Organizaciones ambientalistas y humanitarias de Honduras pidieron medidas cautelares a la Corte Interamericana de Derechos Humanos tras la fuga de tres de los cuatro policías implicados en el asesinato de los ecologistas Heraldo Zúniga y Roger Iván Murillo. Así buscan proteger a testigos y familiares de las víctimas, asesinadas el 20 de diciembre de 2006 en el oriental departamento de Olancho, donde luchaban contra la tala del bosque y el tráfico ilegal de madera. Los tres policías escaparon hace dos semanas de una instalación militar donde estaban recluidos luego de que un tribunal los condenara hace un mes por el crimen de los miembros del Movimiento Ambientalista de Olancho (MAO), dijo a Tierramérica Bertha Oliva, del no gubernamental Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras. «Nadie sabe su paradero, pero hay temor de los testigos y familias porque los policías juraron vengarse», agregó.
