La Alianza por una Mejor Calidad de Vida y la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en América Latina (RAP-AL) de Chile protestaron frente a la sede del gubernamental Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) por la persistencia de fumigaciones aéreas. «Llamamos a detener las fumigaciones aéreas, que en Chile no tienen ningún control ni reglamentación, y causan un gran daño a la salud de las personas y al ambiente», dijo a Tierramérica Lucía Sepúlveda, de RAP-AL. Además, pidieron al parlamento prohibir el uso de plaguicidas extremadamente tóxicos, que el SAG examine periódicamente los alimentos agrícolas de consumo interno y que, en caso de detectar residuos tóxicos, alerte de inmediato a la población y sancione a los responsables. Hasta julio se habían notificado 593 intoxicaciones por plaguicidas en el país.