La calidad de la educación pública está por los suelos en México, debido al «neoliberalismo», sostiene un sector de profesores que reclaman con huelgas y marchas la derogación de un nuevo programa educativo del gobierno que consideran privatizador.
El plan firmado en mayo establece que sólo se podrá acceder a los cargos docentes por concurso, frenando la práctica de compra, herencia o entrega a discreción de plazas. Además, incluye compromisos para capacitar y evaluar a maestras y maestros y promesas de mejorar y ampliar la infraestructura física del sector educativo.
Miles de profesores de 10 estados del país marcharon este martes por las calles de la capital para exigir que se derogue la llamada Alianza por la Calidad de la Educación suscrita entre el gobierno del conservador Felipe Calderón y el poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que reúne a gran parte de los 1,5 millones de educadores.
El gobierno advirtió que no habrá marcha atrás, sobre todo en lo referente a las pruebas de merecimiento para acceder a escuelas públicas.
Profesoras y profesores deberán acreditar en primer lugar la prueba, pues "las plazas le pertenecen al Estado y deben ser para quienes mejores méritos tengan", dijo la secretaria (ministra) de Educación Pública, Josefina Vásquez.
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Según ha reconocido el SNTE, durante décadas ha regido en muchos estados del país la costumbre de que los profesores compraran, heredaran o recibieran una plaza como pago a apoyos políticos o incluso a cambio de favores sexuales.
Pero "lo que en realidad busca el plan del gobierno es desmantelar la educación pública, se quiere privatizar las escuelas y transformar a los profesores en una mercancía, para eso son los concursos de merecimientos", dijo a IPS el maestro Rogelio Vargas, con 30 años de experiencia y parte del izquierdista y combativo sindicato docente de la sureña ciudad de Oaxaca.
Los profesores que se oponen a la Alianza por la Calidad de la Educación son disidentes del SNTE o pertenecen a otras organizaciones, que reclaman al gobierno de Calderón no haber definido el nuevo plan a través de un amplio diálogo nacional.
Interrogado por IPS sobre si no le parecía justo concursar por una plaza y que termine la opacidad y corrupción en ese terreno, Vargas señaló que "los requisitos que piden son muchos y no se pueden cumplir, no es que estemos a favor de la corrupción, pero es preferible que las plazas se sigan asignando por el sindicato y las autoridades de los estados".
Respecto de la afirmación de que la Alianza por la Calidad de la Educación es privatizadora, el sindicalista sostuvo que "son universidades privadas (Anáhuac, De las Américas y otras) las que asesoran las pruebas de merecimientos" y el Banco Mundial apoya el plan, señaló Vargas.
A fines de junio, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, dijo que respaldaba los esfuerzos del gobierno de México por mejorar la educación a través de la Alianza. Pero advirtió que ese plan no tendría éxito si no "arraiga" en las escuelas y comunidades y no cuenta con metas verificables.
Para el columnista del diario La Jornada, José Hernández, "que uno de los ayatolás del neoliberalismo y presidente en funciones del Banco Mundial se involucre personalmente en la defensa de la Alianza sólo puede significar dos cosas: primero, que el Banco efectivamente está detrás de la reforma educativa mexicana, segundo, que su sesgo privatizador es incuestionable".
No sólo Zoellick ha respaldado el plan, cuyo texto no hace referencia a la desaparición de las escuelas públicas ni a su traspaso a la esfera privada.
Muchos expertos nacionales en educación y columnistas de prensa han calificado la Alianza como un paso necesario para mejorar el sistema educativo, aunque también advirtieron que sus metas y compromisos deberán ser evaluados y controlados.
Los que se oponen al plan, como el izquierdista Partido de la Revolución Democrática, protestan por el pacto alcanzado entre el gobierno y el SNTE, que dirige la cuestionada maestra y política Elba Esther Gordillo.
Dueña de varios inmuebles de lujo en la capital del país y en Estados Unidos y con una fortuna calculada en 10 millones de dólares, Gordillo ha suscrito desde comienzos de los años 90 al menos seis planes educativos con cuatro gobiernos distintos y formó parte de la máxima dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), para acercarse luego a la fuerza política de Calderón.
"Las protestas en marcha podrían explicarse por la resistencia al cambio, pero también demuestran que al gobierno le faltó abrirse a un debate más amplio en el tema", dijo a IPS Néstor Parás, investigador y consultor en temas educativos.
"Lo que estamos reclamando es la cancelación de la Alianza y que nuestros hijos tengan el derecho a ocupar nuestras plazas (de profesores) si cuentan con la preparación para hacerlo", señaló Desideria Pérez, maestra del estado de Morelos, vecino a la capital.
En ese distrito, medió millón de estudiantes están sin clases desde hace más de un mes porque maestras y maestros se mantienen en huelga.
"¿Por qué se nos culpa de todo, como si los profesores tuviéramos la exclusiva responsabilidad de la mala educación? La corrupción y la mala calidad está en todos lados, y son producto del neoliberalismo", señaló el profesor Vargas, de Oaxaca.
En este país, con unos 35 millones de estudiantes en el sistema público y privado, la educación tiene mala calidad, indican estudios y pruebas aplicadas a alumnos y profesores. En 2006, 2007 y 2008, la Secretaría de Educación realizó pruebas a miles de alumnos de escuelas primarias y secundarias para determinar sus habilidades en matemática y manejo del idioma. Los resultados no variaron demasiado. En la última, sólo 20 por ciento del estudiantado de escuelas privadas, unos 800.000, se ubicaron en niveles de excelencia. En las públicas, donde cursan 34 millones, llegaron a ese rango apenas 3,8 por ciento de los examinados.
En cuanto a maestras y maestros, las autoridades informaron de los resultados de una prueba realizada a quienes concursaron para ocupar nuevas plazas. De 71.000 examinados, casi 70 por ciento reprobaron.
Bajo los gobiernos consecutivos del PRI, entre 1929 y 2000, la educación fue una zona de opacidad. El sindicato de maestros estaba aliado a las autoridades, no había mediciones de la calidad educativa y, si alguna vez las hubo, los resultados se ocultaron.
En 1996, el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000), último del PRI, escondió el resultado alcanzado por México en una prueba realizada en 45 países por la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo. Este país quedó en último lugar.
No convenía difundir los resultados de la prueba pues hubiera generado un sentimiento de desánimo nacional, fue la explicación que dieron las autoridades al justificar su actitud.
Con los gobiernos de Vicente Fox (2000-2006) y Calderón, ambos del conservador Partido Acción Nacional (PAN), las evidencias salieron a flote.
Para Catalina Inclán, especialista del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México, no hay ninguna garantía de que el nuevo plan funcione.
"Pero no hay duda de que el sistema educativo tiene que cambiar, pues es de pésima calidad", dijo Inclán a IPS.
Según el profesor Vargas, los maestros organizados apoyan plenamente las movilizaciones contra la Alianza por la Calidad de la Educación, pues fue "diseñada por un gobierno del PAN que, como sabe, es nefasto, retrógrado y ajeno a la idiosincrasia de los mexicanos".