Casi un tercio de las candidaturas para las elecciones parlamentarias de septiembre en Angola son ocupadas por mujeres, gracias a la ley de cuotas vigente en este país de África austral.
Pero las candidatas ocupan un lugar muy discreto en la campaña electoral. Apenas se las advierte en actos públicos y muy pocas ocupan posiciones de importancia en la dirección de sus partidos.
La socióloga y experta en cuestiones de género Henda Ducados considera que la introducción de la cuota femenina en las candidaturas implica riesgos. "Es una medida muy progresista, pero a mi juicio el mayor desafío será ver si la cantidad de legisladoras será acompañada por una mayor calidad", sostuvo.
Cuando la ley ordena inscribir en las listas muchas nuevas candidatas, algunas de aquellas que se incorporan a la actividad política "pueden carecer de experiencia", agregó.
Sin embargo, Ducados apoya la norma y aplaude el plan de equidad de género en proceso de ratificación. El Ministerio para la Promoción de la Mujer y la Familia también realiza un buen trabajo, señaló.
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Pero el mayor desafío es elevar la participación política de las mujeres a nivel municipal y local. Pero por ahora no se han celebrado elecciones en esos ámbitos. Sólo se realizarán luego de de las parlamentarias del 5 de septiembre —las primeras en 16 años— y de las presidenciales de 2009.
La candidata a legisladora de la opositora Unión para la Independencia Total de Angola (Unita), Clarisse Kaputu, considera que la situación está cambiando lentamente para las dirigentes políticas.
"Durante muchos años de guerra civil, los soldados tenían el control. Todo se encontraba militarizado. Los hombres tenían una posición dominante. Ellos trabajaban y nosotras nos dedicábamos a las tareas del hogar. Se les daba muy poca importancia", señaló.
En la guerra civil que siguió a la independencia de Portugal (1975-2002) "las mujeres tuvimos muy pocas oportunidades de acceder a la educación. Pero en ese mismo tiempo comenzamos a pensar qué podíamos hacer para poner fin al enfrentamiento y alcanzar la paz", agregó.
"Las madres veían a sus hijos ir al frente. Muchos no volvían. Otros regresaban traumatizados y mutilados. Por eso las mujeres nos dedicamos a actuar", dijo Kaputu, participante en ese proceso desde la organización no gubernamental Mujeres y Paz.
"Ahora las mujeres participan más porque saben que son necesarias para mantener la paz. En Angola hay muchas más mujeres que hombres. Están mucho más involucradas con las comunidades y conocen los puntos de vista de la gente", agregó la candidata de Unita.
"Creo que los hombres están listos para comenzar a escuchar a las mujeres. El país está preparado para la participación femenina. La guerra constituye un recuerdo muy triste y nadie quiere que eso se repita", afirmó Kaputu.
En su opinión, salud y educación son las preocupaciones fundamentales de las votantes. La alta mortalidad materna e infantil, la pesadilla del paludismo y la falta de información sobre el sida requieren urgente atención, según ellas.
"Muchos niños no reciben educación. Faltan escuelas y dinero. Esto es una gran preocupación para las madres. Frecuentemente los que terminan el ciclo secundario no tienen posibilidades de ingreso a la universidad o de empleo. Se convierten en una gran carga para sus familias", dijo Kaputu.
Pero las mujeres continúan brillando por su ausencia en los actos de campaña rumbo a las elecciones de septiembre.
El oficialista Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA) tiene su rama femenina, la Organización de Mujeres Angoleñas. Su líder, Luzia Ingles, está dedicada a recorrer el país y dirigirse a sus seguidoras.
Pero la campaña electoral, que comenzó la semana pasada, está dominada por los hombres, frecuentemente estimulados por la cerveza.
En las calles de Luanda, la capital, el tránsito se detiene regularmente ante las lentas procesiones de jóvenes en motocicletas o "cadongueiros", minibuses que sirven como taxímetros. Hacer sonar las bocinas y agitan banderas.
Quizás no deba sorprender que las mujeres no participen en estas demostraciones.
"¿Quién tiene tiempo para estas cosas?", se preguntó Ducados. "Las mujeres tienen trabajo que hacer. O hijos que cuidar. Creo que esta es la razón por la estos actos durante el día están dominados por hombres jóvenes", agregó.
