La alcaldía de São Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, adoptó la meta de reducir en 30 por ciento las emisiones municipales de gases invernadero, con plazo en 2012, adelantándose al gobierno federal. El proyecto, que deberá votar este año el Concejo Municipal de São Paulo, exigirá transformaciones profundas en el transporte que contamina y congestiona esa ciudad del sur del país.
La iniciativa es “muy positiva”, porque estimula a gobiernos municipales y estaduales a seguir el ejemplo y porque fija una meta, orientando las acciones de empresas y de la población, comentó a Tierramérica el director del no gubernamental Instituto Vitae Civilis, Rubens Born.
Podría haber sido más conveniente adoptar objetivos graduales para evitar cuestionamientos a una meta «ambiciosa» en un plazo corto, lo que puede generar resistencias, acotó. Pero las elecciones municipales de octubre ayudarán al debate, aseveró.