SUDÁN-KENIA: Relaciones peligrosas

El supuesto abastecimiento de armas por parte de Kenia al Ejército Popular para la Liberación de Sudán, que gobierna la semiautónoma región meridional de ese país, enrarece las relaciones entre los dos países.

Cuando piratas secuestraron en aguas somalíes un carguero ucraniano repleto de armas a fines de septiembre, el gobierno sudanés, que había mantenido silencio al respecto, decidió tomar medidas.

La primera víctima fue un memorando de entendimiento que garantizaba a Kenia un mínimo mensual de 500.000 barriles de petróleo a bajo precio, a pesar de las declaraciones oficiales de Nairobi acerca de que las armas del carguero pertenecían "al pueblo keniata".

Diversas fuentes independientes sugirieron que el gobierno de Kenia no estaba diciendo toda la verdad.

Aunque el destino final de las armas es difícil de determinar, expertos militares señalan que existen evidencias de al menos dos entregas de tanques y otros tipos de material bélico en el sur de Sudán.
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En enero, la cadena de televisión privada Kenya Television Network y el diario Daily Nation informaron sobre un tren cargado de tanques que se dirigía desde Mombasa, principal puerto keniata, hacia Sudán.

"Es absolutamente claro que en Sudán tanto el norte como el sur se están rearmando", afirmó Robert Muggah, director de investigaciones de la no gubernamental Small Arms Survey, con sede en Ginebra, que supervisa la proliferación de las armas livianas.

"El sur de Sudán no está interesado en combatir al gobierno de Jartum, pero se rearma para protegerse de un posible ataque", agregó.

Aunque no existen embargos de armas contra el norte de Sudán, donde predomina la población árabe y musulmana, o al sur, donde la mayoría es negra y cristiana o animista, la Organización de las Naciones Unidas impuso uno en 2005 limitado a la occidental región de Darfur, en respuesta al genocidio cometido por grupos a los que Jartum apoya.

El norte de Sudán "ha estado comprando gran cantidad de armas. Se ha estado abasteciendo en Ucrania y adquirió muchas de origen ruso. En los últimos años también comenzó a proveerse de aviones", dijo Gill Lusk, de la publicación especializada Africa Confidential, que se edita en Londres.

Asimismo, Gill hizo referencia a dos tratados de cooperación militar entre Jartum y Teherán.

Gracias a los ingresos por sus exportaciones de petróleo, Jartum ha gastado mucho dinero en helicópteros y aviones, además de expandir su producción doméstica de tanques, vehículos blindados y cañones, pesados y livianos, a cargo de la Corporación Industrial Militar.

Por su parte, el parlamento del sur de Sudán aprobó una partida extra de 950 millones de dólares al presupuesto de 2008, originalmente de 1.700 millones de dólares, para cubrir el exceso de gasto del ejército, informó el ministro de Finanzas Kuol Athian.

A la región se le permite comprar armas, según los términos del acuerdo de paz de 2005 que puso fin a 21 años de guerra civil, pero sólo tras la aprobación del Consejo de Defensa Conjunto Norte-Sur.

Kenia actuó como mediador en el proceso que llevó a la firma del acuerdo de paz.

Según sus términos, el sur de Sudán gozará de un estatus semiautónomo hasta que se realice en 2011 un referendo sobre la independencia.

También estableció que se debían compartir equitativamente los ingresos obtenidos por las exportaciones de petróleo, pero discrepancias en este punto llevaron a los ministros del Movimiento Popular de Liberación de Sudán a retirarse del gobierno de unidad nacional que se había formado.

Los dos mayores yacimientos petrolíferos se encuentran en el sur, pero las refinerías y oleoductos están en el norte. Se teme que Jartum lance un ataque si el sur opta por la independencia en el referendo de 2011.

Los enfrentamientos que se produjeron este año por el enclave de Abyei, rico en petróleo, dan cierta credibilidad a esa hipótesis.

La demarcación de límites en esa zona es un tema conflictivo y de gran importancia económica. En este contexto el tema del abastecimiento de armas es especialmente delicado.

Las relaciones entre Nairobi y el sur de Sudán han sido cordiales. Al firmar en julio de 2006 un acuerdo bilateral de cooperación, el ministro sudanés de Información, Samson Kwame, dijo que Kenia "estará en la primera línea a la hora de recoger los beneficios que vendrán con el cambio".

El Banco Comercial de Kenia, el mayor del país, ya ha abierto dos sucursales en el sur de Sudán, una en la ciudad de Juba, sede del gobierno, y otra en la capital administrativa, Rumbek.

Empresas keniatas tienen fuerte participación en la construcción de infraestructura, especialmente carreteras y centrales de energía. El sur de Sudán, que carece de salida al mar abierto, depende de los puertos y aeropuertos de Kenia para sus importaciones.

Hubo, sin embargo, discrepancias. El año pasado, el sur de Sudán canceló dos contratos que había firmado con empresas de Kenia para el abastecimiento de cemento y suministros médicos.

También dio marcha atrás en un acuerdo que contemplaba que Nairobi enviara casi 2.000 maestros, supuestamente por corrupción en el Ministerio de Comercio e Industria.

Pero las relaciones se mantienen cordiales.

Mustapha Mohammed, de la Escuela del Servicio Exterior de la Universidad de Nairobi, señaló que las relaciones "intermitentes" de Jartum con grupos islamistas radicalizados es otro motivo por el cual Kenia apoya al sur de Sudán.

"A principios de los años 90, Jartum dio protección a Osama Bin Laden, líder del notorio grupo terrorista Al Qaeda. Y, en 1998, miembros de esa organización, que según se cree operaban desde Sudán, supuestamente participaron en el atentado contra la embajada de Estados Unidos en Nairobi", agregó.

"Esto puede explicar por qué el gobierno de Kenia ayudaría al sur de Sudán a rearmarse", dijo Mohammed.

"Si el sur de Sudán opta por la independencia, Kenia, como la mayor economía de la región, se beneficiará ya que sus empresas encontrarán un país en gran parte no explotado", señaló Henry Nyaguti, del centro de estudios Instituto de Análisis de Políticas y Asuntos Económicos, con sede en Nairobi.

"A cambio, el sur de Sudán podría proveer petróleo a precios subsidiados. Incluso si el referendo de 2011 no determina la separación, Kenia obtendrá una gran cantidad de ventajas", agregó.

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