«La amenaza al comercio africano no son los acuerdos de asociación económica (EPA), sino China y otros países asiáticos que venden de modo desleal sus mercaderías», dijo a IPS J.B. Danquah, miembro del selecto Comité sobre Ambiente, Ciencia y Tecnología del parlamento de Ghana.
Para ilustrar sus palabras, citó el caso de fabricantes de Ghana que fueron "estafados" por proveedores chinos de materias primas. Los empresarios africanos les habían dado detalles de sus productos a los asiáticos, y estos, con esa información, decidieron elaborar directamente esos mismos artículos.
Danquah formuló estas declaraciones teniendo como telón de fondo una reunión de la sociedad civil para protestar contra los EPA, que la Unión Europea (UE) pretende firmar con sus ex colonias.
La Red Africana de Comercio, integrada por organizaciones no gubernamentales del continente críticas del statu quo económico, realizó su 11 reunión del 25 al 28 de agosto en Accra para definir estrategias en torno a los nuevos desafíos de su campaña contra los EPA.
La Red ve a los acuerdos comerciales que negocian la UE y los llamados países ACP (de África, el Caribe y el Pacífico) como calculados para "profundizar la continua dependencia de la asistencia y las finanzas para el desarrollo".
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Además, los EPA son "una extensión de una intensificación de políticas neoliberales desenfrenadas con las que se ha alimentado por la fuerza a África y a otras regiones en desarrollo, y cuyo principal resultado es la destrucción de los sectores productivos y el capital humano" del continente, señaló.
Las políticas neoliberales promovidas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional implican la liberalización de flujos comerciales, la desregulación de las empresas y la reducción del Estado mediante la privatización.
La Red sostiene que "los EPA tienen un impulso peligroso y poderoso". "Sin duda, los EPA constituyen la amenaza más inmediata y apremiante para África", alertaron los activistas.
La posición de la Red no significa nada para Danquah, para quien los activistas no están "con los pies sobre la tierra" y no comprenden los asuntos involucrados. La firma de un EPA provisional por parte de Ghana fue "beneficiosa" para el país, aseguró.
"Pudimos salvar unos 40.000 puestos de trabajo. Además, si no hubiéramos firmado, unos 200 millones de dólares de producción se habrían perjudicado", añadió.
Dot Keet, experta en comercio del sudafricano Centro Alternativo de Información y Desarrollo, negó los alegatos de Danquah. Los países africanos exhibieron su debilidad en el proceso de negociación cuando se doblegaron y firmaron los EPA preliminares, sostuvo.
El Centro es una organización no gubernamental que apunta a movilizar ciudadanos para buscar alternativas al sistema económico dominante.
Según Keet, "los países que firmaron los acuerdos interinos no se mantuvieron firmes en sus negociaciones. Todo el asunto fue un intento de dividir al continente".
Keet dijo que estas decisiones fragmentaron a la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC), a la que citó como ejemplo donde los países se embarcaron por su cuenta en la firma unilateral de acuerdos provisionales. Lo más preocupante fue que los funcionarios de algunos de estos países dijeron ser concientes de que los acuerdos no eran buenos, pero que debieron firmar por temores a que la asistencia internacional fuera retenida, agregó.
La Red subrayó en una declaración escrita que el actual auge mundial de las materias primas "le da a las economías africanas más libertad y posiciones más fuertes de negociación estratégica".
"Las tendencias del mercado de materias primas también reflejan cambios importantes en el poder económico mundial, más particularmente el ascenso de nuevos países en desarrollo como Brasil, India, China y, en menor grado, Sudáfrica", agrega.
"Esto ofrece nuevas oportunidades para diversificar las relaciones económicas internacionales de África, apartándolas de la estrecha y debilitante dependencia de la UE y sus mercados", continúa.
"Éste es el peor momento posible para desechar todas estas potenciales aperturas encerrando a África en una relación neocolonial intensificada con la UE mediante los EPA", según la declaración.
La Red alertó que "cientos de millones de productores" africanos saldrán perdiendo en todos los sectores de producción e intercambio si se firman los acuerdos.
También cree que esto contribuyó al hecho de que la UE no lograra tener firmados los EPA a fines de 2007. Sin embargo, la campaña contra los acuerdos no pudo "generar impulso ni una agenda suficientemente independiente del proceso de negociación".
Mientras, la campaña fue criticada por la gerenta de género y conflictos para Kenia de la Agencia para la Cooperación y la Investigación (Acord), Awino Okech, quien dijo que no se ha hecho ningún esfuerzo para aprovechar los puntos de vista de los movimientos feministas del continente.
Acord es una alianza internacional de organizaciones no gubernamentales que promueven la justicia social.
Los debates comerciales se presentan a sí mismos como "neutrales" en materia de género, pero las mujeres deberían comprometerse a manifestar sus preocupaciones sobre estos asuntos, dijo Okech.