PALESTINA: Hamás se consolida

A pesar de los esfuerzos de Israel, la comunidad internacional y varios líderes árabes por debilitar y destruir a Hamás con sanciones económicas y militares, este partido islamista palestino mantiene su fuerza e influencia.

Hamás (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica) triunfó en las elecciones legislativas libres y democráticas realizadas en enero de 2006 en los territorios de Cisjordania y Gaza, entonces administrados por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Estados Unidos promovió estos comicios, también controlados por observadores internacionales, entre ellos el ex presidente de ese país Jimmy Carter (1977-1981).

Desde entonces, Hamás ha sido la fuerza política dominante en Palestina, aunque debió esperar más de un año después de las elecciones, hasta junio de 2007, para asumir el control efectivo de la franja de Gaza, territorio que sufrió un duro golpe de Israel durante los 22 días de la Operación Plomo Fundido.

Gaza también quedó económicamente paralizada por los casi dos años de un embargo israelí que la selló herméticamente, aislándola del mundo e impidiendo la importación de cualquier mercancía, excepto un diminuto flujo de asistencia humanitaria.
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Israel postuló su operación militar como respuesta al lanzamiento de cohetes palestinos desde Gaza contra varias localidades del sur de su territorio.

Pero el disparo de cohetes prácticamente había cesado en los cinco meses del cese del fuego entre el Estado judío y Hamás que precedieron una operación militar descerrajada por Israel el 4 de noviembre sobre Gaza, la cual, a su vez, desató una descarga de misiles en represalia.

Antes de la Operación Plomo Fundido, una delegación de parlamentarios británicos se había reunido con dirigentes de Hamás en Gaza.

Los representantes del movimiento islámico les manifestaron a sus visitantes su disposición a aceptar la existencia de Israel dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas hasta 1967, siempre que, a cambio, el estado judío reconociera los derechos de los palestinos.

Más de 1.300 palestinos murieron y más de 5.300 resultaron heridos en la guerra, según el Ministerio de Salud palestino. Unas 21.000 casas quedaron inhabitables, y más de 50.000 personas debieron radicarse en refugios temporales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)

Tras el reciente cese del fuego, la mayor parte de la dirigencia de Hamás salió indemne de búnkeres subterráneos. También se reanudó el cavado de túneles para contrabandear productos básicos para la supervivencia de la población, así como armas.

Por otra parte, cada vez son más las señales de que los europeos, algunos israelíes y críticos árabes de Hamás están resignados a ubicar al partido islamista en la ecuación política a resolver para poner fin al conflicto.

La semana pasada, tras varios días de presión diplomática intensiva, el gobierno israelí se las arregló para frustrar una iniciativa francesa destinada a debilitar al Estado judío frente a Hamás.

Francia intentó cambiar una declaración ya aprobada por los cancilleres de la Unión Europea (UE) en Bruselas sobre el cese del fuego entre Hamás e Israel, de modo de admitir un diálogo con un gobierno de unidad palestina que incluya al movimiento islamista siempre que éste acceda a cumplir los compromisos ya asumidos en el proceso de paz.

Además, la delegación francesa en Bruselas propuso abrir inmediatamente los cruces de frontera israelíes a Gaza, sin ninguna condición. Un acuerdo previo entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en 2005 establecía que esa entidad tenía que controlar los cruces.

Sin embargo, tras la intervención de Israel, la República Checa —hoy en ejercicio de la presidencia rotativa semestral de la UE—, Alemania, Italia y Holanda sacaron la iniciativa francesa de la agenda.

Israel vio la medida francesa como un intento de hacer que el Cuarteto que promueve la paz en Medio Oriente —la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Estados Unidos, Rusia y la UE— ablandaran sus condiciones para un reconocimiento internacional de Hamás.

Un alto funcionario israelí dijo que desde el fin de la operación en Gaza su país estaba preocupado por un posible quiebre en el apoyo europeo al boicot contra el gobierno de Hamás en Gaza.

El enviado de Estados Unidos para Medio Oriente, George Mitchell, se reunió en París con el ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner.

En la reunión discutieron el cese del fuego en Gaza. Kouchner destacó la necesidad de un diálogo interpalestino y de que se reabran los cruces de frontera hacia Gaza.

Además, sugirió nuevamente que Francia estaba abierta a la idea de un gobierno de unidad si Hamás flexibilizaba su posición.

Mientras, el canciller irlandés Michael Martin dijo el lunes a la prensa en Damasco que cierta clase de concesión hacia Hamás debería figurar en la agenda de la UE.

El adversario interno de Hamás, el presidente de la ANP Mahmoud Abbas, que controla Cisjordania, también discutió el asunto con el presidente francés Nicolas Sarkozy el lunes en París.

Abbas también llamó a un gobierno de unidad palestina y dijo que la inclusión de Hamás era imperativa, siempre que el movimiento reconociera su autoridad suprema.

El lunes, Sarkozy se reunió también con el primer ministro de Qatar, jeque Hamad bin Jassem Al-Thani, cuyo país ha surgido como un mediador regional desde el año pasado, cuando ayudó a resolver una crisis política en Líbano.

Al-Thani insistió en que Hamás no debería ser marginada de los esfuerzos de paz.

"Debemos trabajar por un gobierno de unidad nacional entre los palestinos. No debería haber esfuerzos por eliminar o distanciar a una de las partes palestinas", dijo.

El periodista israelí Akiva Elder observó en su columna para el diario Haaretz que la continua negación de la realidad de Hamás como entidad política legítima era corta de miras por parte de Israel.

Durante 20 años, Israel intentó destruir el movimiento alternando incentivos y amenazas.

La única diferencia entre la líder del gobernante partido Kadima —de centro— y ministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, y el líder del opositor partido derechista Likud, Benjamin Netanyahu, es el tamaño de los garrotes que usarán, agregó Elder.

"Precisamente a causa de los muchos niños asesinados en Gaza, Plomo Fundido se ha asegurado un lugar de honor en el 'ethos' de la lucha del David palestino, armado con primitivos (cohetes) Qassam, y el Goliat israelí, con sus F-16", sentenció.

"Cuando oyen las orgullosas declaraciones de los líderes israelíes, en cuanto a que se ha restaurado la capacidad de disuasión, los líderes de Hamás, por cierto, se mueren de risa, y no sólo por los cohetes que continúan cayendo sobre los habitantes de Ashkelon", una de las ciudades bombardeadas, planteó.

"La amenaza de más bombas sobre Gaza los disuade como la pena de muerte disuade a un atacante suicida en su camino a su objetivo", dijo Elder.

Parece que solamente un cese del fuego a largo plazo, acompañado por un contexto diplomático real, puede retirar la alfombra del apoyo popular que hay debajo de Hamás y devolverla a sus proporciones naturales.

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