Cuando falta poco más de un mes para las elecciones generales de Rumania, empleados estatales realizan protestas masivas en reclamo del aumento salarial de 50 por ciento que ya lograron los educadores, al menos en los papeles.
La cámara baja del parlamento aprobó por unanimidad el 30 de septiembre el incremento del sueldo de maestros y profesores. Aún resta la sanción del Poder Ejecutivo, que prometió promulgar la ley respectiva.
Mientras los educadores celebraban, los sindicatos del resto de los funcionarios estatales protestaban por sentirse discriminados.
El 7 de este mes, unos 15.000 funcionarios de los cuatro principales sindicatos del país exigieron en la Plaza de la Constitución, en Bucarest, un aumento salarial similar al de educadores.
El centroderechista Partido Demócrata Liberal (PDL) recoge 38 por ciento de las intenciones de voto para las elecciones del 30 de noviembre entre los encuestados por la consultora Insomar.
El gobernante centro derechista Partido Liberal Nacional (PLN) recoge 16 por ciento de la adhesión de los entrevistados para el sondeo, y la principal fuerza de la oposición, el Partido Social Demócrata (PSD), 26 por ciento.
El PDL y el PLN formaban parte de la coalición de gobierno. Pero el PLN se retiró en marzo de 2007 tras una serie de conflictos entre el primer ministro Calin Popescu-Tariceanu, del PLN, y el presidente Traian Basescu, del PDL.
Actualmente, el gobierno cuenta con una minoría parlamentaria integrada por el PLN y la pequeña agrupación Unión Democrática de Húngaros de Rumania.
Para Dumitru Costin, del Bloque Nacional de Sindicatos, el objetivo de la manifestación era mostrar que los trabajadores "viven en este país todos los días, no sólo en campañas electorales, cuando los políticos se apuran a conquistar a la gente con cerveza y comida".
El gobierno debe dejar de tomar medidas para dividir a los trabajadores, subrayó Costin.
Médicos, periodistas y empleados administrativos son algunos de los que reclaman aumento de sueldo.
El ministro de Economía, Varujan Vosganian, del PLN, señaló que un aumento de sueldo "puede desatar una crisis económica porque no hay tanto dinero disponible".
El déficit presupuestario que conlleva un aumento de salarios generalizado puede poner en riesgo el ingreso de Rumania a la eurozona (que integra a los 15 países entre los 27 de la Unión Europea que usan el euro como divisa) , previsto para 2014.
El primer ministro Popescu-Tariceanu también se opuso al aumento de 50 por ciento y acusó al parlamento de "superpopulista".
A la pregunta de por qué los legisladores de su propio partido, el PLN, habían aprobado el proyecto, el primer ministro respondió que fue "un error" y que "debemos dejarlo atrás".
El 7 de este mes, Popescu-Tariceanu removió de su cargo al ministro de Educación, Cristian Adomnitei, de su propio partido, y lo acusó de irresponsable por respaldar la medida.
El gobierno llevó el asunto al Tribunal Constitucional, que consideró legal el aumento salarial.
Ante la posibilidad de que los partidos políticos cambien de opinión, maestros y profesores ya amenazaron con ir a la huelga.
El Sindicato Nacional Docente Spiru Haret entabló una demanda contra Cristian Adomnitei, por "desinformar a la opinión pública" e "instigar a otros profesionales contra los trabajadores de la educación".
También demandarán por lo mismo al primer ministro y al ministro de Economía.
"Sí, el parlamento votó un aumento para nosotros, pero fue todo un show", señaló la maestra Dana Ganeat, de Bucarest.
"Es normal que todos los otros trabajadores reclamen lo mismo. Este país es un desastre generalizado. Me asquean los políticos porque se burlan de la gente", añadió.
Antes de las elecciones de noviembre para el Parlamento Europeo de 2007, el PLN supo aprovechar réditos sociales de último momento, según el politólogo Adrian Mosneag, de una consultora de asuntos políticos.
Ahora trata de lograr el mismo efecto, sostuvo, explicando la lógica de los partidos más allá de este "desastre generalizado".
"Duplicar las pensiones pocos meses antes de las elecciones europeas le sirvió al PLN para reunir 13 por ciento de los votos, cinco por ciento de los cuales eran de pensionistas, y en especial de zonas rural", apuntó.
"Y eso pese a que el PLN era considerado hasta ese momento como un partido elitista de derecha, respaldado principalmente por sectores urbanos con altos niveles de educación", añadió.
"A medida que se acercaban los comicios de este año, el PLN comenzó una nueva campaña de aumento de salarios y pensiones", recordó Mosneag.
"El único gran partido de izquierda de Rumania, el PSD, respaldo esta espiral de regalos electorales y estimuló al gobierno a aumentar antes las pensiones e incrementar el salario docente en 50 por ciento", apuntó.
"El PDL también se sumó a la espiral", agregó.
Es difícil decir quien va a perder más con esta crisis porque el "sistema político rumano es extremadamente impredecible", sostuvo Mosneag, pero "quizá el PSD tenga una mejor posición porque su mensaje de izquierda está bien dirigido hacia su objetivo".
El PDL pudo ser el menos golpeado por el conflicto por permanecer fuera de él, pero "aún tiene graves fallas de comunicación y de posturas tácticas", que le jugarán en contra, sostuvo el politólogo.
La intención de voto del PDL se basa, en gran parte, sobre la popularidad del presidente, pero su aprobación cae todos los meses.
El PDL puede llegar a tener menos votos que lo que indican las encuestas porque Rumania estrena un nuevo sistema electoral, que cambia la representación proporcional pura a uno que la combina con el de mayorías relativas.
"La versión adoptada no es la que propuso Basescu y el colegio electoral fue conformado por un parlamento dominado por el PSD y el PLN. Esos partidos son los que se van a ver beneficiados con la nueva estructura del colegio electoral", concluyó.