España se situó como primer donante del mundo industrial a Cuba al acordar este lunes una asistencia adicional por unos 33,7 millones de dólares para planes de recuperación de los daños causados por los huracanes Gustav y Ike en varias provincias de este país.
El monto se suma a la ayuda para el desarrollo que se espera duplique lo acordado el pasado año. Ambos países restablecieron los programas de colaboración en septiembre de 2007, luego de la reactivación de los vínculos bilaterales y de un diálogo político.
"El pueblo español nunca es indiferente a lo que está sucediendo al pueblo cubano", dijo la secretaria de Estado para la Cooperación Internacional de España, Soraya Rodríguez, tras suscribir una declaración de intenciones que establece esa ayuda para financiar planes de recuperación en el sector agropecuario, la vivienda y la educación, entre otros.
Rodríguez firmó el documento junto al viceministro del Ministerio para la Inversión Extranjera y la Cooperación, Ricardo Guerrero, quien resaltó que ante las pérdidas millonarias sufrida por Cuba, la "ayuda solidaria de España no se hizo esperar", y tras enviar asistencia emergente tuvo la iniciativa de un programa a más largo plazo. El plan acordado contempla tres fases. La primera estipula ayuda humanitaria por unos 649.000 dólares desde septiembre a octubre y la segunda, de rehabilitación inmediata, consta de algo más de tres millones de dólares.
Para la tercera y última fase, destinada a 2009 y 2010, la ayuda ascenderá a unos 28,9 millones de dólares.
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Estas cantidades se añaden a las previstas en la comisión mixta de cooperación, que se espera llegarán a más de 40 millones de dólares al finalizar 2008.
De acuerdo a las precisiones de Juan Diego Ruiz, coordinador para la cooperación de la embajada de España en Cuba, de esa suma, unos 12 ó 13 millones de euros corresponderán a la ayuda de la administración central del Estado español, en tanto 15 o 16 millones procederán de comunidades autónomas, municipios y diputaciones.
En opinión del diplomático, tales montos colocan a España como primer donante de Cuba de las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre cuyos miembros se encuentran todas las potencias industriales.
"Para España, Cuba es un país prioritario en nuestra política de cooperación al desarrollo, no solo en las acciones que estamos llevando a cabo en Cuba, sino que también es un socio estratégico en lo que queremos trabajar en América Latina en (materia de) cooperación Sur-Sur", dijo Rodríguez.
Hay proyectos para "trabajar conjuntamente a través de una cooperación triangular" en otros países latinoamericanos, dijo. Al respecto, precisó que los dos países están trabajando y tienen un firme compromiso con Haití, la nación más empobrecida de la región.
"Estamos pensando en cómo podríamos poner en marcha algún proyecto de cooperación triangular con autoridades cubanas", dijo la funcionaria española, quien añadió que un sector posible para ese trabajo conjunto podría ser el sanitario, en el cual Cuba presta una importante asistencia a Haití.
Rodríguez llegó a Cuba el viernes para una visita que concluyó este lunes. Durante su estancia se entrevistó con autoridades cubanas y recorrió unos cinco municipios especialmente devastados por los huracanes en la provincia occidental de Pinar del Río.
"Aunque conocíamos la realidad en el papel, fue impactante verla en el terreno", comentó Rodríguez a periodistas. Los daños "son muy fuertes", pero la respuesta de las autoridades cubanas ha sido rápida y prácticamente ya se han restaurado la energía eléctrica y el agua potable, dos servicios severamente dañados, agregó.
Los huracanes Ike y Gustav, entre el 30 de agosto y el 9 de septiembre, causaron a Cuba daños estimados oficialmente en 5.000 millones de dólares, y en el doble por fuentes independientes. El viaje de Rodríguez precede en pocos días al del comisario europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Louis Michel, cuya llegada este viernes podría facilitar la reactivación de programas de cooperación paralizados por el congelamiento de las relaciones con la Unión Europea (UE) en 2003.
El gobierno cubano rechazó toda ayuda oficial directa de la UE, en reacción a las medidas diplomáticas aplicadas a La Habana por la detención de 75 opositores, condenados en abril de ese año a severas penas bajo cargos de conspirar con Washington con fines subversivos.
La colaboración de la UE con Cuba entre 1993 y 2002 ascendió a unos 171 millones de dólares, dos tercios de los cuales correspondieron a ayuda humanitaria.
Bajo la presidencia del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, el gobierno de España ha sido el principal promotor de cambios de la UE hacia esta nación caribeña, que accedió a iniciar un diálogo político con el bloque de 27 países luego de la eliminación definitiva de las sanciones diplomáticas.
