Trece países del Caribe se disponen a firmar acuerdos de asociación económica (EPA) con la Unión Europea (UE) este miércoles en Barbados. Mientras, las negociaciones de tratados similares, pero entre la UE y países africanos, están muy retrasadas.
A lo largo de 2007, la Comisión Europea —rama ejecutiva del bloque— insistió reiteradamente en que era necesario concluir los acuerdos comerciales con los países de África, el Caribe y el Pacífico (ACP) para fines de ese año.
La razón declarada para ese plazo era que el acceso preferencial a las exportaciones de esos países a la UE ya no estaría exento de las normas establecidas por la Organización Mundial del Comercio (OMC) luego de esa fecha.
Aunque 35 gobiernos de países ACP ya habían firmado sus acuerdos con la UE para fines de 2007, éstos todavía no fueron notificados formalmente a la OMC.
El director general de Comercio de la Comisión, David OSullivan, dijo el día 13 ante el Parlamento Europeo que las demoras eran "muy preocupantes", y las atribuyó a demandas de los gobiernos de la UE para que los acuerdos sean traducidos a los 23 idiomas oficiales del bloque.
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Este oneroso requisito ha "sobrecargado" a la administración, dijo. El ex comisario de Comercio de la UE, Peter Mandelson, designado en un puesto ministerial británico a comienzos de este mes, quedó irritado por los obstáculos burocráticos que encontró para acelerar la firma de los acuerdos, aseguró O'Sullivan.
"Ésta es una situación muy vergonzante. Hasta unos días antes de su regreso a Londres, el señor Mandelson nos estaba presionando e insistiendo: '¿Por qué no pueden hacerlo mejor'?", señaló.
El europarlamentario Frithjof Schmidt, del Partido Verde alemán, sugirió que había sido inducido a error. "En 2007 nos hablaron de la necesidad de una rápida notificación" a la OMC, dijo Schmidt, abordando directamente a OSullivan.
"Pienso que usted no nos informó correctamente durante 2007", agregó.
Trece países caribeños tienen previsto firmar un EPA para su región en una ceremonia que se realizará este miércoles en Bridgetown, Barbados. Pero OSullivan reconoció que muchos de los acuerdos alcanzados con África no estarán prontos para su firma hasta 2009.
Los acuerdos africanos han sido limitados al comercio de bienes, y los funcionarios los califican de "interinos" o "peldaños". Las negociaciones continúan con la mira puesta en expandirlas, y en garantizar acuerdos con más de 40 países ACP que hasta ahora no han aceptado ningún EPA.
La Comisión espera que los acuerdos ampliados cubran "nuevos asuntos", como liberalización de servicios, inversiones extranjeras, competencia y compras públicas.
En una cumbre UE-África celebrada en diciembre pasado en Lisboa, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se comprometió con que las disposiciones de los acuerdos interinos que los gobiernos consideraran controvertidas podrían ser renegociadas.
Sin embargo, los diplomáticos africanos se quejan de que este compromiso no se está cumpliendo. Especialmente polémicas son las restricciones contenidas en algunos de los EPA sobre impuestos a las exportaciones.
Algunos países africanos gravan productos de exportación como el cacao, el metal y los animales vivos. Para estados con bases de ganancias extremadamente pequeñas, estos impuestos son una significativa fuente de ingresos.
Esos tributos también podrían usarse para alentar el desarrollo de industrias que procesan materias primas antes de exportarlas.
En uno de sus discursos finales como comisario de la UE, Mandelson señaló su deseo de que se inserten prohibiciones a los impuestos a las exportaciones en todos los acuerdos de libre comercio que el bloque concluya.
OSullivan dijo que la UE no desea "imponer nada a nadie", pero que considera que el libre comercio de materias primas es preferible a los impuestos a las exportaciones.
"Comprendemos plenamente las preocupaciones de desarrollo detrás de los impuestos a las exportaciones. Deberíamos ser flexibles para tener en cuenta las genuinas preocupaciones de desarrollo de nuestros socios", declaró O'Sullivan a IPS.
"Por otro lado, no hay un mercado de materias primas en funcionamiento. Al final todo sufre a partir de eso, incluyendo a la industria europea, que es privada de insumos importantes", agregó.
Un diplomático africano que habló a condición de no revelar su identidad describió los comentarios de Mandelson sobre impuestos a las exportaciones como "atroces".
"En esencia, lo que está diciendo es que la UE intenta privar a los países ACP de las actividades que agregan valor", sostuvo el diplomático.
La embajadora de Ghana en Bruselas, Nana Bema Kumi, dijo que es "primordial" que su país reciba una asistencia sustancial de la UE para que el EPA que su país ha firmado tenga éxito.
Otro desafío importante es "hacer que el público de Ghana acepte el EPA", añadió.
Bajo el acuerdo, Ghana tiene que eliminar 80 por ciento de los aranceles que aplica a las importaciones de Europa en un periodo de 15 años.
"Hay un temor genuino al posible colapso de algunas industrias de Ghana a causa de su incapacidad de competir (con las importaciones europeas). Y la probable pérdida de ingresos procedentes de los aranceles no se puede exagerar", señaló la embajadora.
Camerún expresó preocupación sobre cómo el colapso del esfuerzo por revivir la ronda de conversaciones comerciales de Doha en julio está teniendo repercusiones en cadena sobre las negociaciones de los EPA.
Poco después del colapso de las conversaciones, la Comisión Europea buscó poner fin a una disputa de 15 años con los productores bananeros latinoamericanos en torno de las preferencias concedidas a países ACP que cultivan este fruto.
La Comisión ofreció reducir sus impuestos a las importaciones de bananos latinoamericanos a 114 euros (154 dólares) la tonelada para 2016. Actualmente el impuesto es de 176 euros (238 dólares).
El enviado de Camerún ante la UE, Jacques Alfred Ndoumbe Eboule, dijo que su país, "como otros productores de bananos de ACP, quiere una compensación financiera" para cualquier arreglo alcanzado con América Latina.
"La alternativa es la aniquilación de nuestro sector bananero", agregó.
La activista Karin Ulmer, de Aprodev (alianza de organizaciones contra la pobreza vinculada a iglesias protestantes), dijo que el mantenimiento de las preferencias bananeras por parte de la UE era una cuestión de fundamental importancia para Camerún, y que ese país no debería tener que implementar un acuerdo que no le ofrece suficiente protección.
De los ocho países de África central involucrados en las negociaciones de los EPA, sólo Camerún aprobó un acuerdo interino el año pasado. Continúan las conversaciones que aspiraban a alcanzar un acuerdo con los siete gobiernos restantes de la agrupación regional.
"La región quiere negociar como región. La Comisión no debería debilitar a Camerún presionándolo o señalándolo", sostuvo Ulmer.