En la Reunión de Alto Nivel sobre Seguridad Alimentaria para Todos, prevista para el 26 y 27 de este mes en la capital española, se deberá pasar de las palabras a los hechos, para que se combata efectivamente el hambre que afecta a millones de personas en los países menos desarrollados.
Así lo señaló a IPS Eduardo Sánchez, miembro de la Junta Directiva de la Coordinadora de Organización no Gubernamentales de España (Congde) y quien representará a la misma en la reunión.
La cita, convocada y organizada por el gobierno de España, buscará el modo de resolver los problemas, porque "la crisis económica mundial no puso final a la crisis alimentaria, sino que la exacerbó y complicó la situación", dijo el coordinador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para esta cuestión, el británico David Nabarro, en conferencia de prensa en Nueva York,.
Presidida por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del gobierno español, y por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la reunión fue prevista para analizar el cumplimiento o no de los acuerdos aprobados en la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que se celebró en junio de 2008 en Roma.
Uno de los acuerdos de Roma consistieron en los compromisos financieros asumidos por los 181 países que estuvieron representados allí, para apoyar a las agencias internacionales que luchan contra el hambre.
Para asistir a más de 100 millones de personas que requieren ayuda de emergencia en 2009, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) requiere 5.200 millones de dólares.
Sánchez indicó que, "si se sigue sin tomar en serio el problema del hambre que afecta a millones y millones de personas en el mundo, seguirá sin ponerse en orden el sistema mundial y de allí continuarán derivándose los demás problemas".
Lo más grave, añadió, es que en el sector agropecuario de los países del Sur se continúa dando prioridad a los cultivos de productos para exportar y no a los que podrían satisfacer el hambre de sus pobladores. Por eso los organizadores de esta cita han puesto de relieve que dos serán los temas más importantes, sobre los compromisos asumidos en Roma. El primero fue "utilizar todos los medios para mitigar el sufrimiento ocasionado por la crisis actual, estimular la producción de alimentos e incrementar la inversión en agricultura".
El segundo fue apoyar el Marco Ampliado para la Acción, elaborado por la ONU y la FAO, que presenta un plan priorizado de acción para "satisfacer las necesidades inmediatas de las poblaciones vulnerables y hacer frente a los factores estructurales que subyacen en la crisis alimentaria".
Sánchez apunta que en ese sentido no se avanzó, entre otras cosas porque en las reformas estructurales que se comprometieron los gobiernos no se realizó la de apoyar a los pequeños productores de los países del Sur, ya que en general en ellos "la agricultura se planifica para exportar y no para producir alimentos para sus habitantes".
Sobre su papel en Madrid, informó que como representante de las organizaciones no gubernamentales ha sido invitado, aunque aclaró que no está incluido en las comisiones de trabajo, sino como uno de los invitados principales.
En opinión de Sánchez, no se deben repetir debates de reuniones anteriores, sino tomar decisiones políticas "y que los gobiernos cumplan aquellas que se adopten".
Al preguntarle IPS si el gobierno español es de los que no cumplen, contestó que el mismo ha hecho un esfuerzo y ha comprometido recursos, que está aportando, lo que consideró muy positivo.
Y sobre el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, manifestó que será útil para la promoción del desarrollo, pues tiene un enfoque multilateral y, si cumple con sus compromisos, "podrá haber más interacciones globales y una de ellas deberá ser la alimentación". "Los países ricos tienen una gran responsabilidad en ello", precisó Sánchez.
La organización no gubernamental "Derecho a la alimentación" ha señalado que en 2008 llegó a 963 millones la cifra de personas hambrientas, superando a la de 2007, que fue de 923 millones lo que los gobernantes se comprometieron a reducir, objetivo no sólo sin cumplir sino que además aumentó.
Asimismo, añade la organización en su comunicado, la agricultura perdió relevancia en los presupuestos públicos, pasando de tener una media de 18 por ciento en el plan de gastos en los 80 países a reducirse a tres o cuatro por ciento en la actualidad.
Los compromisos, como el Plan de Acción de la Cumbre de la Alimentación (1996) o las Directrices Voluntarias para el Derecho a la Alimentación (2004) no fueron cumplidas en su totalidad "por la falta de voluntad política".
Por ello y ante la reunión que se realizará en Madrid, exige a los gobiernos "orientar la lucha contra el hambre desde el enfoque de la realización del derecho humano a la alimentación".
Y que se identifique "quiénes son los hambrientos y por qué lo son", al tiempo que demanda que se eliminen "las condiciones que generan la vulnerabilidad" y se coloque "en un lugar central en los programas de desarrollo económico una agricultura, cuya finalidad sea garantizar la seguridad alimentaria".
Los organizadores de la reunión tienen en cuenta el gran objetivo de la ONU, que será fortalecer esfuerzos para reformar el sistema mundial de producción de alimentos, con el fin de que responda a las necesidades de los más pobres y de los pequeños productores.
Ello incluye proporcionar a las pequeñas explotaciones agrícolas en países en desarrollo materiales esenciales, como semillas y fertilizantes, y facilitar su acceso competitivo a los mercados.
"Nuestra preocupación es lograr que los pequeños agricultores puedan explotar al máximo su potencial, comercializar sus productos y recibir un precio adecuado por ellos", resumió Nabarro.
Entre otras cosas se solicitará a los países donantes que aumenten su ayuda al desarrollo de la agricultura en las regiones más empobrecidas del planeta, ya que en la actualidad solo tres por ciento de la misma se destina a la agricultura. En los próximos días se tendrá la respuesta.