Tras fracasar en su intento de inducir a los jóvenes para que contraigan matrimonio y formen familia tempranamente, ofreciéndoles ventajas impositivas y subvenciones, el gobierno de Singapur decidió recurrir a casamenteros.
El primer ministro Lee Hsien Loong dedicó 30 minutos de un discurso televisado de dos horas, para alentar a los jóvenes educados a casarse más jóvenes y a priorizar a la familia y a los hijos frente a sus carreras profesionales.
Lee, quien pareció dirigirse especialmente a las mujeres jóvenes que aspiran al desarrollo profesional, se refirió a dos inmigrantes de India que le expresaron su satisfacción por los matrimonios acordados para ellas por sus padres.
El amor floreció después de la boda, según ellas le dijeron, comentó el gobernante.
En la versión en mandarín de su discurso, dirigida a la mayoritaria comunidad china, Lee apuntó que el gobierno en Beijing auspicia matrimonios arreglados. Allí, dijo, miles de padres asisten en secreto a reuniones con casamenteros para encontrar parejas adecuadas a sus hijos.
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"Nosotros no tenemos ese tipo de reuniones. Creo que nuestros centros comunitarios barriales deberían considerar organizar este tipo de sesiones", afirmó.
El primer ministro señaló que la baja tasa de fertilidad es especialmente marcada en la comunidad china, que representa alrededor de 70 por ciento de la población de Singapur. Actualmente es de 1,14 hijos por mujer.
"Muchos solteros quieren casarse. Son serios y no buscan sólo pasar un buen momento. Pero pasan por dificultades, porque algunos jamás tuvieron una cita y una vez que comienzan a trabajar e ingresan en una rutina no tienen oportunidades para socializar y conocer muchachas", señaló Lee en su discurso, pronunciado en el aniversario de la independencia, el día 9.
Singapur, al igual que otras economías asiáticas de acelerado crecimiento, tiene un alto porcentaje de mujeres profesionales de altos ingresos, quienes permanecen solteras.
El consejo de Lee para ellas es que consideren casarse antes de llegar a los 30 años, en lugar de esperar a consolidar sus carreras y comenzar a buscar una pareja cuando están cerca de los 40.
"Casarse joven tiene sus ventajas. Esas parejas pueden darse el lujo de postergar el momento de tener hijos, para privilegiar sus carreras o tener tiempo sólo para ellos", dijo Jacinta Leow, una graduada en medios de comunicación de algo más de 20 años quien hace poco contrajo matrimonio con un maestro de escuela.
Leow coincide con la idea de que los altos ingresos afectan negativamente la tasa de fertilidad en las sociedades modernas.
Tener una buena boda e instalarse en un departamento requiere una importante inversión, agregó, y si nace un bebé la carga se vuelve más pesada. "Por lo tanto, la pareja tiene que trabajar y ahorrar varios años. No todos tienen un buen salario", señaló.
La respuesta gubernamental a estas reservas ha sido establecer incentivos y subsidios, que demandarán del tesoro alrededor de 1.200 millones de dólares. Incluyen un reintegro fiscal de 25 por ciento por cada hijo, mayor tiempo de licencia para las madres que trabajan y la instalación de guarderías en las empresas.
Un estudio realizado por el gobierno entre abril y julio de este año reveló que los jóvenes en general privilegian sus carreras frente al matrimonio. Muchos mencionaron como un obstáculo para casarse la dificultad de encontrar la pareja adecuada.
"El matrimonio debe ser confrontado con otras responsabilidades de las mujeres", dijo Lai Yee, ejecutiva de relaciones públicas de un organismo internacional.
Lai es hija única. Nació en una época en la que el gobierno de Singapur aconsejaba a los matrimonios que no tuvieran más de dos hijos, para controlar el crecimiento demográfico.
Ahora, con más de 30 años y disfrutando su trabajo, Lai Yee señaló que debe cuidar de sus padres y que la inflación, sumada a los costos de la salud, presentan un problema.
"Puedo imaginarme casada, pero salvo que tenga seguridad económica para mantener a un hijo, mis padres tendrán prioridad frente a un bebé que aún está por concebirse. Los subsidios o las ventajas impositivas no me persuadirán inmediatamente si mis responsabilidades actuales no se ven aliviadas en cierta medida", dijo a IPS.
"Reconozco que soy ambivalente respecto del matrimonio. No me resisto a la idea, pero tampoco es algo que busque activamente. Sin duda, la independencia financiera ha abierto más opciones para las mujeres, quienes ya no deben considerar el casamiento como un vale de comida permanente", agregó.
En su discurso, Lee también se quejó por la reticencia de los hombres jóvenes a asumir las responsabilidades de la paternidad. "La mentalidad ha comenzado a cambiar, pero no suficientemente rápido", dijo. El gobierno alentará "una mayor responsabilidad compartida en la crianza de los hijos", afirmó.