La situación de los prisioneros en la base naval estadounidense en Guantánamo, Cuba, se «deterioran» con rapidez, mientras las autoridades procesan «unos pocos cambios cosméticos», advirtió el Centro para los Derechos Constitucionales (CCR).
Estas noticias contradicen los últimos informes de autoridades militares de Estados Unidos, según los cuales los prisioneros por la "guerra contra el terrorismo" declarada en 2001 por el ex presidente George W. Bush recibían un trato "humano".
El CCR difundió el lunes un informe sobre las condiciones de reclusión en los bloques denominados cinco, seis y Echo, luego de la conferencia de prensa brindada la semana pasada por el vicejefe de operaciones navales, almirante Patrick M. Walsh.
En el reporte que elevó a la Casa Blanca, Walsh determinó que Guantánamo cumple con las normas establecidas en las Convenciones de Ginebra, base del derecho internacional humanitario que rige el trato a los prisioneros de guerra y a la población civil afectada por conflictos armados.
El informe del CCR, "Conditions of Confinement at Guantanamo: Still in Violation of the Law" ("Condiciones de confinamiento en Guantánamo: Todavía en violación de la ley") rechaza las conclusiones de Walsh.
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Los redactores del estudio cubrieron el periodo enero-febrero y tomaron en cuenta nuevos testimonios de abogados y detenidos.
Los autores detallan un patrón de abusos que incluye el confinamiento solitario, práctica violatoria de las Convenciones de Ginebra, otros tratados internacionales de derechos humanos y de la propia Constitución estadounidense.
El abogado del CCR Pardiss Kebriaei dijo que los detenidos en Guantánamo "están atrapados en un círculo vicioso por el cual su aislamiento les causa daño psicológico, lo que les hace protestar, lo que a su vez atrae más abusos y los mantiene en aislamiento".
"Si van a estar allí otro año, aunque sea otro día, esto tiene que terminar", advirtió.
"Los detenidos en Guantánamo han continuado sufriendo confinamiento solitario, abusos psicológicos, alimentación forzada abusiva de huelguistas de hambre, abusos religiosos, y abusos físicos y amenazas de violencia de parte de guardias y de equipos de la Fuerza de Reacción Inmediata", señala el informe.
La mayoría de los detenidos "están en aislamiento. Pasan semanas sin ver el sol. Sin embargo, las luces fluorescentes permanecen encendidas 24 horas al día en el bloque cinco", afirma.
Según el estudio, las "mejoras" citadas por los militares son, en general, acciones de relaciones públicas más que un alivio real de las condiciones de reclusión.
Los autores del informe discrepan con dos recientes pronunciamientos oficiales. El día 13, el coronel Bruce Vargo, comandante del Grupo de Detenciones Conjuntas en Guantánamo, declaró que no hay allí "áreas de detención en confinamiento solitario".
También aseguró que los prisioneros "pueden comunicarse con otros detenidos, ya sea cara a cara o mediante la palabra hablada desde sus celdas a lo largo del día".
Los abogados del CCR interpretaron que, según estas palabras, los prisioneros pueden gritar por la ranura de metal por donde reciben sus alimentos a través de la puerta de acero de sus celdas, cuando queda abierta o por grietas entre la puerta y el piso.
La organización también negó que "todos los detenidos" estén "bien protegidos de la violencia", como afirmó el almirante Walsh, para quien los guardias y otros funcionarios que cometieron abusos fueron amonestados o relevados de sus cargos.
Pero el informe del marino admite que la relación con los guardias está signada por fricciones y protestas, especialmente por la ansiedad y frustración de 59 prisioneros que siguen en Guantánamo a pesar de que ya fue aprobada su liberación porque ningún país quiere recibirlos.
Walsh entrevistó al personal de la prisión y a detenidos durante 13 días, realizando inspecciones con y sin previo aviso a cualquier hora del día.
El marino dijo haber confirmado acusaciones de abusos que incluyeron insultos y uso preventivo de gas pimienta. Su informe se concentró en las condiciones actuales, sin evaluar los siete años anteriores.
Pero el CCR y otras organizaciones humanitarias afirman que el confinamiento solitario deterioró la salud física y psicológica de los detenidos, algunos de los cuales son alimentados por la fuerza por estar en huelga de hambre.
El Comité Internacional de la Cruz Roja apoya las recomendaciones de una mayor socialización para todos los detenidos, dijo su portavoz Bernard Barret, quien consideró que alimentarlos por la fuerza esté permitido por las Convenciones de Ginebra, como afirmó Walsh.
"Para el Comité es una cuestión de dignidad humana", sostuvo Barrett. "Las decisiones tomadas libremente y la preservación de la dignidad humana son cruciales."
La Cruz Roja es la única organización con acceso irrestricto a los prisioneros.
El informe del CCR detalla múltiples casos de abusos ocurridos el pasado mes y medio.
Un detenido del bloque seis le escribió en enero a su abogado: "Estamos en muy malas condiciones, sufriendo agresiones, golpizas y (la acción de) los equipos de la Fuerza de Reacción Inmediata, así como la incapacidad de dormir excepto unas pocas horas."
"Quienes hacen huelga de hambre son brutalmente alimentados por la fuerza, usando una silla para contenerlos y a menudo insalubres tubos, y son golpeados por rechazar la comida, práctica que ha continuado en el último mes y medio", señala el informe.
La Asociación Médica Mundial considera que alimentar por la fuerza a huelguistas de hambre es una violación de la ética médica.
"A los detenidos todavía se les niega el derecho a una plegaria comunal. Los funcionarios militares continúan considerando el llamado a la oración a través de la ranura de los alimentos como plegaria comunal, lo que no se condice con los requisitos del Islam", advirtió el CCR.
"En Guantánamo no hay un capellán desde 2003, pese a reiterados pedidos", agrega.
El reporte también denuncia que los detenidos son "sometidos a procedimientos de registro corporal" que incluyen desnudez.
"Esta experiencia humillante y degradante, en particular por la fuerte religiosidad de los prisioneros, los ha llevado a permanecer en sus celdas todo el día, negándose totalmente a reunirse con abogados y a salidas recreativas", añade.
El informe del CCR recomienda cerrar inmediatamente los bloques cinco, seis y Echo, poner fin al confinamiento solitario y a los abusos religiosos contra detenidos y dejar de usar los equipos de la Fuerza de Reacción Inmediata y todo otro abuso físico.
Los redactores del reporte también aconsejaron dejar de obligar a alimentarse a los huelguistas, permitir a los detenidos el acceso inmediato a médicos y psicólogos independientes y cesar la práctica de la medicación forzosa.
El director ejecutivo del CCR, Vincent Warren, llamó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a "remediar y poner fin rápidamente al Guantánamo creado por su predecesor (George W. Bush, 2001-1009), sin blanquearlo".
En su primera semana en el cargo, Obama ordenó el cierre de Guantánamo en un plazo de un año y nombró al fiscal general Eric Holder para dirigir un grupo de trabajo que evalúe el caso de cada uno de los 245 detenidos.
Las autoridades programaron cortes marciales par una veintena de prisioneros, pero Obama suspendió estos procedimientos mientras su gobierno evalúa sus opciones judiciales.
El CCR organiza y coordina un equipo de medio millar de abogados que representan en todo el país a los detenidos en Guantánamo.