En el Foro Social Mundial «hemos intentado nuevas fórmulas», como regionalizarlo, pues «no podemos repetir las mismas cosas cada año», advierte el activista francés Henri Rouillé d'Orfeuil, para quien las respuestas que el encuentro genere deben responder de manera eficaz a la crisis actual.
De visita en la capital chilena para presentar su libro "La Diplomacia No Gubernamental. ¿Pueden las ONG cambiar el mundo?", Rouillé d'Orfeuil habló con IPS sobre los desafíos actuales de las organizaciones de la sociedad civil.
Rouillé d'Orfeuil es ingeniero agrónomo y doctor en economía y hasta hace poco se desempeñó como presidente de Coordination Sud, la plataforma de ONG (organizaciones no gubernamentales) francesas. Hoy se encuentra dedicado a la academia.
En "La Diplomacia No Gubernamental…", traducido por primera vez al español, este activista repasa los grandes debates internacionales sostenidos en los últimos años sobre derechos humanos, lucha contra la discriminación y ambiente, entre otros temas, y la forma en que las organizaciones de la sociedad civil a su juicio han influido positivamente en ellos.
También analiza los obstáculos y costos que éstas han debido enfrentar en este proceso, como intimidaciones, descréditos y criminalización de sus actos.
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Desde marzo de 2006, cuando el libro fue publicado originalmente, han pasado muchas cosas, con una crisis económica mundial en curso, pero su autor no ha variado ni un ápice su pensamiento.
"Yo continúo con el mismo razonamiento, puesto que las ONG siempre hemos exigido refundación de las instituciones, transparencia de la economía, regulación del mercado a partir de la solidaridad y la cooperación y, ante todo, una manera (más equitativa) de compartir y distribuir los beneficios y las riquezas del planeta", dijo Rouillé d'Orfeuil en entrevista con IPS.
Aunque dice no conocer la situación de todos los países, este activista espera que la delicada situación económica actual no impacte negativamente en el financiamiento de las ONG.
"En Francia, particularmente, los ciudadanos continúan donando, no ha habido una caída del mercado, especialmente en Navidad, y el financiamiento del gobierno también se ha mantenido. Esperemos a ver lo que pasa", dice.
IPS: Desde su perspectiva, ¿qué rol deberían jugar las ONG en este momento de crisis económica mundial?
HENRI ROUILLÉ D' ORFEUIL: Las ONG deben generar un mutuo acuerdo y construir posiciones con sus propios gobiernos a nivel nacional y con otros organismos a nivel internacional, lo cual podría ayudarlas a gestionar más fácilmente acciones concretas. Eso es lo que les dará fuerza.
Los métodos son siempre los mismos: campañas de opinión, interpelación al gobierno nacional, etcétera.
IPS: ¿Ha visto a las ONG activas en ese sentido?
HRO: Yo creo que sí. Hace poco asistí a una conferencia sobre desarrollo, donde un gobierno decidió apoyar en el marco de la Organización de las Naciones Unidas el movimiento que las ONG proponían.
Esto puede ser interpretado como un factor muy positivo, porque las ONG tienen acciones muy precisas y están ejerciendo presión.
Pero algo que es mucho más importante para la acción contundente de las ONG es el hecho de que (con la crisis económica) el capitalismo ha creado una gran duda liberal-doctrinal en la sociedad. Esto ha permitido crear un contexto en el cual nuevas posibilidades de pensar existen y son más fácilmente aceptadas por la gente.
IPS: ¿Qué relevancia le otorga hoy al Foro Social Mundial (FSM), cuya próxima edición se realizará del 26 de este mes al 1 de febrero en la norteña ciudad brasileña de Belem? ¿Juega hoy algún rol en el mundo de la diplomacia?
HRO: Yo creo que es un lugar físico de encuentro, donde podemos discutir sobre nuestros programas, nuestras alianzas. Nos coordinamos, construimos sinergias entre los diferentes movimientos, entre las ONG. Puedo hablar del 15 de febrero de 2003, cuando, a partir del FSM, 20 millones de personas fueron movilizadas contra la guerra en Iraq.
IPS: Pero con el paso de los años ¿el FSM se ha fortalecido o debilitado? ¿Qué perspectivas le ve?
HRO: No conozco el futuro. Yo estuve y participé en todos. Para nosotros fue una gran sorpresa encontrarnos en 2001. Hemos intentado nuevas fórmulas, hemos intentado regionalizarlo. Sin embargo, creo que necesitamos que este Foro evolucione. Seguramente no podemos repetir las mismas cosas todos los años.
Pero la crisis actual nos permite generar nuevas estructuras de respuestas para este Foro, a partir de diferentes movimientos, que, recalco, no deben ser radicales sino que deben responder de una manera eficaz a la situación actual.
IPS: En este marco,¿hay temas que deberían ser prioritarios para las ONG?
HRO: Las ONG son diversas, cada familia tiene sus especificidades, sus temas, no hay acuerdos comunes. Por ejemplo en el tema de las bombas antipersonal. Pero sí hay enunciados que podrían meter las ONG a trabajar en común, como son los acuerdos comerciales, la regulación del mercado, son grandes desafíos que debemos enfrentar hoy.
En estos momentos destacaría dos temas: la regulación del mercado y la protección del ambiente. Son dos materias primordiales que las ONG tienen como reflexión principal en su accionar actual.
IPS: Usted tiene una opinión bastante positiva respecto del poder e influencia que tienen las ONG en el mundo. ¿Qué falta para que impacten aún más?
HRO: Es siempre un problema de organización, en realidad de posicionamiento de lo que pasa en el terreno, de cómo trabajamos con las comunidades, con los campesinos, con los pueblos beneficiarios.
Debemos reflejar la situación real de los beneficiarios. Esa es la clave de todo. Debemos mantener este lazo entre los proyectos y la parte beneficiaria. Esta es la forma en la cual nosotros continuaremos jugando este rol creciente de manera muy importante para las naciones.