Cuba y China subrayan su alianza política y económica en momentos en que el gobierno de Raúl Castro se abre al diálogo con la Unión Europea (UE), apuntala sus relaciones con América Latina y estrecha lazos con Moscú, su más cercano aliado de la fenecida era soviética.
La visita a Cuba del presidente de China, Hu Jintao, desde la noche del lunes hasta este miércoles, avanzó en el tendido de puentes entre las dos naciones separadas por miles de kilómetros y cercanas ideológicamente, más allá de sus diferentes estrategias políticas y económicas.
Muestra del grado preferencial de las relaciones bilaterales, Hu visitó el martes al ex presidente Fidel Castro, alejado de la vida pública desde julio de 2006 por enfermedad, si bien aún sigue siendo primer secretario del gobernante Partido Comunista de Cuba.
La televisión cubana mostró una fotografía de ese encuentro en su noticiero estelar nocturno, la primera del ex gobernante de 82 años que se exhibe en varios meses. Castro dejó en febrero sus cargos de presidente del Consejo de Estado y de Ministros y de jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
Bajo el título "China sigue demostrando la validez del socialismo", el diario oficial Granma reiteró el lunes la tesis de Fidel Castro de que "no existen dos procesos revolucionarios socialistas absolutamente iguales" y cada pueblo debe adaptarse a "las condiciones concretas de su propio país".
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En tanto, el presidente Raúl Castro demostró que su simpatía por el coloso asiático y su proceso político es de larga data, al entonar en idioma chino, frente a su huésped y más de 300 estudiantes de ese país, una canción dedicada al líder Mao Zedong (1893-1976) que aprendió en un congreso de jóvenes de izquierda celebrado en Viena en 1953.
Como parte de un intercambio educativo, 1.917 estudiantes chinos cursan en Cuba las carreras universitarias de idioma español, medicina, enfermería, turismo, pedagogía en humanidades y psicología. "Estamos lejos de nuestras familias, pero acá nos cuidan y tratan muy bien", dijo a IPS una joven china de 19 años.
Al término de sus conversaciones oficiales, Hu y Castro firmaron varios acuerdos que se añadieron a otros suscritos con antelación por una comisión intergubernamental para la compra de azúcar y níquel, el remozamiento de la infraestructura portuaria de este país e inversiones en biotecnología.
"El encuentro reafirmó el excelente estado de las relaciones entre los dos partidos y gobiernos ( ) y el firme propósito de reforzar aún más esos estrechos vínculos en adelante", dijo un comunicado oficial.
Entre lo convenido se aplaza el pago de varios adeudos de Cuba a China y se acuerda un crédito por 70 millones de dólares para la reparación y reconstrucción de la red hospitalaria cubana. El apoyo llega en momentos de tensiones financieras para este país, que acaba de sufrir el impacto de tres huracanes que dejaron daños económicos de 9.700 millones de dólares.
Fue un buen viaje con buenos resultados, como siempre son las visitas de los presidentes chinos, con resultados óptimos, comentó Raúl Castro en el aeropuerto capitalino, luego de despedir a Hu, que partió este miércoles hacia Perú, donde asistirá a la XVI Reunión de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Este fue el segundo viaje de Hu a La Habana como jefe de Estado. En su primera estancia, en noviembre de 2004, había firmado también varios acuerdos y se había reunido en privado con Fidel Castro, que lo condecoró con la orden José Martí, máximo reconocimiento del gobierno cubano a personalidades extranjeras.
Cuba es una pequeña isla caribeña con 11,2 millones de habitantes. En el extenso territorio chino viven 1.300 millones de personas.
Los dos países mantienen vínculos diplomáticos desde el 28 de septiembre de 1960, aunque sus relaciones pasaron por momentos de distanciamiento, en dependencia de las posturas de sus gobiernos dentro del hoy desaparecido campo socialista, que incluía a la Unión Soviética, disuelta en 1991.
Fuentes oficiales consideran que los vínculos pasan ahora por su mejor momento, con un intercambio comercial que sobrepasó los 2.600 millones de dólares en 2007, 23 por ciento más que en 2006. Ese monto convierte a China en el segundo socio comercial de Cuba, después de Venezuela.
La presencia de Hu sigue a la segunda visita del año efectuada por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, a fines de octubre, para sellar un estratégico acuerdo petrolero, y precede al anunciado viaje a La Habana del presidente ruso Dmitri Medvédev, para fines de noviembre.
La presencia de Medvédev permitiría avanzar en la mejora de las relaciones entre Cuba y Rusia, invitada por autoridades cubanas a convertirse en importante inversora en el ámbito de la energía y el turismo, así como en la industria minera.
En la segunda mitad de este año, el gobierno de Raúl Castro y la UE iniciaron un diálogo político que se espera ayude a zanjar diferencias y que ya permitió restablecer la cooperación interrumpida en 2003, tras desencuentros diplomáticos por la detención y condena de 75 opositores cubanos.
La Habana fortaleció también su posición en América Latina con la aprobación el 13 de noviembre de su ingreso como miembro de pleno derecho al Grupo de Río, mecanismo regional de diálogo y concertación política creado a mediados de los años 80.
Invitado por Lula, Raúl Castro viajaría a Brasil a mediados de diciembre para asistir a la primera Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo, ocasión que aprovecharía para realizar una visita de Estado al gigante sudamericano.
En declaraciones desde Caracas, el presidente venezolano Hugo Chávez aseguró que el mandatario cubano ha recibido invitaciones de Brasil, China, Rusia y de otros países, pero que el suyo será el primero en recibirlo "en los próximos días". Tal anuncio no fue confirmado en La Habana.
El dinamismo de la política exterior cubana se hace visible en vísperas del cambio de gobierno en Estados Unidos, cuyo presidente electo, Barack Obama, ha prometido flexibilizar la política hacia Cuba, comenzando por eliminar restricciones impuestas por el mandatario saliente, George W. Bush.