Dirigentes opositores y empresariales ponen en duda los pronósticos del Ministerio de Hacienda y Crédito Público de Colombia, que auguran un crecimiento de la economía de cinco por ciento este año, mientras que el Banco de la República (central) advirtió que se debe controlar el gasto público.
Según las estadísticas oficiales el producto interno bruto (PIB) creció en forma sostenida durante los últimos cinco años: 3,9 por ciento en 2003, 4,8 por ciento en 2004, 5,1 en 2005, 5,6 en 2006 y casi siete por ciento el año pasado.
Para el ministro de Economía, Oscar Iván Zuluaga, Colombia es el país "de mayor crecimiento económico en América Latina".
Aseguró que eso se refleja en la disminución de los índices de desocupación, el aumento del empleo formal, la recuperación del consumo privado y una reducción sustancial en el monto de la deuda.
Pero el optimismo del gobierno no es compartido por analistas independientes ni por algunos sectores oficiales. E incluso el ministro comenzó a poner paños fríos a si entusiasmo.
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En una conferencia realizada en Manizales, capital del centrooccidental departamento de Caldas, Zuluaga se mostró preocupado por "la inesperada caída en la producción durante el mes de julio".
Se basó en los resultados del último informe de coyuntura de la Asociación Nacional de Industriales de Colombia (Andi), que reúne a los más grandes empresarios del país, en su mayoría cercanos al gobierno del presidente derechista Álvaro Uribe.
El director del Andi, Luis Carlos Villegas, afirmó que la más reciente encuesta realizada por la asociación revela que durante los primeros siete meses del año la producción industrial registró una caída de 0,2 por ciento, mientras que las ventas descendieron 0,4 por ciento.
El retroceso fue muy marcado en el sector automotor, con disminuciones de 30,5 por ciento en la producción y 34,5 por ciento en las ventas.
Los industriales explican este hecho con la caída de exportaciones a Venezuela, que se contrajeron 74 por ciento, lo que motivó el despido de 1.500 empleados en ensambladoras colombianas.
El estudio incluyó una encuesta sobre la percepción de los empresarios sobre la marcha de la economía: 56,5 por ciento de los consultados respondieron que era positiva, frente a 71,3 por ciento que expresaron esa opinión en diciembre.
Villegas afirmó que el desplome de la industria afecta la generación de empleo. En julio, según la encuesta, la desocupación fue de 12,1 por ciento, un punto porcentual por encima de la cifra oficial, lo que "prende las alarmas sobre la situación real de la economía y su impacto en el país".
También el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Guillermo Botero, consideró que "la economía colombiana atraviesa por un mal momento".
Los empresarios responsabilizan al Banco de la República, por su negativa a disminuir la tasa de interés con el objetivo de estimular la actividad. Pero el ex ministro de Hacienda Rudolff Hommes, quien manejó la cartera económica durante el gobierno de César Gaviria (1990-1994), y es señalado como quien impuso en Colombia las políticas neoliberales, no comparte esa tesis.
Hommes, columnista del diario El Tiempo, afirma que la "tasa de interés real es apenas del orden del dos por ciento, nivel que difícilmente puede afectar negativamente la producción".
Otros analistas, en cambio, opinan que la política económica del gobierno de Uribe se ha basado en medidas erróneas, que ahora quedan en evidencia como consecuencia de la crisis mundial.
"El crecimiento económico se ha sustentado en el modelo de exportaciones de minería, lo que coincidió con una bonanza determinada por el alza en los precios de las materias primas", dijo a IPS el geólogo y abogado Alberto Yepes.
"Pero a causa de la crisis en Estados Unidos, desde mediados del año pasado la demanda de productos empezó a decaer, con efectos negativos para la exportación de materias primas", agregó.
"Por lo tanto la inflación está descontrolada y las metas para este año no se cumplirán, lo que representa enormes costos para las familias más pobres", advirtió Yepes.
En su afán de aprovechar los precios internacionales favorables, el gobierno Uribe aumentó la extracción de petróleo de 450.000barriles diarios a un millón de barriles, una medida contraria a las que ponen en práctica China y Estados Unidos, por ejemplo, que prefieren guardar sus reservas para épocas de crisis, afirmó.
"Colombia, en cambio, está vaciando la nevera", dijo.
A juicio de Yepes, el gobierno que suceda al de Uribe en 2010 deberá hacerse cargo del desplome económico que se vislumbra.
Ya comienzan a verse las consecuencias de la desaceleración de la actividad. El economista Juan Pablo Fernández, asesor del Congreso legislativo, dijo a IPS que "en julio, el número de desempleados aumentó entre 300.000 y 400.000 personas, lo que produce mayor pobreza".
Esto afecta a una masa laboral que "en un 45 por ciento sólo percibe el salario mínimo" de alrededor de 240 dólares mensuales, agregó.
Otros analistas, como el senador Jorge Robledo, del opositor Polo Democrático Alternativo, consideran que se está sintiendo el impacto negativo del gasto militar necesario para cumplir con la llamada política de "seguridad democrática del presidente Uribe".
Según la Contraloría General de la República, entre 2001 y 2007 el gasto militar representó 4,7 por ciento del PIB, el más alto de América Latina.
A esto se suman, dijo Robledo, los efectos de cuatro reformas tributarias aprobadas por los legisladores durante los seis años que Uribe lleva en el poder.
"Han favorecido los grandes capitales, a la vez que amplían la base tributaria y aumentan la carga impositiva sobre la canasta familiar, que por supuesto afecta más a las clases más populares", dijo a IPS.
Como resultado de esas reformas, la inversión extranjera directa neta creció 132,4 por ciento entre abril de 2006 y el mismo mes de 2007, pasando de 1.122 millones de dólares a 2.608 millones, según información del Banco de la República.
La crisis en ciernes motivó que esa institución pidiera al gobierno que reduzca el gasto público en el presupuesto general de la nación de 2009.
Hommes, por su parte, criticó la poca importancia "que el gobierno está dando a la situación. Está concentrado en política y circo, prestando poca atención a la economía. El presidente, que lleva seis años en campaña, va a seguir en eso".