Militares franceses apuntaron con sus armas contra dos barcos repletos de inmigrantes indocumentados y efectuaron disparos al aire mientras los escoltaban a una isla italiana en el mar Mediterráneo. La legalidad de operación está en tela de juicio.
El buque militar francés Arago interceptó las embarcaciones a fines de septiembre, cuando participaba en una operación europea conjunta. Lo hizo en el marco de los convenios de cooperación nacionales con Frontex, la agencia de control fronterizo de la UE.
Es un "verdadero escándalo", advirtió Giusto Catania, miembro italiano del Parlamento Europeo, quien dijo, además, que es una violación al mandato de Frontex.
Catania, quien dice tener pruebas fotográficas del incidente, arguyó que el uso de armas "sienta un precedente peligroso" para futuras operaciones y deja en evidencia el afán de Frontex en combatir la inmigración clandestina, sin respetar los derechos de quienes buscan refugio en Europa.
Ubicada entre Túnez y Sicilia, Lampedusa sirve de centro para hospedar a los inmigrantes, en especial a los africanos.
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Más de 6.500 inmigrantes llegaron a la isla en los primeros seis meses de este año. Otros 400 se ahogaron poco antes de tocar tierra firme.
El gobierno derechista italiano, que adoptó una dura política contra los inmigrantes ilegales, se declaró en julio un estado de emergencia por la gran cantidad de barcos que llegaban a sus costas.
Un funcionario de Frontex, con sede en Varsovia, informó que la agencia había "solicitado una explicación del incidente", ocurrido en septiembre.
Pero hasta la fecha sólo confirmaron que los oficiales hicieron disparos al aire por disturbios en uno de los barcos cuando el Arago se aproximaba, "como siempre pasa" en ese tipo de operaciones.
"El mar estaba agitado y había peligro de que la gente se lastimara, por lo que se efectuaron disparos para calmarlos. No tenemos más información que esa", señaló..
Desde que comenzó a operar en 2005, los poderes y los recursos de Frontex se ampliaron de forma considerable.
Con unos 90 millones de dólares este año, su presupuesto es tres veces el de 2006.
En el marco de nuevas normas dictadas en 2007, Frontex puede despachar equipos de guardias fronterizos a los países de la UE que afronten un aumento de la cantidad de inmigrantes con intenciones de ingresar en su territorio.
Ninguno de esos escuadrones, llamados Rabit (siglas en inglés de Equipo de Frontera de Intervención Rápida) ha sido desplegado aún.
Frontex también fue acusada de propasar los criterios y principios internacionales en sus operaciones.
A principios de septiembre, la agencia anunció la realización de una investigación conjunta con las autoridades griegas a raíz de acusaciones de violaciones de derechos humanos en operaciones realizadas en el mar Egeo.
Le siguió una letanía de quejas contra Grecia por su laxo respeto a las norma en materia de refugiados.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) reprochó a Atenas su rechazó sistemático a los pedidos de asilo. De las 20.000 solicitudes presentadas en 2007, sólo siete fueron concedidas.
El Consejo Europeo para Refugiados y Exiliados (ECRE, por sus siglas en inglés), una alianza de organizaciones de defensa de demandantes de asilo, considera que Frontex no tiene suficientes competencias generales pues no abarca este aspecto.
"Frontex sostiene que sus actividades contribuyeron a disminuir de forma considerable la cantidad de ingresos irregulares a la UE, lo que presenta como un éxito y un factor que ayuda a salvar vidas humanas", señaló Ana Fontana, de ECRE.
"La cantidad de ingresos a la UE puede haber disminuido ¿pero a que precio? ¿Frontex sabe cuántas de esas personas buscaban protección internacional? ¿Alguno de ellos pudo solicitar asilo, y dónde? ¿Qué fue de ellos luego?", preguntó.
La organización de derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en Londres, mantendrá una reunión con representantes de Frontex la semana que viene.
El incidente "debe ser investigado concienzudamente", sostuvo el especialista en asuntos internos de la oficina de Amnistía en Bruselas Kris Pollet, quien añadió que el uso de armas en una operación de control de fronteras parece "desproporcionado".
Al estar acotada a actividades de control fronterizo, Frontex no está capacitada para lidiar con situaciones como la de interceptar barcos llenos de inmigrantes, protestó la Liga de Derechos Humanos de Bélgica en un informe divulgado en 2007.
Es "muy preocupante" que el mandato dado por los gobiernos de la UE a Frontex se limite al control fronterizo y "no mencione la protección de los derechos humanos directamente", añadió Pollet.
Es importante remediar la omisión y tomar medidas para asegurar que los oficiales que participan en las operaciones reciban capacitación en asuntos de derechos humanos, arguyó. Como la mayoría de sus actividades ocurren en el mar, "se nos hace muy difícil controlarlas".
Acnur capacita a los oficiales de Frontex en asuntos de derechos humanos, aseguró Gilles Van Moortel, portavoz de la agencia.
"Frontex es sólo un órgano de coordinación. No tenemos posibilidades de ofrecer capacitación a todas las fuerzas costeras de la UE", añadió.