En una visita a Haití tras los huracanes Fay, Gustav, Ike y Hanna, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, anunció la condonación de 500 millones de los 1.700 millones de dólares de la deuda externa de ese país, y dijo que pronto ocurriría lo mismo con el resto.
Sin embargo, organizaciones no gubernamentales haitianas e internacionales señalan que sus comentarios fueron engañosos. En realidad, todavía no se perdonó ninguna parte de la deuda, y tanto el Banco como el Fondo Monetario Internacional (FMI) postergaron en octubre y por seis meses el ingreso de Haití a la Iniciativa para los Países Pobres Fuertemente Endeudados (HIPC), condición para el alivio de la deuda.
El analista Dan Beeton, del Centro para las Investigaciones Económicas y Políticas, con sede en Washington, espera que se expida la cancelación de los compromisos de Haití, y que el Banco Mundial y el FMI, junto con los acreedores Francia y Estados Unidos, condonen la deuda sin requerir que ese país "salte a través de más aros".
"Sin embargo, la institución que realmente tiene el poder para hacer que esto ocurra es el Departamento del Tesoro (Ministerio de Hacienda) de Estados Unidos", señaló.
"Desafortunadamente, el Tesoro, como el Banco Mundial, ha continuado poniendo condiciones —algunas de las cuales pueden ser perjudiciales para el desarrollo económico de Haití— y una innecesaria burocracia por delante de las necesidades del pueblo haitiano, incluso después de lo que el subsecretario general para Asuntos Humanitarios de la ONU, John Colmes, describió como "el peor desastre en los últimos 100 años".
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Entre agosto y septiembre, una serie de cuatro poderosas tormentas se desataron sobre Haití, matando a cientos de personas y dejando a miles sin hogar, además de devastar la ya decrépita infraestructura del país.
Según Beeton, a comienzos de este año, 54 miembros del Congreso legislativo de Estados Unidos enviaron una carta pidiendo apoyo del Tesoro para una moratoria sobre los pagos de deuda por parte de Haití, sin esperar que el país califique para el HIPC.
La carta señalaba que Haití debería haber sido admitido en el proceso del HIPC hace 10 años, dado que es el país más empobrecido del hemisferio occidental.
El FMI exige como condición para cancelar la deuda de un país que éste implemente sus Documentos de Estrategia para la Reducción de la Pobreza (PRSP, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, queda a discreción del Banco Mundial hacer o no que esto sea una condición para que se le alivie la deuda.
El informe sobre Implementación del Estatus del HIPC para Haití indica que la demora de seis meses es una consecuencia directa de la crisis alimentaria que sufre ese país. Además, señala que la conmoción en el precio de las materias primas desvió la atención de la implementación de los PRSP.
Estaba prevista una conferencia de donantes para fines de abril en Puerto Príncipe, a fin de crear grupos de trabajo que luego conducirían a una conferencia para la implementación de los PRSP a tres años.
Sin embargo, la conferencia fue cancelada debido a violentas protestas por el aumento en los precios de los alimentos, y a la posterior renuncia del primer ministro.
Jonathan Stevenson, de la organización Jubilee Debt Campaign, dijo a IPS que espera que el presidente del Banco Mundial emita una aclaración sobre los comentarios que formuló en su visita, del 20 al 22 de octubre, a Haití.
"Y (Zoellick debería) comprometerse a plantear la pregunta de cómo acelerar el alivio de deuda de Haití ante los accionistas del Banco, dado que la situación actual es deplorablemente inadecuada", agregó Stevenson.
Steven Jackson, portavoz del Banco, dijo a IPS que hasta ahora Haití recibió unos 42,9 millones de dólares por concepto de alivio de deuda. Añadió que, cuando el país complete el proceso, será apto para el alivio concedido en el marco de la Iniciativa Multilateral de Alivio de Deuda (MDRI, por sus siglas en inglés).
Actualmente, según cálculos del Banco Mundial, se espera que Haití complete el proceso para mediados de 2009.
Stevenson, de la Jubilee Debt Campaign, indicó que, enfrentado con semejante crisis, agravada con la serie de tormentas y aumentos en los precios mundiales de los alimentos, el Banco Mundial debería haber actuado para acelerar el alivio de la deuda de Haití, en vez de retrasarlo.
"Pero decirle a Haití que debe esperar seis meses para el alivio de deuda es como que (el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry) 'Hank' Paulson le diga a Wall Street que volverá a ponerse en contacto en Año Nuevo", dijo Stevenson a IPS.