El gobierno de Cuba busca frenar el aumento exagerado de precios en los mercados agropecuarios con medidas contra la especulación y el robo que benefician a los consumidores, aunque podrían desalentar la producción, según economistas.
Una nota oficial publicada este lunes por el diario estatal Granma aseguró que "no está previsto incremento de precios de ningún bien de primera necesidad, normado, de venta liberada u ofertado en las tiendas recaudadoras de divisas, a pesar del crecimiento generalizado de los costos de las importaciones".
El periódico sostuvo además que "en los mercados de oferta y demanda se establecerá provisionalmente como precios máximos los existentes antes de los huracanes para un grupo de productos básicos", en tanto en los restantes se mantendrán los acordados con las autoridades.
Tras el paso de los huracanes Gustav y Ike, entre el 30 de agosto y el 9 de este mes, comenzó a caer la oferta de viandas (tubérculos y raíces) y hortalizas en los puestos de venta, en tanto se generalizó la queja de los consumidores por alzas de precios, especialmente en los agromercados creados en la década de 1990.
"Ahora tienen que madrugar. La gente hizo cola (fila) desde temprano para comprar lechuga y otros productos que había en oferta. Como ve, no dejaron nada", dijo a IPS un agricultor de los alrededores de La Habana que acude los domingos a atender su puesto de ventas en uno de esos establecimientos.
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Situado en el barrio capitalino de El Vedado, este lugar es conocido como la "boutique" por sus costosos productos que, en épocas normales, abarrotaban las estanterías. Hacia el mediodía del domingo, muchas estaban vacías. "Aquí compraba ajo y cebolla muy buenos, pero eran importados y ya no se ven", comentó una compradora.
Más enterado, el vendedor de otro agromercado confió a IPS que durante la semana se vio en apuros durante una sorpresiva inspección. "Vinieron hasta policías y revisaron los almacenes. Buscaban detectar la venta de productos 'desviados' (robados) y verificar nuestros precios", relató.
"Se ha accionado con rigor frente a quienes han violado la ley con el pretexto de resolver determinada necesidad personal, poniéndola por encima del interés colectivo. Ha sido mayor la sanción para los casos excepcionales de individuos que han incitado a otros a secundarlos en sus fechorías", indicó Granma.
"Así se actuará invariablemente ante tales hechos y contra toda manifestación de privilegio, corrupción o robo, más aún si se trata de recursos destinados a los damnificados", agregó el periódico, órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).
El texto, titulado "Información a nuestro pueblo", una fórmula reservada en Granma a temas que las autoridades consideran sensibles para los 11,2 millones de cubanos, apela a la conciencia de comerciantes, productores e intermediarios para que mantengan abastecidos los mercados y puestos de venta.
Junto a las medidas administrativas, "los órganos del Orden Interior continuarán actuando con energía, ajustados a lo establecido en la ley, y los Tribunales aplicarán con el máximo rigor el Código Penal vigente a quienes delincan en las circunstancias especiales actuales", agregó el periódico.
El 20 de septiembre, el ex presidente Fidel Castro dedicó a este tema una de sus habituales columnas de opinión y demandó al PCC, del que sigue siendo primer secretario, "combatir sin tregua" el robo, la corrupción, los privilegios y el consumismo que podrían agudizarse tras el impacto de los huracanes Gustav y Ike.
Cinco días más tarde, el fiscal general de la República, Juan Escalona, y el vicefiscal Rafael Pino advirtieron ante las cámaras de televisión que aplicarán con rigor la legislación vigente para castigar los delitos relacionados con "los alimentos, de bolsa negra (mercado negro), y precios que se elevan al cielo". Las sanciones previstas en el Código Penal incluyen multas, privación de libertad, de acuerdo con la gravedad del hecho, y la confiscación de bienes.
Economistas advierten que la congelación de precios no necesariamente es una solución para momentos en que hace falta abastecer de alimentos el mercado. "Al productor habría que crearle un ambiente positivo, de incentivos, y no de incertidumbre", dijo un académico que optó por no identificarse.
La fuente consideró que las medidas anunciadas no envían señales de estímulo a quienes este mes comenzaron a solicitar tierras ociosas para hacerlas producir. "Puede que muchos piensen ahora que la actividad no es rentable porque los predios que recibirán requieren inversiones que elevan los costos de producción", dijo el académico.
En un reciente artículo, el economista Pável Vidal estimó que controlar los precios en los mercados de libre oferta y demanda constituye "la peor" de todas las opciones, pues puede fomentar el mercado negro y restringir las señales e incentivos que los precios ejercen sobre los productores.
Pero Ariel Terrero, comentarista de temas económicos de la televisión estatal, estimó la pasada semana que ante el momento difícil que vive el país, con su agricultura muy dañada por Ike y Gustav, se abre un período de algunos meses en los que ninguna medida va a influir como estímulo de la producción.
En ese sentido, llamó a pensar en congelar los precios por unos meses, en tanto se mantiene la situación alterada y considerando que "los mercados agropecuarios no van a ser la varita mágica que va a resolver los problemas de la agricultura", un sector que el gobierno intenta fortalecer para sustituir importaciones.
El gobierno encabezado por Raúl Castro comenzó a advertir desde hace meses que los altos precios de los alimentos en el mercado internacional elevarán este año a unos 2.500 millones de dólares las compras externas para asegurar la canasta básica, que se vende a precios subsidiados a todas las familias cubanas.
Al respecto, Granma dijo que "están garantizadas las importaciones planificadas de cereales, granos y otros renglones", y se contratan con celeridad compras adicionales "como opción de venta a la población ante la reducción temporal en la oferta de viandas y frutas que existirá en los próximos meses".
Los daños de Gustav y Ike fueron estimados de forma preliminar en 5.000 millones de dólares por las autoridades, pero cálculos independientes duplican ese monto.
