Los precios del crudo tocaron este viernes los 75 dólares por barril de 159 litros, casi la mitad de la cotización récord de 147,27 dólares alcanzada hace apenas tres meses.
El fuerte declive en los precios del "oro negro" acompañó la caída de dos semanas de la bolsa de valores neoyorquina de Wall Street, que ha arrastrado prácticamente a la totalidad de los mercados financieros globales.
El principal motivo de la baja es "la liquidación de contratos en los mercados a futuro ante los temores porque la crisis financiera estadounidense afecte la demanda petrolera mundial", señaló el Ministerio de Energía de Venezuela en su informe semanal.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) sostuvo que "se extiende la debilidad de la demanda en la mayoría de los países de la OCDE", la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que incluye entre sus miembros a los 30 países más industrializados. La AIE es su brazo energético.
La menor demanda se debe a "las perspectivas económicas sombrías, por una crisis financiera que podría colocar en recesión a las economías de la OCDE", indicó la AIE, que hace estimaciones a la baja en el consumo mundial de petróleo, de 86,5 millones de barriles diarios este año.
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Al cierre de la jornada, los precios se recuperaron alrededor de 80 dólares por barril, que en el caso de países como Venezuela, exportadores casi exclusivos de crudo, es el límite tolerable para el sostenimiento de sus políticas económicas y de cooperación internacional.
El West Texas Intermediate (WTI), crudo marcador estadounidense, quedó en 80,7 dólares por barril en el mercado de Nueva York y a 80,2 en Londres.
El Brent del Mar del Norte, referencia europea, cerró en Londres a 76 dólares, y en las pizarras neoyorquinas se lo compraba a 76,6 dólares por barril.
Los promedios semanales fueron de 89,46 dólares para el WTI, 86,1 para el Brent y de 80,7 dólares para la cesta de 12 crudos que utiliza la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP.
La OPEP, que preveía reunirse en diciembre para considerar las perspectivas de 2009, decidió hacer una reunión extraordinaria el 18 de noviembre en Viena, informó el presidente venezolano Hugo Chávez.
Allí volverán a confrontarse sus tesis de reducir la producción para apuntalar los precios, como sistemáticamente hacen Irán y Venezuela, o mantener los mayores flujos posibles como defiende Arabia Saudita, el primer productor mundial, siempre mirando de reojo la competencia que representa Rusia como gran abastecedor global.
La OPEP está integrada por Angola, Arabia Saudita, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela. Responde aproximadamente por 37 por ciento de la producción y más de 60 por ciento de los volúmenes que se transan en el mundo.
Países tradicionalmente moderados, como Nigeria, Qatar e Iraq, podrían sumarse a iniciativas radicales si los precios siguen cayendo. "Podría haber una necesidad de intervenir para estabilizar el mercado si continúan cayendo los precios y continúa la sobreproducción", dijo el ministro nigeriano de Petróleo, Odein Ajumogobia.
También Shukri Ghanem, presidente de la Corporación Nacional de Petróleo de Libia, dijo que "incluso los países productores que no pertenecen a la OPEP deberían proteger sus intereses mediante la reducción de su producción de crudo, para detener la pérdida de ingresos".
La OPEP intentaría recuperar su papel como regulador del mercado, "después de haber quedado pintada en la pared ante el dominio de los mercados financieros", comentó a IPS el experto venezolano Elie Habalián, quien en pleno boom de precios a mediados de este año se anticipó a prever que las burbujas petrolera y financiera podrían desinflarse.
Armado León, economista del Banco Central de Venezuela, consideró que los precios del petróleo "pueden sostenerse entre 80 y 90 dólares por barril, aún con la contracción estadounidense, dependiendo de cómo se comporten economías emergentes como las de India y China".