El Polo Industrial implantado en la amazónica ciudad brasileña de Manaos a costa de muchos subsidios desde 1967, redujo 70 por ciento la deforestación en el nororiental estado de Amazonas entre 2000 y 2006. Las emisiones evitadas costarían 10.000 millones de dólares en el mercado de carbono europeo.
Así lo establece un estudio de la Universidad Federal de Amazonas, la Universidad Federal de Pará, el Instituto de Investigación Económica Aplicada y el Instituto Piatã divulgado el día 12.
Las industrias allí instaladas concentraron economía y población en la capital, permitiendo al estado preservar 98 por ciento de su vegetación, agrega.
Pero «el Amazonas tiene pocas carreteras y 70 a 80 por ciento de población urbana. Una infraestructura vial aumentaría la deforestación y reduciría el peso del Polo en contenerla», dijo a Tierramérica Paulo Moutinho, del no gubernamental Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia.