Los caraqueños descubrirán el Parque Nacional El Ávila desde sus árboles más altos, a unos 30 metros del suelo, mediante una pasarela de puentes colgantes de 120 metros de largo. Además de permitirles disfrutar, el recorrido «pretende educar a quienes escalen hasta las copas de los árboles. Los caraqueños deben tomar conciencia de lo privilegiados que son al contar con esta montaña majestuosa. Para conservar debemos conocer», dijo a Tierramérica el director del parque, Alexis Zambrano.
Los puentecillos –para visitas con guías, combinadas con recorridos en tierra– pudieron abrirse al público el día 12, cuando el parque cumplió 50 años como tal, pero las lluvias lo impidieron y se aguarda a la estación seca para inaugurarlos.
El parque ocupa 85.000 hectáreas en las montañas que separan la capital venezolana de su litoral sobre el mar Caribe.