La conjunción de los tres huracanes que azotaron Cuba en 2008 aumentó la amenaza de incendios forestales en la actual temporada seca, que se prolonga hasta inicios de mayo, confirmaron especialistas a Tierramérica. «Éste es un periodo muy peligroso, pues la falta de lluvia y el descenso de la humedad relativa facilitan la rápida combustión. Si a eso añadimos la gran cantidad de biomasa reseca que hay en los suelos boscosos a consecuencia de los pasados huracanes, la amenaza es mayor aún», dijo a Tierramérica el biólogo José Antonio Santos. Fuentes oficiales informaron esta semana que en 2008 hubo 206 incendios que arrasaron 2.547 hectáreas en zonas boscosas. Especialistas del estatal Cuerpo de Guardabosques vaticinaron que este año los siniestros pueden ser mayores y exhortaron a extremar las precauciones.