Oficina del Alto Comisionado le informó a la representante de Badil en Ginebra que todas las actividades laterales sobre la cuestión palestina habían sido eliminadas del programa.
"Ni siquiera nos informaron de manera oficial y directa. De hecho, no tenemos ningún registro de la decisión de la ONU sobre las actividades laterales" referidas a Palestina, dijo Jarradat-Gassner.
La agenda de la conferencia de Ginebra incluye, entre otras actividades laterales, varias referidas a los derechos indígenas y los femeninos y al vínculo entre racismo y pobreza.
Jarradat-Gassner opinó que dentro de la ONU hay cierta reticencia a tratar los problemas palestinos.
En el borrador de declaración final de la conferencia, al que la activista dijo haber tenido acceso, figuran recomendaciones sobre los portadores del virus del sida, el comercio de esclavos, los gitanos y los negros, pero "no hay ni una sola referencia a Palestina, los palestinos o Israel", aseguró.
Badil, la organización palestina de derechos humanos Al-Haq y el Centro Legal para los Derechos de la Minoría Árabe en Israel (Adallah) elevaron una queja formal conjunta a la Oficina del Alto Comisionado, pero no han recibido respuesta.
La Oficina tampoco respondió las consultas de IPS al respecto.
El relator especial de la ONU para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, Richard Falk, dijo a IPS que no conocía la eliminación de esas actividades del programa de Ginebra, y atribuyó la decisión a "objeciones de Estados Unidos" ante la posibilidad de que la conferencia "despotricara contra Israel".
También se manifestó "extrañado" ante la negativa a considerar el asunto, dada "la fuerte evidencia de racismo israelí" en el ataque contra Gaza del 27 de diciembre al 17 de enero, en "los aspectos de castigo colectivo" de la ocupación, en "el ascenso de la extrema derecha" al gobierno y la consagración del ultranacionalista Avigdor Lieberman como canciller.
"Hay un vínculo obvio entre colonización y apartheid", sostuvo Jarradat-Gassner. "Un régimen colonial que llega para quedarse y que codifica en una ley su relación de dominio sobre la población autóctona ingresa en el terreno del apartheid Eso es lo que Israel ha practicado en los últimos 60 años en Palestina."
Ante estos obstáculos, Badil y otras organizaciones internacionales y palestinas organizan la Conferencia de Examen de Israel, separada de la reunión oficial en Ginebra, y patrocinada por el Comité Nacional Palestino de Boicot, Desinversión y Sanciones.
Esta Conferencia se realizará bajo la consigna "Unidos contra el apartheid, el colonialismo y la ocupación: Dignidad y justicia para el pueblo palestino".
Las organizaciones no gubernamentales dedicadas a la cuestión palestina lograrán así una plataforma para dirigirse al resto de la sociedad civil internacional horas antes del inicio de la conferencia oficial en Ginebra.
El gobierno de Obama parece haber decidido no asistir a la Conferencia de Examen de Durban. En 2001, representantes de Estados Unidos se retiraron de la reunión en la ciudad sudafricana cuando se identificó al sionismo con prácticas racistas contra los palestinos.
Organizaciones afroestadounidenses manifestaron desilusión y frustración de que Obama haya eludido la conferencia en Ginebra.
"Una posición fuerte del primer presidente negro de Estados Unidos habría tenido un impacto revolucionario en el discurso mundial sobre la raza", dijo a IPS Ajamu Baraka, director ejecutivo de la Red Estadounidense de Derechos Humanos, con sede en la sudoriental ciudad de Atlanta.