Por quinta ocasión en cinco años el gobierno de la capital de México logró posponer el cierre del Bordo Poniente, principal y saturado depósito de basura de esta ciudad. Allí llega, desde mediados de los años 80, gran parte de las 12.000 toneladas de basura diarias que produce la ciudad.
El Bordo está a punto de colapsar, y posponer su cierre es una pésima noticia que demuestra la poca importancia que las autoridades dan a la basura, dijo a Tierramérica el ingeniero ambiental y profesor universitario Oscar Colima. El municipio consiguió que un tribunal fiscal suspendiera su cierre, previsto para enero, alegando que le dará tiempo para tener listos nuevos vertederos que cumplan normas ambientales.