«Exigimos participación en la toma de decisiones, empleos y salarios dignos», demandaron jóvenes de varios países centroamericanos y de España en esta capital, al cierre de otra Cumbre Iberoamericana.
Los jefes de Estado y de gobierno de la XVIII Cumbre Iberoamericana firmaban mientras tanto la Declaración de San Salvador.
Unos 400 jóvenes, que participaron durante tres días en la Cumbre de la Juventud Popular en la estatal Universidad de El Salvador, marcharon con una resolución en mano para hacerla llegar a los presidentes, aunque el cordón policial que protege el Centro Internacional de Ferias y Convenciones, donde se reunían los mandatarios, se los impidió.
Giorgina Salinas, estudiante de periodismo de 21 años y representante de la Fuerza Estudiantil Salvadoreña (FES), manifestó que el presidente de este país, Antonio Saca, "no se ha preocupado por la juventud, él únicamente se ha preocupado por garantizar los intereses de los sectores minoritarios aunque eso constituya el atropello de la vida digna de los jóvenes".
Para ella, en las cumbres presidenciales sólo se discuten temas de coyuntura pero desde la perspectiva de los gobiernos y no permiten plantear la visión de los jóvenes.
A unos 300 metros, Saca daba lectura a la Declaración, que retomaba el lema de la Cumbre "Juventud y desarrollo", si bien los debates presidenciales se desviaron a la crisis económica y financiera mundial, y muy pocos gobernantes lograron vincular ambos temas.
El encuentro de jefes de gobierno y de Estado de Andorra, España, Portugal y de 19 países de América Latina, que se inauguró el miércoles por la noche fue clausurado este viernes en un ambiente en el que pesaron las ausencias de al menos cuatro mandatarios, las partidas prematuras de otros y reuniones bilaterales durante las horas de las sesiones.
Las exposiciones de la mayoría de los gobernantes —excepto los de Colombia, México, Perú y El Salvador—, se centraron en torpedear de forma tajante al neoliberalismo y a los organismos financieros internacionales, y en pronunciamientos a favor de la arquitectura de un nuevo modelo económico-financiero para la región, una propuesta presentada por el presidente ecuatoriano Rafael Correa.
"Asistimos a las exequias del neoliberalismo", aseguró el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, mientras su par de Argentina, Cristina Fernández, manifestó que "los jóvenes siempre son los patos de las crisis" y que se suele decir que de éstas siempre "se pueden construir oportunidades, pero en momentos de crisis quienes pierden más son aquellos que tienen menos oportunidades".
En tanto, los mandatarios Fernando Lugo, de Paraguay, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Michelle Bachelet, de Chile, hicieron fuertes llamados a invertir en el desarrollo integral de la juventud porque en América Latina "ser joven es recordar una niñez plagada de inseguridad y mezquindad". En la Declaración, todos se comprometieron a impulsar "una estrategia de desarrollo integral que permita coadyuvar al desarrollo humano de la juventud" y que contribuya a "la erradicación de la pobreza y garantice el acceso a una salud y educación de calidad, al trabajo decente y a la seguridad alimentaria y nutricional", a fin de cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El documento incluye, además, la implementación de "políticas de inserción laboral dirigidas a facilitar la incorporación los jóvenes rurales, afrodescendientes e indígenas en los programas de generación de empleo".
El Plan Iberoamericano de Cooperación e Integración de la Juventud 2009-2015, presentado por la Organización Iberoamericana de Juventud, también fue aprobado como marco de referencia de las acciones gubernamentales.
Los gobernantes también suscribieron al menos otras 14 declaraciones, incluyendo un pronunciamiento contra el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos contra Cuba.
"Pedimos al gobierno de los Estados Unidos que cumpla con lo dispuesto en 17 sucesivas resoluciones aprobadas en la Asamblea General de las Naciones Unidas y ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene contra Cuba", afirma la declaración. Borja Rosa, estudiante español de trabajo social de España que participó en la marcha, señaló a IPS que la juventud latinoamericana "ha sufrido un represión enorme desde que Colón llegó con sus carabelas hace más de 500 años a matar y despojar de todos los recursos a estos pueblos" y no se ha permitido que se desarrollen, imponiéndoles un deuda externa ilegitima.
"Necesitamos alternativas para la juventud ya", exhortó el joven, mientras Benjamín Coreas, un recién graduado en la carrera de derecho, ondeaba junto con otros manifestantes banderas de todos los colores en representación "de todas las juventudes iberoamericanas y símbolo de lucha por el bienestar de los jóvenes de la región".
"Los jóvenes hemos demostrado que somos sujetos de cambio", subrayó la salvadoreña Salinas.
Fuera de todo protocolo, antes de partir hacia Paraguay, el ex obispo católico Lugo participó en un acto ecuménico en la capilla donde el 24 de marzo de 1980 un escuadrón de la muerte asesinó al arzobispo Óscar Arnulfo Romero mientras oficiaba misa, en los albores de la guerra civil salvadoreña (1980-1992).
Después de recibir una colección de las homilías de Romero, Lugo confesó que no "sabía cómo iniciar su mensaje". Pero enseguida añadió que "hoy más que nunca no podrán acallar nuestras voces".
Durante su intervención inicial en la Cumbre, el mandatario había dicho: "quiero recordar a un amigo en el tiempo, Óscar Romero, quien entregó su vida por sus principios y convicciones".
Del asesinato del arzobispo Romero fue acusado el fallecido Roberto dAubuisson, fundador de la gobernante Alianza Republicana Nacionalista.