Dos años después de que los combatientes maoístas en Nepal depusieron sus armas y accedieron instalarse en campamentos controlados por la ONU, la idea de integrarlos al ejército regular como parte de un proceso de paz enciende la polémica.
El ejército se ha resistido a incorporar en sus filas a combatientes "políticamente adoctrinados" que lucharon durante una década y ahora están acuartelados en siete de los principales sitios de acantonamiento y 21 campamentos satélites controlados por la misión de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en Nepal (Unmin).
Según la Unmin, aunque inicialmente se registraron 32.250 miembros del Ejército Popular de Liberación (PLA), apenas 19.602 fueron verificados como combatientes maoístas. De ellos, 3.846 eran mujeres.
"La integración de ex insurgentes es un tema destacado en el final de cualquier conflicto armado", dijo a IPS el jefe de la Unmin, Ian Martin.
"Cuál será el futuro de las personas que libraron ese conflicto armado es un asunto central y, hasta que se resuelva, no puede decirse que un proceso de paz esté completo", agregó.
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Hasta ahora, los partidos políticos no han logrado llegar a un consenso sobre la integración de un comité especial para la integración de los rebeldes al ejército, tal como menciona el artículo 146 de la Constitución interina del país.
Ese comité fue creado el 28 de octubre por los partidos gobernantes: el Partido Comunista de Nepal-Maoísta (CPN-M), el Partido Comunista de Nepal-Marxista Leninista Unido (CN-UML) y el meridional Foro Madhesi Janaadhikar (MJF).
Originalmente estaba integrado por dos miembros del CPN-M, uno del CPN-UML, uno del MJF y uno del Congreso Nepalí (NC), principal fuerza opositora.
El Acuerdo de Paz Exhaustivo (CPA), firmado el 25 de junio de 2007, dio a los combatientes maoístas la opción de unirse a una estructura de seguridad estatal o abandonar los campamentos con una compensación económica.
Pero el influyente partido NC se ha opuesto a la integración. Su líder, Sushil Koirala, dijo que el acuerdo de paz, aunque mencionó la fusión de combatientes maoístas con fuerzas de seguridad del gobierno, no habló específicamente del ejército.
La Unmin, involucrada en el proceso de paz, comienza a sentir el calor de la polémica, y Martin sostiene que su organización no posee un punto de vista particular sobre el plan.
"Pero como la estrategia de salida para la Unmin depende del futuro de estos combatientes, queremos que esto se resuelva más temprano que tarde, dado que la Unmin no puede continuar controlando las armas y a los ejércitos por siempre", dijo Martin a IPS.
"No sólo yo, sino también los estados miembro del Consejo de Seguridad que quieren ver que la Unmin llegue a su fin, estamos extremadamente preocupados porque el progreso en la integración y rehabilitación no ha ido más rápido", añadió.
Parece haber diferencias de percepción. "La interpretación que los maoístas hacen de la integración al ejército es totalmente diferente de la que ya había sido acordada durante la firma de varios pactos", señaló el líder del NC, Minendra Rijal.
El dirigente viene reclamando una mejor representación del NC en el comité especial y también quiere que se llegue a un acuerdo sobre las tareas del comité de antemano.
Krishna Bahadur Mahara, ministro de Información y Comunicación y portavoz del gobierno, dijo que el reclamo del NC de una mejor representación era una excusa.
"El año pasado, cuando el comité especial fue presidido por un líder del NC, aceptamos la propuesta. Ahora, cuando proponemos el mismo nivel de representación, ellos hacen semejante alboroto", planteó.
Mahara sostuvo que la verdad es que el NC no está a favor de integrar al PLA y el ejército de Nepal.
"El comité especial es el lugar donde podemos discutir todas las modalidades de integración y rehabilitación del PLA", expresó.
"Pero el NC simplemente está siendo difícil, dado que no quiere que el proceso de paz llegue a un final lógico", agregó.
La situación llegó a un punto crítico el fin de semana, cuando el jefe del ejército Roomangud Katawal insistió en que su fuerza "no portará la bandera de ningún partido en particular".
El ejército de Nepal también parece pronto para seguir adelante con una nueva campaña de reclutamiento, desafiando las órdenes del Ministerio de Defensa.
El primer ministro Pushpa Kamal Dahal (Prachanda) respondió advirtiendo al general del ejército que cualquier violación del CPA tendrá como consecuencia reclutamientos paralelos para el PLA, del que continúa siendo presidente.
El sábado, el vicepresidente del NC, Ram Chandra Poudel, aparentemente anticipando que el gobierno destituirá a Katawal, alertó que habrá protestas masivas.
En declaraciones formuladas en el Club del Periodista, Poudel alegó que los maoístas estaban concentrados en controlar al ejército, al Poder Judicial y a la policía, e insistió en que los nuevos reclutamientos, planificados por Katawal, no violaban el acuerdo de paz.
Sin embargo, el 23 de diciembre, Martin, de la Unmin, dijo a la prensa que los nuevos reclutamientos realizados por el ejército o el PLA jugarían en contra del CPA y también del Acuerdo sobre el Control del Manejo de Armas y Ejércitos.