América Central se ha convertido en la región del mundo más peligrosa para el sindicalismo, por el aumento de las amenazas, la tortura, las desapariciones y los asesinatos, revela un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Estas prácticas, que por un tiempo estuvieron ausentes en la región, han vuelto a ser cometidas, atentando contra los derechos de los trabajadores organizados, señala el informe.
La libertad sindical y la negociación colectiva han sufrido "un deterioro desde 2002; Centroamérica encabeza las regiones del mundo más peligrosa para ejercer la actividad sindical", aseguró Juan Manuel Sepúlveda, especialista en relaciones con los trabajadores de la OIT, en conversación telefónica con IPS desde San José, Costa Rica, donde se publicó el estudio el lunes.
La discriminación antisindical (despidos, limitaciones para organizar un sindicato y para ejercer la negociación colectiva) y los atentados contra la vida se encuentran entre las más graves violaciones observadas en la región y en República Dominicana, indica la OIT.
"La actividad sindical se ha transformado en una muy peligrosa; hay una profunda preocupación de la OIT y de las organizaciones sindicales" por el deterioro del respeto a los derechos de los trabajadores, reiteró Sepúlveda.
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El estudio "Estado Actual de la Libertad Sindical y la Negociación Colectiva en Centroamérica y República Dominicana", establece que las quejas sobre violaciones a este principio presentadas ante el Comité de Libertad Sindical, uno de los órganos de control de la OIT, "muestran un aumento en lo que va de esta década", en comparación con el período 1990-1999.
En ese decenio se interpusieron 72 denuncias mientras que entre 2000 y 2008 aumentaron a 89.
Al menos ocho dirigentes fueron asesinados entre 2000 y 2008 en distintos países de la región, aseguró el representante de la OIT.
América Central es una de las "regiones del mundo donde la labor sindical implica riesgos: amenaza de muerte, tortura, agresión física, pero sobre todo desapariciones y asesinatos", señala el informe.
Aun cuando estos países cuentan con marcos normativos para el ejercicio del sindicalismo, "existe una paradoja entre el reconocimiento internacional de los derechos fundamentales de libertad sindical y la persistencia de actos graves de violación contra esos mismos derechos".
José Martín Jiménez, dirigente de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras Salvadoreñas, denunció que en este país se continúa violentando los derechos de los trabajadores y que los asesinatos de líderes sindicales no cesan. Jiménez, quien participa en la conferencia "Promoción y defensa de la libertad sindical y negociación colectiva" que se realiza en la capital costarricense, relató a IPS que en 2008 varios intentos de formación de sindicatos terminaron en despidos de trabajadores.
Como ejemplo citó el caso de 10 personas despedidas en octubre, tras intentar conformar un sindicato en Industrias Caricia, dedicada a la fabricación de calzado.
El líder recordó, además, el asesinato de sindicalistas en los últimos años, como el del salvadoreño Gilberto Soto, que se convirtió en dirigente de International Brotherhood of Teamsters, el sindicato estadounidense de los transportistas de carga.
Soto fue asesinado en noviembre de 2004, mientras intentaba formar un sindicato de camioneros en El Salvador.
Otros dos casos denunciados por Jiménez son los de Miguel Ángel Vásquez, afiliado al Sindicato de Trabajadores del Sector Eléctrico, de la estatal Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa, asesinado en julio de 2007, y el de Armando León Monterrosa, del Sindicato de Trabajadores del Fondo Social para la Vivienda, muerto en enero de 2006.
Los tres asesinatos siguen en la impunidad.
En agosto de 2006, El Salvador ratificó los convenios 87, 98, 135 y 151 de la OIT, revalidando y ampliando la vigencia de los derechos sindicales de trabajadores del sector privado y público.
Pero en octubre de 2007, la Corte Suprema de Justicia emitió una sentencia de inconstitucionalidad sobre el Convenio 87, relativo a la libertad de asociación de los empleados públicos, por lo que ese derecho quedó sin efecto.
"Definitivamente, las violaciones a los derechos laborales" se han incrementado, subrayó Jiménez.
Esa "práctica de hacer desaparecer físicamente a los sindicalistas hacía bastante tiempo que se había desterrado de esta región" pero ahora resurge, ya que los "hechos indican que a partir de 2004 se han incrementado los casos denunciados", explicó Sepúlveda.
A la conferencia de San José, organizada por la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA) y auspiciada por la OIT, asisten representantes de sindicatos de América Central y República Dominicana y de confederaciones internacionales, que en 2009 desarrollarán la Campaña sobre Libertad Sindical en esta región.