AMÉRICA DEL SUR: Rotundo apoyo de presidentes a Evo Morales

Tras una maratónica cumbre de emergencia en la capital chilena, los gobernantes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) dieron un ilimitado apoyo al gobierno de Bolivia y acordaron crear comisiones para encausar un proceso de diálogo y de búsqueda de justicia en ese convulsionado país.

Crédito: Franz Chávez/IPS
Crédito: Franz Chávez/IPS
"Los países integrantes de Unasur expresan su más pleno y decidido respaldo al gobierno constitucional del presidente Evo Morales", dice el punto uno de la llamada Declaración de La Moneda (por la sede del gobierno de Chile), que fue leída en solitario por la mandataria anfitriona, Michelle Bachelet, al filo de la medianoche del lunes tras una reunión de más de seis horas.

El documento, aprobado por unanimidad, comienza recordando "los trágicos episodios que hace 35 años en este mismo lugar (Palacio de La Moneda) conmocionaron a toda la humanidad", en referencia al golpe de Estado perpetrado por el general Augusto Pinochet contra el gobierno democrático del socialista Salvador Allende (1970-1973), que derivó en una sangrienta dictadura de 17 años.

El primero en arribar a Santiago este lunes fue el nuevo presidente de Paraguay, el ex obispo católico centroizquierdista Fernando Lugo, seguido del propio Morales. Luego fue el turno de los mandatarios izquierdistas Rafael Correa, de Ecuador, Tabaré Vázquez, de Uruguay, y Hugo Chávez, de Venezuela, junto al derechista Álvaro Uribe, de Colombia.

Finalmente llegaron el presidente de Brasil, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, y su par de Argentina, la centroizquierdista Cristina Fernández. En representación del gobernante peruano, Alan García, asistió su canciller, José Antonio García Belaúnde. También hubo delgados de Guyana y Suriname.
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Los gobiernos sudamericanos también "rechazan enérgicamente y no reconocerán cualquier situación que implique un intento de golpe civil, la ruptura del orden institucional o que comprometa el orden territorial de la república de Bolivia", leyó Bachelet.

La Unasur también hizo un llamado a todos los actores políticos y sociales involucrados a tomar las medidas necesarias para que cese la violencia en el vecino país y se logre una "solución sustentable".

El joven bloque, que agrupa a los 12 países sudamericanos, también condenó enérgicamente los ataques a las instituciones públicas y la masacre contra campesinos afines a Morales registrada en el norteña departamento boliviano de Pando, donde murieron más de 30 personas y decenas sieguen desaparecidas.

En este sentido, Bachelet informó que se acogió la petición de La Paz de formar una comisión que realice una "investigación imparcial" sobre esa matanza y "formule recomendaciones" para que ese hecho "no quede en la impunidad".

Los mandatarios de la Unasur también "acordaron crear una comisión abierta a todos sus miembros, coordinada por la presidencia temporaria, para acompañar los trabajos de la mesa de diálogo conducida por el legítimo gobierno de Bolivia".

Finalmente, establecieron crear una "comisión de apoyo y asistencia al gobierno de Bolivia en función de sus requerimientos, incluyendo recursos humanos especializados".

Tanto Bachelet como el izquierdista mandatario boliviano destacaron el papel jugado por Unasur en la primera crisis que le toca enfrentar a este bloque regional desde su creación formal el pasado 23 de mayo en Brasilia.

"Luego de esta reunión, extensa, pero muy fructífera, y de estos de acuerdos, la Unasur ha quedado más consolidada", dijo la jefa de Estado chilena, de la centroizquierdista Concertación por la Democracia.

En rueda de prensa, Morales dijo estar "sorprendido por la solidaridad" de los 12 gobiernos representados en la cumbre extraordinaria de Santiago, agradeciendo "la posición firme de defender la democracia y la unidad del pueblo boliviano"

"La posición que tomó América del Sur es para defender la vida, la igualdad, la identidad, la dignidad. Primera vez en la historia de la región, que los países deciden resolver los problemas de Sudamérica. Antes, inclusive para tratar algunos asuntos internos o bilaterales de Sudamérica o Latinoamérica, se trataba en Estados Unidos", recordó.

La reunión de emergencia de la Unasur de este lunes fue convocada oficialmente el sábado por Bachelet, en su calidad de presidenta temporaria del bloque.

El diario chileno El Mercurio había informado en su edición del domingo que Bachelet tomó la decisión luego de que Morales le aseguró por teléfono que se estaba fraguando un golpe de Estado en su contra.

El más escéptico con respecto a la cita era Lula, quien señaló antes de viajar a Santiago que tenían que saber qué quería Bolivia "que nosotros hagamos". "No tenemos derecho a tomar ninguna decisión sin que haya acuerdo del gobierno y la oposición boliviana", añadió.

Morales declaró a su arribo a Chile en la mañana del lunes su agradecimiento por la convocatoria de Bachelet "para explicarle a los presidentes de Sudamérica sobre un golpe de Estado cívico-prefectural (gobernadores) de algunos departamentos, gestado durante los últimos días".

Luego el presidente boliviano habló de "tomas y saqueos de instituciones públicas", "intento de asalto a la policía nacional y las Fuerzas Armadas", "actos y acciones terroristas" y de "algunos grupos (que) ejercitan delitos de lesa humanidad masacrando a los sectores más pobres de mi país, como es el movimiento campesino indígena", al que pertenece el propio Morales.

Por su parte, su par ecuatoriano Correa señaló a su llegada que "aquí vamos a ver si la integración es verdaderamente efectiva o puro bla bla (retórica)".

"Todos sabemos perfectamente lo que está pasando en Bolivia, aquí no caben farisaísmos. Estos fantasmas que creíamos desterrados de la región vuelven a aparecer en otras formas, con otras vestimentas, como otros espectros, pero son los mismos fantasmas de antaño", apuntó.

Chávez, a su vez, dijo que hace 35 años "este continente enmudeció, los gobiernos de América enmudecieron" cuando se produjo el golpe de Estado contra Allende, que dio inicio a una dictadura encabezada por el fallecido general Pinochet de 1973 a 1990.

"En Bolivia hay en marcha una conspiración internacional, una conspiración facturada y dirigida por el imperio norteamericano (estadounidense), tal cual ocurrió aquí en Chile" en 1973, añadió.

También participó en la reunión el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, quien advirtió no creer en "las intervenciones", sino "en las soluciones que se generan internamente".

El encuentro comenzó a las 15.45 hora local (19:45 hora GMT) en el palacio de La Moneda, en el centro de la capital, y terminó cerca de las 22.00 hora local (02:00 hora GMT de este martes). En las afueras del edificio hubo manifestaciones a favor y en contra de Morales.

Mientras unos 500 simpatizantes, convocados por el Partido Humanista de Chile, gritaban "Evo, amigo, el pueblo está contigo", una decena de manifestantes bolivianos opositores a Morales, principalmente estudiantes, portaban carteles con frases como "Unasur, escucha a toda Bolivia" y "No a la intromisión de Chávez".

Este lunes también se encontraba en Chile el presidente del Senado de Bolivia, el opositor derechista Óscar Ortiz, quien dijo esperar que Unasur tomara una resolución "equilibrada".

"Es decir, que contribuya a pacificar el país y que no sea entendida por el gobierno del presidente Morales como un apoyo incondicional para que siga atropellando los derechos democráticos en el país", dijo.

Antes del encuentro en Santiago, representantes de Morales llegaron a un principio de acuerdo con los opositores gobiernos de los departamentos de Beni, Chuquisaca, Pando, Santa Cruz y Tarija, ubicados en la llamada media luna oriental del país, donde se concentran los mayores recursos naturales, como petróleo y gas, y está más desarrollada la agricultura.

Después de una semana de violentas protestas, que han dejado más de 30 muertos y decenas de heridos, el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, y el prefecto de Tarija, el conservador Mario Cossío, representando a los departamentos convulsionados, pactaron la firma de un protocolo de acuerdo que fijará las condiciones del diálogo.

Los gobiernos departamentales contrarios a Morales rechazan el texto de la nueva constitución de corte socialista e indigenista que impulsa y que en enero será sometida a referendo, además de demandar que se reconozcan los estatutos autonómicos aprobados en consultas populares hace unos meses en esos distritos.

Aunque es una instancia creada hace sólo cuatro meses y que se encuentra sin secretario ejecutivo, "Unasur puede llegar a ser un espacio de diálogo político muy interesante", porque agrupa a los países del Mercado Común del Sur (Mercosur) y de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), señaló a IPS la académica Paz Milet, de la Universidad de Chile.

El conflicto boliviano puede solucionarse si hay "concesiones mutuas" entre el gobierno de Morales y los líderes de los departamentos pro-autonomistas, acotó esta experta en relaciones internacionales.

El Parlamento Andino, en una sesión plenaria celebrada en Bogotá, también emitió una declaración donde invita "a las partes en conflicto a que diriman sus controversias a partir del diálogo sincero, exaltando valores como la tolerancia y el máximo respeto a las vidas humanas".

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