Una de las principales preocupaciones de los periodistas que trabajan en Sri Lanka es mantenerse a salvo. Organizaciones internacionales creen que este país es el tercero más peligroso para la prensa, después de Iraq y Somalia.
En un clima cada vez más inseguro donde suelen ser asesinados, secuestrados o baleados, los periodistas han aunado fuerzas con organizaciones no gubernamentales para asegurarse de contar con una capacitación práctica que les ayude a minimizar los riesgos.
"Los periodistas de Sri Lanka sufren cada vez más de violencia política y otras formas de intimidación en el país. Cubrir protestas y manifestaciones puede exponerlos a altos riesgos, para los cuales ellos y sus editores deben estar preparados profesionalmente", explicó Sunanda Deshapriya, director del proyecto de seguridad del Movimiento de Medios Libres, con sede en Colombo.
En asociación con la estadounidense Internews Network y la francesa Internews Europe, el apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y la Unión Europea, el Movimiento inició una serie de programas de seguridad para periodistas en todo el país.
"Los cursos abordan varias cuestiones, entre ellas seguridad personal, planificación predespliegue, manejo de conflictos, cómo tratar con multitudes hostiles, conciencia de ser vigilados, primeros auxilios, cómo generar seguridad, afrontar detenciones y sobrevivir al cautiverio", dijo Deshapriya.
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Deshapriya destacó que los capacitadores son periodistas con mucha experiencia en cobertura de conflictos en el país.
Ellos "se comprometerán con sus colegas en discusiones y ejercicios prácticos sobre emergencias, cómo responder a diferentes formas de ataques y otros riesgos que enfrentan", agregó.
Según la organización internacional The Press Emblem Campaign, Sri Lanka es el tercer país más peligroso para los periodistas, luego de Iraq y Somalia. Desde 2005, 16 periodistas y trabajadores de los medios fueron asesinados en Sri Lanka.
El caso más reciente tuvo lugar en mayo, en la septentrional ciudad de Jaffna, cuando el periodista Paranirupasingham Devakumar, de Maharaja TV, fue brutalmente asesinado. Los autores arrojaron su cadáver en las afueras de la ciudad.
En septiembre, una pandilla de hombres armados sin identificar intentar matar a la periodista independiente Radhika Devakumar en la oriental localidad de Batticaloa.
Los hombres le dispararon tres veces en el abdomen, el pecho y el hombro, hiriéndola severamente.
"Los medios en el norte y el este del país continúan siendo los más afectados por las peores formas de inseguridad", señaló la Misión Internacional por la Libertad de Prensa en Sri Lanka, en su visita realizada en octubre.
"El acceso de los medios a áreas afectadas por la guerra está fuertemente restringido, y los periodistas son obligados a reproducir información diseminada por los bandos en conflicto", agregó la organización.
"Los medios son constantemente amenazados por todas las partes del conflicto en un esfuerzo por restringir la información independiente y crítica", indica el comunicado emitido por la Misión.
Entre los miembros de la misión internacional de control de los medios están la Federación Internacional de Periodistas, International Media Support, el Instituto Internacional para la Seguridad de la Prensa, el Instituto Internacional de la Prensa y Reporteros Sin Fronteras.
Desde 1983 fueron asesinadas más de 70.000 personas en los combates entre las fuerzas armadas srilankesas y los rebeldes Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), que han recurrido a la lucha armada con el objetivo de crear un estado autónomo para la minoría tamil del país.
Para Mohammad Ismail Farook, corresponsal en Batticaloa del periódico Thinakaran, el apoyo internacional a la libertad de los medios y a la seguridad de los periodistas en el país debe estar acompañado por una capacitación a esos profesionales en el lugar donde se desempeñan.
"Necesitamos entrenamiento en seguridad para protegernos mejor. La mayoría de los periodistas en mi área simplemente no son conscientes de lo que tienen que hacer para mantenerse a salvo de daños corporales mientras están trabajando", dijo a IPS.
En septiembre de 2006, Farook recibió una carta amenazadora en la que el LTTE le advertía que sería "castigado" por sus informes noticiosos.
"Por supuesto que me asusté, y estoy tomando precauciones", reveló.
En mayo de 2004, el periodista Aiyathurai Nadesan, radicado en Batticaloa, fue asesinado a balazos por hombres armados no identificados que le dispararon desde una motocicleta.
La policía de Batticaloa inició una investigación sobre la matanza. Sin embargo, todavía no se llevó a ningún sospechoso a tribunales.
Nadesan, de 48 años, era un prestigioso periodista, muy crítico de los grupos paramilitares que operaban en el este y también del ejército de Sri Lanka, en su muy leída columna política de la edición dominical del periódico Virekasari.
"El asesinato de Nadesan fue un punto de inflexión para los periodistas en Batticaloa. Muchos sintieron que no valía la pena informar sobre asuntos políticos si una sola bala podía poner fin a sus vidas. También hubo muchos que abandonaron la profesión y se consiguieron otros trabajos", destacó Farook.
Farook reveló que muchos periodistas habían sido forzados a abandonar Batticaloa debido a la "presión de todos lados".
"Sólo queda un puñado de corresponsales", agregó.
Según el Movimiento de Medios Libres, unos 25 periodistas de Batticaloa han abandonado el país desde 2004 debido a las amenazas y la presión.
Como los ataques verbales y físicos, el acoso, las restricciones al acceso y el vilipendio del personal de los medios se volvieron moneda corriente en la vida de los periodistas en Sri Lanka, la capacitación en materia de seguridad que realiza el Movimiento pueden salvar vidas.
"Aunque no hay un sustituto para la experiencia, entrenar para ser conscientes del peligro ayuda", sostuvo Deshapriya.
"El punto central de la capacitación en seguridad del Movimiento es generar habilidades de concientización. Una de las habilidades más importantes que los periodistas pueden aprender es cómo protegerse a sí mismos y al otro", agregó.