La demanda mundial de alimentos aumentará a un ritmo sostenido en los próximos 40 años, pero 25 por ciento de la producción podría perderse por desastres ambientales hacia 2050 si no se toman medidas urgentes para revertir la tendencia.
Ese fue el mensaje principal de un documento presentado a los ministros de Ambiente de más de 140 países reunidos en Nairobi esta semana en el marco de la 25 sesión del Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) donde se discutieron asuntos relativos al cambio climático, entre otros problemas ambientales.
El informe "Crisis alimentaria ambiental: el papel del ambiente para la contención de futuras crisis alimentarias" llama a aumentar la producción a fin de cubrir las necesidades de unos 2.700 millones de personas más.
"El elevado precio de los alimentos tuvo consecuencias sobre la calidad de vida y el sustento de las personas, incluido el aumento de la mortalidad infantil, de la cantidad de desnutridos y pobres que deben gastar entre 70 y 80 por ciento de sus ingresos diarios en comida", señala el documento.
La reunión del Pnuma en Kenia coincidió con la grave situación en que está sumido este país, con más de 10 millones de personas pasando hambre por la falta de lluvias y el elevado costo de los fertilizantes, entre otros problemas.
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Las políticas de Kenia fueron criticadas por no tratar de resolver el problema mediante un sistema que apunte a mejorar la producción.
"Kenia debe ser uno de los países que debe repensar cómo mejorar los sistemas de producción agrícola. Aquí no debe haber escasez de alimentos. Tiene que poder abastecerse, no sólo hoy, sino en los próximos años, aun cuando aumente la población", señaló el director ejecutivo del Pnuma, Achim Steiner.
La harina de maíz, alimento básico en Kenia, se vende a unos 80 centavos de dólar el kilogramo, un precio excesivo para un país donde la mitad de la población vive con menos de un dólar al día.
Hace un año, el maíz costaba unos 30 centavos el kilogramo.
La abrupta subida de precios en Camerún derivó en disturbios en febrero de 2008, cuando ciudadanos molestos tomaron las calles en protesta por el alto costo de los alimentos. Fue el peor malestar social en 15 años en ese país de África central.
"La gente no entiende cómo un país que antes podía autoabastecerse, de repente no puede hacerlo por el elevado precio de los alimentos básicos", dijo en la reunión Mary Fosi, del Ministerio de Ambiente de Camerún.
"El principal problema es que la agricultura industrial está muy poco desarrollada. Es necesario concentrarse en ese aspecto, que permitirá aumentar la producción de alimentos", remarcó.
La falta de inversiones para promover el desarrollo de la agricultura, incluida tecnología moderna y maquinaria, fue un factor importante en la disminución de la producción en África. Los agricultores siguen usando una azada para labrar la tierra.
Para que este continente logre garantizar su seguridad alimentaria debe abandonar la agricultura de la azada y el machete y servirse de la tecnología.
Pero los gobiernos están a la defensiva y alegan que ahora no pueden invertir en nuevas tecnologías y maquinaria.
"La tecnología está ahí. No es que no la queramos, pero tenemos pocos recursos", dijo a IPS Bonaventure Baya, director del Consejo Nacional de Gestión Ambiental de Tanzania.
Entre las medidas urgentes para garantizar la seguridad alimentaria se debe incluir la capacitación de los agricultores para que pueda diversificar sus cultivos y plantar especies más resistentes a la variabilidad climática. Eso también ayudará a preservar el ambiente, apuntó Baya.
"La agricultura intensiva y la siembra del mismo cultivo mucho tiempo degrada el suelo. Para poder aumentar la producción y garantizar que haya recursos suficientes es necesario proteger el ambiente, incluido el suelo", subrayó.
Mientras en la reunión se discutieron distintas formas de aumentar la producción de alimentos, los agricultores creen que ya tienen la solución: subsidios del gobierno.
Las autoridades deben subsidiar los fertilizantes y las semillas de alto rendimiento que son muy importantes para aumentar las cosechas, señaló el agricultor Peter Andenje, presidente de la Asociación de Pequeños Cultivadores de Maíz en la occidental localidad keniata de Kitale.
"Muchos agricultores no pueden hacer frente al alto costo de los fertilizantes ni de las semillas. Algunos no los usan, pero eso derivó en cosechas escasas. Otros dejaron de cultivar por el alto costo de los suministros", dijo Andenje a IPS.
El documento del Pnuma menciona los subsidios como una cuestión importante para proteger a los agricultores y para lograr aumentar la producción y garantizar la seguridad alimentaria.
Pero los donantes se oponen con vehemencia a los subsidios para los agricultores africanos. El asunto sigue siendo objeto de polémica en las negociaciones comerciales.
"Lo que no debemos descuidar es el hecho de que tenemos una crisis ambiental que afecta a la producción agrícola y debemos atender eso junto con la agenda comercial, no una cosa después de la otra porque se nos acaba el tiempo para resolver ambas", señaló Steiner.
"Es una medida razonable, justa y apropiada ahora que tenemos que lidiar con la producción agrícola sustentable", señaló.