«La desertificación es uno de los problemas ambientales más graves de Chile, pero no existe una política de Estado» para combatirla, afirmó a Tierramérica Lucio Cuenca, del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA). A diferencia de la biodiversidad y el cambio climático, temas prioritarios para el gobierno, la desertificación hoy se aborda con planes e instrumentos aislados, que no están coordinados ni han sido evaluados, afirmó Cuenca. OLCA y otras organizaciones se reunieron con las ministras de Ambiente y de Agricultura y están gestionando encuentros con comisiones del parlamento para dar a conocer su diagnóstico y exigir una respuesta al más alto nivel. En 1998 el gobierno informó que 63 por ciento del país presentaba algún grado de desertificación, lo que continuó avanzando en la última década, según el Censo Agropecuario de 2007, indicó Cuenca.