ANGOLA: Pequeños partidos en cuenta regresiva

El vasto y confuso abanico político angoleño tiene los días contados. A partir de enero, 22 partidos y coaliciones desaparecerán del mapa proselitista, debido a que en las elecciones legislativas de septiembre no lograron llegar al 0,5 por ciento de los votos requeridos para sobrevivir según las normas.

El Tribunal Constitucional (TC) extenderá el certificado de defunción a todos estas agrupaciones, pero se salvarán de la drástica medida las que no participaron de la última contienda en las urnas, aunque su representatividad sea muy escasa.

El proceso ya se encuentra en curso en ese tribunal, la más alta instancia judicial del país, y su fase actual es de cuestionamiento de los partidos afectados por la medida, reveló en su edición del lunes la publicación Jornal de Angola.

En noviembre pasado, el TC atendió una solicitud de la Fiscalía General de la República pidiendo la extinción de las 22 agrupaciones, en concordancia con la ley de los partidos políticos.

En el listado fatal aparecen la Alianza de la Juventud Obrera y Campesina de Angola (Pajoca), los partidos Renovador Democrático (PRD) y Liberal Democrático (PLD), Apoyo Democrático para el Progreso de Angola (Padepa) y el Frente para la Democracia (FDP).

Entre las coaliciones que saldrán de los padrones legales se cuentan Angola Democrática (AD), la Plataforma Política Electoral (PPE) y el Foro Fraternal Angoleño (FOAFC).

Según los análisis publicados por la prensa de Portugal, ex colonizador de ese vasto país africano de 1,3 millones de kilómetros cuadrados, así como de los corresponsales de la prensa de este país en Luanda, el panorama político será más nítido dentro de un mes para los ciudadanos.

El politólogo angoleño Eugenio Costa Almeida, profesor del Instituto Superior de Ciencias Sociales y Políticas de Lisboa, afirmó ante la consulta de IPS que "sobre la suspensión y posible extinción de los partidos políticos que están en estudio, jurídicamente nada puedo cuestionar, excepto que no todos los partidos fueron al voto".

La ley "no parece ser clara en cuanto a la penalización… de si partidos participantes en coaliciones deben o no ser castigados también", añadió.

A pesar de que "jurídicamente el asunto debe ser así tratado, políticamente me parece que existe una presión demasiado activa para cerrar partidos que se han revelado como un voz de conciencia popular ante situaciones que rebasan los admisible", explicó el politólogo africano.

¿Por ejemplo?, interrogó IPS.

"Recuerdo el caso del FDP y más recientemente el de Padepa, cuyos presidentes fueron detenidos por razones jurídicamente no aclaradas". En su óptica, "si jurídicamente la ley es clara y nada se puede decir en cuanto a su oportunidad, políticamente me parece que hay una falta de sentido común".

Antes de decidir la extinción de las agrupaciones habría que "haber tomado en cuenta la previsible alteración de la Ley Constitucional, que contendrá cambios que no se sabe si serán extensivos a la ley de los Partidos Políticos"

Costa Almeida se interroga "¿quien realmente debe ser penalizado? ¿Los partidos que tuvieron el coraje de ir a una elección que en sustancia demostraron una clara alteración del espectro políticos del país o aquellos que tuvieron miedo de asumir su participación en el acto electoral y vegetan al sabor del erario público?".

Varios pequeños partidos angoleños no se presentaron a las últimas elecciones legislativas, pero continúan siendo reconocidos por la ley, recibiendo las consecuentes subvenciones estatales.

"Personalmente, considero que esos partidos debería ser los primeros en desaparecer. Es necesario acabar con el parasitismo político y después analizar la situación de los que se sometieron al veredicto del electorado y darles condiciones para probar su importancia".

¿De qué forma, dado que no alcanzaron 0,5 por ciento de los votos?, consultó IPS.

"A pesar de no haber obtenido el mínimo legal, estos pequeños partidos pueden presentar un número mínimo de militantes a nivel provincial y nacional. Hay casos en que pueden representar entre 100.000 y 150.000 votos", concluyó Costa Almeida.

Otro caso que deberá ser evaluado legalmente en enero y que afecta al histórico Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA), es tal vez más complicado que el de la extinción de los pequeños partidos, según se interpreta del citado artículo de Jornal de Angola.

Fundado en 1962 tras la disolución de la Unión de las Poblaciones de Angola (UPA) por el líder histórico Holden Roberto, el FNLA suscribió un acuerdo con el Movimiento Popular de la Liberación de Angola (MPLA, actual partido en el poder) para luchar contra el colonialismo portugués, que no llegaría a desarrollarse.

Acuerdos posteriores, firmados en 1962 con Jonas Savimbi, el líder de la Unión Nacional para la Liberación Total de Angola (Unita) muerto en combate en 2002, lograron afirmarse por poco tiempo.

Tras el golpe militar izquierdista de abril de 1974, los capitanes portugueses invitaron al FNLA junto al MPLA y la UNITA a las negociaciones de paz para poner fin a la guerra en Angola y abrir paso al proceso de descolonización en las entonces Provincias de Ultramar africanas, que concluiría un año después.

Desde entonces hasta nuestros días, el FNLA se ha caracterizado por presentar una férrea oposición basada en su antagonismo histórico con el MPLA.

Su deterioro electoral ha sido notorio en los últimos años, resultado de las divisiones internas de 1997, 2004 y tras la muerte de Roberto en 2007. La amenaza ahora es de su desaparecimiento. De cinco diputados en la anterior legislatura, ahora solo cuenta con tres.

De dividirse nuevamente, como estiman posible analistas angoleños y portugueses, el FNLA podría caber en ese fatal menos de 0,5 por ciento.

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