BOLIVIA: Final auspicioso, comienzo incierto

El gobierno boliviano de Evo Morales sale airoso por tercer año consecutivo, con indicadores económicos favorables, pero empresarios y analistas advierten que los buenos precios de las materias primas llegan a su fin y con ello se resentirán las exportaciones y aumentará el desempleo.

"El año 2008 será conocido como un hito en la historia económica de Bolivia", expresó el ministro de Hacienda, Luis Arce, tras informar que el incremento del producto interno bruto (PIB) llegó a 6,5 por ciento, respecto del año anterior. La inflación anualizada también tiende a la baja, al finalizar este periodo en 12 por ciento, luego de que en junio llegó a 17,3 por ciento y en septiembre a 14,5 por ciento.

El gobierno izquierdista de Morales divulgó, además, que las exportaciones sumaron en el año 6.200 millones de dólares, una cifra multiplicada casi por tres respecto de 2004, mientras que las reservas en divisas suman 7.700 millones de dólares. La deuda pública ronda los 2.400 millones de dólares, 73 por ciento de los cuales corresponden a organismos multilaterales y el resto a prestamos bilaterales, entre ellos los de Venezuela, según el Banco Central.

El crecimiento económico de Bolivia superó entonces la media de América Latina y el Caribe, que fue de 4,6 por ciento, indicó Arce al presentar los resultados y asegurar que este país andino está preparado para afrontar este año que comienza la crisis económico-financiera mundial nacida en Estados Unidos.

Pero estas cifras auspiciosas fueron puestas en duda por el empresario del cemento Samuel Doria Medina, líder del jefe de la centroizquierdista y opositora Unidad Nacional (UN), debido, según dijo, al cambio de metodología de cálculo y a la frecuente destitución de autoridades en el estatal Instituto Nacional de Estadística (INE).

Las estimaciones de Medina indican que el precio de los alimentos escalaron hasta 40 por ciento, pero acepta que en 2008 los valores favorables de las materias primas en los mercados internacionales y el inicio de la explotación de plomo, plata y zinc en el departamento de Potosí, a cargo de la empresa San Cristóbal, impulsaron el crecimiento de la economía boliviana.

"En el año 2009, tendremos una caída importante en las ventas bolivianas, porque su crecimiento sólo respondió a mejores precios y no por un aumento en la producción", aclaró el empresario y político a IPS.

El gerente general de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), José Ribero, detalló a IPS que "50 por ciento de las exportaciones bolivianas son hidrocarburos que estuvieron vinculados a un incremento del precio del barril del petróleo, por eso el descenso de este producto de 150 a 44 dólares por barril", incidirá negativamente en 2009.

La otra cuarta parte de las exportaciones corresponde a minerales que registran caídas de precios internacionales de hasta 50 por ciento, mientras el otro grupo que completa el conjunto de ventas externas son las oleaginosas, que también sufren la caída de sus valores, según Ribero.

Este dirigente empresarial coincide con Medina al señalar que este año las exportaciones sólo expresaron el buen nivel de precios internacionales.

Las estimaciones de este posible retroceso en la actividad productiva y del comercio exterior hacen prever un incremento del desempleo, que puede alcanzar este año a 100.000 personas, que sumadas a las 215.000 que ya están sin trabajo dan un panorama negativo, sostuvo Medina.

El Ministerio de Trabajo señala que la tasa desempleo es hoy de 8,15 por ciento de la población económicamente activa, 1,93 por ciento de la cual busca empleo por primera vez.

A manera de previsión ante una eventual caída en los ingresos, el ministro Arce anunció inversiones por 1.851 millones de dólares en el sector público y un aporte extraordinario para la firma estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) de 1.000 millones de dólares, que permitirán contrarrestar la baja producción de gas y carburantes para el mercado interno.

Medina resta crédito al anuncio y asegura que el gobierno no consiguió invertir el total del dinero proyectado para 2008.

El modelo económico presentado por Arce consiste en la recuperación del sector agrícola y la identificación de sectores generadores de excedentes como los hidrocarburos, la minería y la generación de electricidad.

El siguiente paso consiste en explotar esos recursos naturales de modo racional para otorgar mejores condiciones de vida a la población y crear una base productiva para estimular a la industria manufacturera y el turismo, según el ministro.

La balaza de pagos goza de solidez, no tiene deudas que la vinculen con el mercado externo y se descarta una crisis financiera, según el responsable de las finanzas públicas, quien por el momento sólo advierte nerviosismo en el sector minero por las bajas cotizaciones del producto.

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