Un fondo que se financiará con el aumento de cinco por ciento en las tarifas del servicio de agua potable se destinará desde enero a los campesinos de unas 88.000 hectáreas rurales que rodean a la capital de México. Así lo informó a Tierramérica el director del Sistema de Aguas de la ciudad, Ramón Aguirre.
El objetivo es que los campesinos que son dueños de 70 por ciento de esos terrenos reciban compensaciones económicas por preservarlas como zonas de recarga de los mantos acuíferos. Menos de 50 por ciento de ese «suelo de conservación» se mantiene como tal. Un tercio se destina a uso agrícola y el resto está en proceso de urbanización.
Gran parte del agua potable de la capital se extrae del subsuelo, pero a una velocidad mayor que la de su capacidad de recarga, según la gubernamental Comisión Nacional del Agua.