AMBIENTE-VIETNAM: El costo del rápido crecimiento

El anuncio de que una empresa taiwanesa productora de glutamato monosódico, un condimento que resalta el sabor de los alimentos, contaminaba el río Thi Vai elevó en Vietnam la conciencia ambientalista del público.

Funcionarios detectaron que la empresa taiwanesa Vedan vierte desde hace más de 10 años aguas residuales a ese río y que eludió los controles mediante tuberías escondidas en el propio curso de agua.

Desde que se destapó el escándalo, autoridades ambientales nacionales y el gobierno local se acusan mutuamente por la falta de controles.

Era un secreto a voces que un tramo del Thi Vai estaba "muerto". Un informe realizado por la Agencia de Protección Ambiental de Vietnam lo dejó bien claro en 2006, además de dar detalles de la grave contaminación de otros ríos del norte de país.

La prensa investigó la conducta de numerosas fábricas y estimó que menos de un tercio de ellas cuentan con instalaciones adecuadas para tratar las aguas residuales.
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La paradoja es que el escándalo se originó en el río Dong Nai, para el que existe un ambicioso programa ambiental.

El proyecto piloto Pago por Servicios al Ecosistema (PSE) prevé el pago a agricultores río arriba de dinero que les entregan represas hidroeléctricas y otras empresas instaladas en el curso bajo con la intención de preservar la pureza de la cuenca del Dong Nai.

El río contaminado por Vedan fue el Thi Vai, no el Dong Nai, pero Jim Peters, director de Winrock International, organización que implementa el PSE, indicó todos los cursos de agua de la cuenca están relacionados.

Las empresas "pagan por mantener la calidad del agua" y, aunque los pobladores río arriba no la ensucien "si la que les llega a ellas no es de alta calidad, reducen el pago", explicó.

Pero también aseguró que Winrock no está metida en asuntos "turbios" y que es necesario hacer más evaluaciones antes de emitir juicios.

Lo que es claro es que los residuos líquidos que genera el proceso de industrialización de Vietnam, que ha contribuido al rápido crecimiento de la economía de este país y a disminuir la pobreza, ahora se ven en los ríos y el aire. Es un patrón ya vivido por otros países.

"Se contaminan los recursos naturales para crear empleos. El camino tradicional es usar ese capital y reinvertirlo luego para controlar mejor la contaminación", explicó Peters.

La preocupación actual es que las condiciones ambientales terminen perjudicando la economía, lo que ya sucede en algunas zonas.

La acuicultura ya se vio afectada. En julio se supo que los barcos ya no atracarán en el meridional puerto de Go Dau por temor a que el agua contaminada corroa sus cascos.

La falta de desarrollo en algunas zonas del país también juega su papel, aunque menor, en la contaminación del agua. Más de 1.000 aldeas con viejos equipos de saneamiento que vuelcan los desechos en los cursos de agua.

Y no sólo los ríos están contaminados.

La bahía de Ha Long, uno de los lugares turísticos del norte de Vietnam y declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), se vio perjudicada por el rápido desarrollo turístico. Gran parte de los corales murieron y los manglares están muy afectados.

"La muerte de los corales no es nueva. Era algo sabido", dijo a IPS Mike Haynes, consultor independiente en materia ambiental que trabaja desde hace años en la bahía.

"No es sólo la contaminación, sino también la sedimentación producida por cientos de razones diferentes", explicó. La erosión del suelo causada por obras de construcción en Ha Long, también una ciudad costera de rápido crecimiento, es uno de las principales causas de esta situación.

"Hay mareas negras en zonas turísticas y los basurales son un gran problema a lo largo y ancho del país", apuntó Haynes. La bahía de Ha Long recibe más de dos millones de turistas al año.

Nguyen Thi Thu Hang, de 35 años, vive desde hace 10 en un barco sobre el río Rojo, en Hanoi, con su familia, y se gana la vida con la pesca y cualquier otro trabajo que pueda conseguir para alimentar a sus tres hijos.

"No uso esta agua para cocinar", dijo a IPS. "Está muy sucia por la basura y los residuos de domicilios y fábricas de la zona."

"El campo está tan mal como la ciudad", señaló Bui Van Kim, vendedor de cerámica que suele viajar por ese río a menudo, para quien la contaminación empeoró en los últimos años.

Pero no está tan mal como en su ciudad natal de Du Bac, en la vecina provincia de Vinh Phuc, recorrida por los ríos Lo y Dai.

"Creo que esto está muy mal y no sé cómo pedir ayuda. En mi aldea todo está contaminado", señaló.

Los habitantes se ven obligados a comprar agua potable en otros lugares. Además, su médico le dijo que el sarpullido que tiene en la piel se debe al agua con la que lava su ropa.

Otro residente de Du Bac, Tran Van Khanh, un maestro de 31 años, coincidió con él.

Él mismo realiza análisis al agua y a los habitantes de la aldea. Según él, 65 por ciento de la población sufre alguna enfermedad, desde cáncer hasta cálculos renales, vinculada al alto grado de contaminación de los cursos de agua.

"El gobierno local se interesa por el asunto", dijo por teléfono a IPS. "Pero es poco lo que puede hacer. Quieren un sistema hídrico limpio, algo difícil de lograr".

Es una queja común.

Vietnam tiene muchas leyes ambientales consideradas avanzadas, pero es difícil implementarlas en el ámbito local. Ese hecho, además de las multas bastante simbólicas, son los mayores obstáculos que tiene este país para contener la contaminación.

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