El número de presos por motivos políticos continúa descendiendo en Cuba, afirmó una organización opositora, si bien aseveró que en 2008 no hubo en este país «mejoras significativas» en el terreno de los derechos fundamentales.
"Tampoco para 2009 espero cambios en esa materia", comentó a IPS el activista Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), organización que actúa sin reconocimiento legal en este país y emite informes semestrales basados en testimonios familiares y de los propios reclusos.
En un documento enviado este lunes por correo electrónico a la prensa extranjera acreditada, Sánchez señaló que hasta el 30 de enero, su organización contabilizó 205 personas sancionadas o procesadas "por motivos políticos o político-sociales", más otros ocho casos sobre los cuales aún carece de "evidencias indispensables".
La cifra es menor a los 234 casos documentados en enero de 2008 y a los 219 confirmados en julio de ese mismo año. "Resulta obvio que prosigue la tendencia, observada en los últimos 20 años, a la gradual disminución del número de personas condenadas por motivaciones políticas", indica el texto, firmado por Sánchez.
El activista señaló que el gobierno cubano dejó de aplicar en los últimos años largas condenas de prisión por motivos políticos, como hiciera en 2003. "Pero siguió y sigue aplicando, de manera creciente, la represión política y social bajo la forma de centenares de detenciones arbitrarias de corta duración, como ocurrió el pasado año en el que tales detenciones superaron la cifra de 1.500 casos en todo el país", aseguró.
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Asimismo, en la pasada Navidad, las autoridades permitieron "celebraciones religiosas en varias prisiones bajo la guía de clérigos de alto rango, pero con la asistencia de muy pocos prisioneros", asevera el reporte. Según afirmó la CCDHRN, no se informa a los presos que tienen derecho a servicios religiosos, ni se ofrecen las facilidades necesarias para ello.
En opinión de Sánchez, esto ocurre a pesar del "fracaso rotundo del llamado sistema de reeducación penal" y "subestimando la importancia de la formación y prácticas religiosas como componentes para la verdadera rehabilitación humana y social de las decenas de miles de cubanos encarcelados".
La CCDHRN entrega sus informes habitualmente en julio y enero de cada año, pero Sánchez dijo que en esta ocasión se demoró hasta febrero en espera "de una respuesta oficial positiva" o de señales de cambio en materia humanitaria.
Este jueves, Cuba presentará ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas su valoración sobre la situación del país. Un grupo de trabajo integrado por tres países integrantes del Consejo emitirá sus conclusiones el lunes 9, en tanto la aprobación oficial de ese trabajo se conocerá en junio.
"Mi escepticismo es absoluto porque el Consejo está en manos de gobiernos violadores de los derechos humanos", aseguró Sánchez.
En una conferencia de prensa el 29 de enero, el canciller cubano Felipe Pérez Roque defendió la transparencia y amplitud de las consultas realizadas en la elaboración del informe gubernamental preparado para el Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo, aunque admitió que en ese proceso no se tuvo en cuenta a los grupos de la disidencia interna.
El informe del gobierno describe condiciones higiénicas adecuadas de las instalaciones, la incorporación voluntaria de los reclusos al trabajo remunerado, las ayudas económicas a los familiares, la atención médica, la existencia de un subsistema educacional en las prisiones y el desarrollo de actividades artísticas, deportivas y recreativas, entre otros pilares del sistema penitenciario nacional.
Tras acusar a los opositores de ser mercenarios al servicio de Washington, el ministro cubano dijo que no fueron consultados, "entre otras cosas, porque no creemos que ellos son personajes no gubernamentales, creemos que son gubernamentales, lo único que del gobierno de Estados Unidos, que es el que les paga y les da órdenes".
"Cuba puede concurrir a este ejercicio con la frente en alto, la verdad en la mano y la conciencia limpia", afirmó Pérez Roque, quien anunció que por estos días se cursaría una invitación al relator especial de las Naciones Unidas sobre la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Manfred Novak, para que visite el país este año. Su presencia seguiría a la del relator especial para el Derecho a la Alimentación, Jean Ziegler, en 2007.
Al respecto, Sánchez dijo que la CCDHRN y el Observatorio de Prisiones comenzarán a tributar informes destinados a la oficina de Novak, si bien previó que el gobierno "someterá a dicho relator a las mismas limitaciones que convirtieron en una gran frustración la visita a Cuba del relator especial de la ONU para la Alimentación, Jean Ziegler".
Al término de su recorrido por el país, Ziegler concluyó que el derecho a la alimentación es totalmente respetado en Cuba. "No hemos visto una sola persona subalimentada, a diferencia de otros países", dijo a la prensa, poco antes de marcharse.
Ziegler sostuvo también que su agenda de trabajo fue "muy cargada" e incluyó recorridos por varias provincias, visitas a centros de producción agrícola, a dos prisiones de La Habana y a instituciones para personas vulnerables, así como entrevistas con el vicepresidente Carlos Lage y con otras autoridades.
