Una huella electrónica conduce a la sospecha de que el conglomerado de comunicaciones Seven Network, de Australia, ayuda al gobierno de China a disuadir a los periodistas extranjeros que cubren los Juegos Olímpicos de informar sobre «cinco temas prohibidos».
Un mensaje de correo electrónico enviado en marzo por un ejecutivo del 7 Beijing Media Centre (7BMC), subsidiaria de Seven Network en sociedad con la alcaldía de la capital de China, advierte que los periodistas no deben informar sobre asuntos delicados.
El texto fue remitido entonces a la red australiana Special Broadcasting Service (SBS) y divulgado por Dateline, un programa de esa cadena televisiva.
El 7BMC está a cargo de proveer servicios de telecomunicaciones a los medios internacionales que asisten a los Juegos Olímpicos, que comenzarán este viernes en Beijing.
"Como estoy seguro de que usted sabe, hay reglas que se establecieron para los medios internacionales que vendrán a Beijing/China en 2008, y hay temas políticamente delicados que el gobierno pidió a los medios extranjeros no cubrir", escribió el autor del e-mail.
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Según diversos medios de prensa australianos, se trataría del actual jefe de operaciones de 7BMC, Gavin Romanis. El presidente de Seven Network Australia, Kerry Stokes, desarrolla actividades empresariales en China desde los años 90.
Las instalaciones del 7BMC se encuentran en la pekinesa plaza Pangu. Cadenas de radio y televisión internacionales como la estadounidense CNN, la británica BBC y la European Broadcasting Union, que reúne a 75 emisoras miembro y 45 asociadas en todo el mundo, contrataron sus servicios.
El 7BMC fue creado porque la alcaldía de Beijing entendió necesario apelar a la experiencia y la tecnología extranjera para la divulgación de los Juegos.
El mensaje de correo electrónico, fechado el 4 de marzo, observa que el 7BMC "es una compañía cuyo accionista mayoritario es el gobierno de la ciudad de Beijing" y que "depende del apoyo y la asistencia de muchos departamentos del gobierno" de China.
El ejecutivo escribió que "si el 7BMC fuera percibido como apoyando un programa internacional cuyas intenciones fueran cubrir cualquiera de los cinco temas prohibidos, las repercusiones para el 7BMC y sus clientes serían desastrosos para el proyecto olímpico y para cualquier ulterior apoyo a los restantes 26 años de sociedad".
El mensaje también advierte que se le negará el acceso a las instalaciones del 7BMC a los medios de comunicación que pretendan usarlas para informar sobre asuntos que resulten inconvenientes al gobierno chino.
"Si ustedes vienen a Beijing a cubrir las cuestiones relacionadas con los Juegos Olímpicos, nos complacerá ayudarlos, pero si vienen a producir segmentos y noticias sobre cualquiera de los temas prohibidos, entonces, lo siento, pero no podremos ofrecerles nuestro apoyo esta vez", indica el texto.
IPS se comunicó con el supuesto autor del e-mail para determinar cuáles eran los "temas prohibidos", pero Romanis rechazó la consulta y la refirió a Simon Francis, portavoz de Seven Network.
Francis aseguró en un correo electrónico enviado el 31 de julio a la cadena Australian Broadcasting Corporation (ABC) que Seven Network no se había involucrado en censura. "Estamos puramente en una alianza como proveedor de instalaciones y facilitador en China", escribió.
En un mensaje posterior, emitido el 1 de este mes, Francis dijo a ABC que no tenía conocimiento alguno sobre ningún "tema prohibido": "Sólo podemos reiterar que no conocemos los 'cinco temas prohibidos'. Sospecho que no los conocíamos cuando el e-mail fue enviado hace cinco meses y que todavía no los conocemos."
En su blog desde Beijing en la edición electrónica del diario The Sydney Morning Herald, el periodista Stephen Hutcheon trató de dilucidar los "cinco temas", recordando que el gobierno bloquea el acceso a sitios web que incluyan "palabras y frases relacionadas con lo que el gobierno denomina 'cinco grandes enemigos'".
Hutcheon los enumeró: "La independencia de Tíbet, la independencia de Taiwán, los musulmanes de la occidental provincia china de Xinjiang, el movimiento (religioso) Falun Gong y los disidentes."
Pero un codirector de 7BMC, Doug Fraser, también dijo desconocer los "temas prohibidos" y cualquier actividad de censura de su compañía. "Nuestra base de transmisiones es independiente. No te ayudamos a elegir las noticias que quieres cubrir. Eso depende de los propios periodistas", aseguró.
Sin embargo, la sindical Federación Internacional de Periodistas (FIJ) manifestó su preocupación por la advertencia de marzo.
El director de proyectos de la FIJ para el área Asia-Pacífico, Sam Grunhard, dijo a IPS que "las regulaciones al periodismo emitidas en 2007 para toda la prensa extranjera que cubriría los Juegos reconocía expresamente la libertad de cubrir cualquier asunto".
El secretario general del Comité Nacional por los Juegos Olímpicos en Beijing, Wan Wei, dijo en 2001, cuando presentó la candidatura de la ciudad: "Aseguraremos a los periodistas completa libertad para informar cuando vengan a China."
Pero el e-mail de 7BMC es apenas uno en muchos indicios de lo contrario.
La semana pasada quedó en evidencia que se habían bloqueado algunos sitios de Internet a los periodistas en el principal centro de prensa de la capital, al parecer a raíz de un acuerdo entre el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Beijing.
Tal constatación dejó mal parado al presidente de la comisión de prensa del COI, Kevan Gosper, quien había asegurado en marzo que los periodistas tendrían en Beijing tanta libertad como la que tuvieron en los Juegos Olímpicos de Sydney en 2000.
Luego, dos periodistas japoneses fueron atacados por la policía al cubrir el atentado que acabó con la vida de 16 funcionarios de seguridad en la ciudad de Kashgar, en Xinjiang.
El Club de la Prensa Extranjera de China detalló 270 casos de interferencia de las autoridades con el trabajo de los periodistas desde el 1 de enero.