Nadie recuerda muy bien el primer nombre del primo británico del estadounidense Colin Powell.
Las dos familias emigraron de Jamaica prácticamente al mismo tiempo. Los padres de Colin se radicaron en el barrio neoyorquino de Harlem, donde él nació. Este hijo de jamaiquinos llegó a encabezar el Departamento de Estado (cancillería) de la mayor potencia mundial.
La segunda familia optó por Gran Bretaña. El primo de Colin Powell se jubiló allí como chofer de autobús.
En su última visita a Londres, le preguntaron al ex secretario de Estado si creía que Gran Bretaña podría dar a un hombre de raza negra las oportunidades que Estados Unidos le otorgó a él. Con amabilidad, respondió que pensaba que no.
Ahora que Barack Obama ha sido elegido presidente de Estados Unidos, las comunidades negras y de otras minorías en Europa se preguntan, por ejemplo: ¿Podrá un negro ser primer ministro de Gran Bretaña en el futuro cercano? ¿O un descendiente de turcos canciller (jefe de gobierno) de Alemania?
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Todos piensan que no.
A los alemanes les complace escuchar y aplaudir a Obama. Pero muy pocos se molestan en trazar un parangón entre la opción de los estadounidenses y las de los ciudadanos de Alemania, Francia u otros países europeos.
De hecho, Europa parece encaminada en la dirección opuesta. "Existe una gran hostilidad contra los inmigrantes en este momento", dijo a IPS Daniel Joly, director del Centro de Investigaciones en Relaciones Étnicas de la Universidad Warwick.
"Es un sentimiento que se ha desarrollado a lo largo de varios años, incluso como consecuencia del discurso de los políticos, que ha sido muy negativo respecto de la inmigración", agregó.
"Desafortunadamente, esto también afecta a quienes no son inmigrantes, sino hijos o nietos de inmigrantes, que son tratados con la misma hostilidad. Ése es el clima general en países como Alemania, Francia y Gran Bretaña en este momento", afirmó Joly.
Europa no acepta a los miembros de las minorías en términos políticos. "En Francia no existe un solo legislador negro, ni tampoco los hay en puestos de importancia de los partidos políticos", señaló.
Según Joly, en Francia el problema es tan complejo como en Gran Bretaña, "por la forma en que está estructurado el sistema, pero probablemente porque los partidos no han integrado a personas de origen inmigrante".
"Incluso tienen problemas para integrar a las mujeres: muy pocas ocupan cargos en los partidos o bancas en el parlamento", agregó.
Por lo tanto, ya sea que el presidente sea elegido por el voto directo de los ciudadanos, como en Francia, o el primer ministro por el parlamento, como en Gran Bretaña, no existe espacio para que una persona negra alcance la cima del poder político.
En Gran Bretaña, el primo de Colin Powell puede considerarse afortunado por no haber sido atacado o golpeado durante toda su vida de trabajo como chofer de autobuses.
Mientras en Estados Unidos la ciudadanía convirtió a Obama en presidente, la comunidad negra británica debe luchar por sus derechos básicos en materia de empleo, educación, vivienda y acceso a la salud.
A medida que la economía europea se precipita en la recesión más rápido de lo que todos preveían, crece el temor de que el clima se vuelva aun más hostil para las minorías.
Trevor Philips, presidente de la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos, advirtió que el sentimiento contra los inmigrantes podría recrudecer en un contexto de crisis económica.
"La mejor defensa contra el prejuicios es darle lugar en la sociedad a los resentidos frente a los inmigrantes. Debemos hacerlo con la misma clase de políticas especiales que se aplicaron a las minorías étnicas", agregó.
"Existe un grupo de personas, la mayoría de las cuales es blanca, que sufrirá la crisis económica y a la que debemos ayudar. Hay que invertir recursos adicionales allí donde los jóvenes no pueden competir con las habilidades de los inmigrantes", señaló Philips.
No ser blanco implica una guerra cotidiana para muchos en Europa. Policías británicos pertenecientes a minorías se quejan con enorme frecuencia de discriminación racial. El Centro Sainsburys de Salud Mental reveló que muchos negros están profundamente perturbados por la discriminación y que, para peor, no reciben la atención que necesitan.
Las personas con problemas psicológicos enfrentan barreras para obtener y mantener sus empleos. "Para las de raza negra pueden ser especialmente difíciles de superar. Los servicios de salud mental y empleo deben responder a este desafío y ofrecer apoyo donde es necesario", dijo Bob Grove, director de empleo del Centro.
Actualmente, 63 por ciento de los negros de Gran Bretaña están empleadas, ante 72 por ciento de los blancos. Las investigaciones realizadas desde 2005 muestran que la tasa de empleo para los negros se mantiene 10 puntos porcentuales por debajo del promedio nacional.
En la misma semana en que se celebraba la victoria de Obama, otro estudio reveló que los alumnos negros de ascendencia caribeña son víctimas de racismo institucionalizado en las escuelas británicas, lo que limita dramáticamente sus posibilidades de alcanzar el éxito académico.
La investigación muestra que los docentes subestiman rutinariamente la capacidad de sus alumnos negros y confirma la percepción general de que el bajo rendimiento escolar se ve agravado porque los maestros no tienen grandes expectativas de que alcancen el éxito.
Millones de afroestadounidenses sufren, sin duda, discriminación y segregación. Pero ese país ha sido testigo de una revolución de lo posible, que todavía se encuentra muy lejos en Europa, tanto que algunos creen que jamás ocurrirá.