Cuando el ex secretario general de la ONU Kofi Annan encabezó una mediación para poner fin al caos postelectoral que dejó unos 300 muertos en Kenia, demostró que la prevención de conflictos da más réditos que el mantenimiento de la paz.
La exitosa gestión, que evitó una sangrienta guerra civil a comienzos de ese año, costó apenas 208.000 dólares, según la estimación del sucesor de Annan al frente de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Ban Ki-moon.
Ban recordó que la Corporación Rand, centro de estudios con sede en Estados Unidos, calculó que los conflictos armados en todo el mundo se redujeron 40 por ciento desde 1992.
Este fenómeno debe atribuirse al aumento de los esfuerzos de mantenimiento y construcción de la paz y de prevención de conflictos a cargo de la ONU, dijo el funcionario.
Aunque el presupuesto anual de mantenimiento de la paz del foro mundial trepó de modo constante hasta alcanzar unos 7.000 millones de dólares, esa suma todavía palidece ante el billón de dólares que el mundo gasta en operaciones militares y compra de armas, destacó Ban.
[related_articles]
Y ese monto no incluye los "costos humanos masivos de la guerra", agregó.
La ONU supervisa hoy 20 operaciones de paz en todo el planeta, con unos 110.000 cascos azules en el terreno, dijo esta semana a la prensa el subsecretario general saliente del foro mundial para Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, Jean-Marie Guéhenno..
Cuando la Misión de la ONU y la Unión Africana en Darfur (Unamid) esté en pleno funcionamiento para fines de este año, la cantidad total de pacificadores aumentará a 136.000.
Guéhenno subrayó, además, elementos clave para el mantenimiento de la paz que escapan al control del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, entre ellos la voluntad de los bandos en pugna para dar pasos hacia una pacificación duradera.
También destacó el grado de compromiso y unidad alcanzado en la materia por los 192 países que integran la ONU, y en especial por los 15 representados en el Consejo de Seguridad.
En los casos en que el Consejo muestra divisiones, como el de Sudán, surgen en ese ámbito resoluciones débiles, explicó. Pero "cuando el Consejo está verdaderamente unido, es una fuerza formidable", agregó.
"La noción de que es posible imponer la paz es errónea. Lo que se puede hacer es disuadir" a las partes, pues "aquellos que hacen la guerra son los que tienen que hacer la paz", sostuvo.
A pesar de los riesgos, las complejidades y las sensibilidades políticas en el terreno, las operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU constituyen hoy una de las principales funciones del foro mundial, indicó.
Pero todavía se requiere de más apoyo financiero y político de los países que integran el foro mundial.
"En varios lugares, como Liberia, Haití y Sierra Leona, la ONU hizo una diferencia, insuficiente e imperfecta pero diferencia al fin. Es importante que pueda seguir marcándola, porque para mucha gente ésa es la única esperanza, y la ONU es el último recurso", dijo Guéhenno.
Desde junio de este año, la fuerza total de la Unamid ha sido de apenas 11.359 efectivos, muy por debajo de la fuerza plenamente operativa prevista de 26.000.
Ban dijo el mes pasado al Consejo de Seguridad que el despliegue de tropas en Darfur fue "sustancialmente demorado" debido a varios factores, entre ellos la continua inseguridad en Sudán y el ritmo lento de los preparativos de despliegue.
Además, culpó de la falta del equipamiento necesario para incorporar batallones de infantería a la misión a los criterios de financiamiento y al tamaño de la ONU, así como a dificultades con el transporte y el suministro en el terreno.
Por otra parte, la empresa privada que proporciona alojamiento e infraestructura a la Unamid "está rezagado y no se ha desempeñado como se esperaba", dijo Ban.
Según Guéhenno, la crisis en Sudán debe evolucionar significativamente hacia un acuerdo de paz sólidamente respaldado.
"Si falla eso, ni siquiera una fuerza de mantenimiento de la paz reforzada será capaz de colmar las expectativas depositadas en ella", dijo. "En cierto modo me indigna que estemos allí, queriendo marcar una diferencia pero sin los recursos" necesarios, concluyó.
