En Ulianópolis, uno de los municipios más deforestados de la Amazonia brasileña, 76 por ciento las tierras que eran boscosas hoy están ocupadas por pasturas, indican datos del gubernamental Sistema de Protección Amazónica. La información de Ulianópolis, en el norteño estado de Pará, confirma que la ganadería es la principal actividad deforestadora.
Esa realidad se repite en toda la Amazonia, según el coordinador del no gubernamental Instituto Centro de Vida, Sergio Guimarães.
“Setenta por ciento de las áreas amazónicas deforestadas se destinan a pastizales, y pocas veces el bosque se convierte directamente a la agricultura, que casi siempre se expande en tierras ya abiertas por la ganadería”, explicó Guimarães a Tierramérica.
A menudo, el ganado solo sirve a la posesión ilegal de tierras y a la especulación inmobiliaria. “La tierra rinde mucho más que la ganadería en sí misma”, acotó Guimarães.