ISRAEL: Olmert sueña con dejar un legado de paz

El primer ministro de Israel, Ehud Olmert, aún tiene la esperanza de llegar a un acuerdo de paz con los palestinos y con Siria antes de abandonar su cargo.

A fines de julio, asediado por escándalos de corrupción, Olmert anunció que renunciará en el momento en que su partido, el centrista Kadima, elija en comicios internos un nuevo líder el 17 de septiembre, pero no abandonó los intentos de avanzar en las negociaciones.

Detalles de su propuesta de paz al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, fueron filtrados hace poco a los medios de prensa. Colaboradores del primer ministro viajarán a Estambul para una nueva ronda de conversaciones indirectas con Siria, en las que Turquía actúa como mediador.

Olmert no quiere ser recordado por haber aceptado cientos de miles de dólares de Morris Talansky, judío ortodoxo residente en Nueva York y principal directivo del grupo financiero Globes Resources.

Preferiría aparecer en los libros de historia como el arquitecto de acuerdos de paz con Siria y los palestinos.
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Un funcionario del gobierno, quien pidió reserva de su identidad, dijo a IPS que Olmert no tiene intención de permanecer pasivo hasta que Kadima designe a su reemplazante.

Pero no hizo comentarios sobre si existen ahora más posibilidades de culminar con éxito las negociaciones.

Señaló, sin embargo, que si los sirios aceptan entablar un diálogo directo será una señal acerca de la seriedad de Damasco sobre su interés de llegar a un acuerdo con Israel.

Por el momento, agregó el funcionario, la impresión es que Siria quiere disfrutar de mejores relaciones con Occidente, por su disposición a participar en los contactos indirectos con mediación de Turquía, pero no está dispuesta a tratar directamente con Israel en un esfuerzo por llegar a un acuerdo de paz.

Legisladores israelíes de línea dura están furiosos por los esfuerzos de Olmert de llegar a una solución diplomática.

Zevulun Orlev, líder del Partido Nacional Religioso, dijo que el primer ministro ya no está facultado para conducir las negociaciones. Lo que más preocupa es que cualquier acuerdo que alcance con los palestinos o los sirios deberá ser respetado por el próximo gobierno, dijo a IPS.

Legisladores más moderados, que apoyan las negociaciones en curso, creen, sin embargo, que Olmert no se encuentra en posición de negociar con éxito, ya que carece tanto de apoyo político interno como de un interlocutor árabe dispuesto a firmar un tratado de paz con un jefe de gobierno que ya anunció su dimisión.

Esto no parece detener a Olmert. Entregó a Abbas una propuesta para un acuerdo sobre las fronteras de un futuro Estado palestino, el problema de los refugiados de esa nacionalidad y cuestiones de seguridad.

Según el diario Haaretz, el primero en revelar el plan, Olmert ofreció una retirada israelí de 93 por ciento del territorio de Cisjordania, con la entrega de tierras en el desierto de Negev, cercanas a la franja de Gaza, en compensación por las áreas que retendrá.

Ese siete por ciento incluye los asentamientos judíos y la frontera sería coincidente con la ruta del muro de separación que Israel está construyendo en Cisjordania.

También habría una autopista que conecte a ese territorio con la franja de Gaza, que correría a través de Israel, para que los palestinos puedan trasladarse entre esas dos áreas.

El plan no hace referencia a una implementación inmediata en caso de que se llegue a un acuerdo. Todo estaría supeditado a que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) deje de estar en control de Gaza y que el secular partido Fatah, de Abbas, reestablezca su autoridad en esa franja costera.

Según el funcionario israelí que dialogó con IPS, se han realizado importantes avances en materia de fronteras, refugiados y seguridad. Considera que si se llega a un acuerdo, ofrecerá una alternativa al paradigma de Hamás, que se rehúsa a reconocer al Estado de Israel, y servirá para unir a los moderados de ambas partes.

Funcionarios palestinos han desestimado la propuesta como "una pérdida de tiempo", señalando que no asegura la continuidad territorial del futuro Estado ni aborda la cuestión de Jerusalén, al que ambas partes consideran su capital. Asimismo, proponen que Israel sólo retenga dos por ciento del territorio cisjordano.

Estos no son los únicos problemas que enfrenta Olmert. La ministra de Relaciones Exteriores y principal candidata para reemplazarlo como líder de Kadima, Tzipi Livni, y el ministro de Defensa, Ehud Barak, se oponen a llegar a un acuerdo.

Ambos prefieren aguardar para ver si las elecciones internas permiten formar un nuevo gobierno o si el país se encamina hacia comicios generales el año que viene.

Si se logra establecer un nuevo gobierno, Olmert sólo tendrá hasta noviembre para asegurar su legado, pero si se debe convocar a elecciones en 2009, contará con un poco más de tiempo a su favor.

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