El Consejo de Seguridad de la ONU está alarmado por la creciente cantidad de miembros de sus misiones de paz expulsados por denuncias de violación, pero poco puede hacer para que los culpables sean condenados.
La ONU (Organización de las Naciones Unidas) carece de autoridad política o legal para castigar a los responsables de esos delitos, se quejó un funcionario del foro mundial.
Así, la mayoría escapa a la condena, pues los gobiernos nacionales se han negado a que sus tribunales impartan justicia o actúan con gran lentitud.
Lo único que puede hacer el secretariado de la ONU es deportar a sus países a quienes cometieron esos delitos, como ocurrió con 108 miembros de Sri Lanka de la misión de paz en Haití, acusados de explotación sexual y abuso sexual de menores.
"¿Qué esperan que hagamos, cuando la ONU nos entrega condones gratis?", dijo uno de los deportados, según informes.
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El Consejo de Seguridad del foro mundial condenó el mes pasado, entre otros actos de violencia contra las mujeres, los crímenes sexuales de miembros de sus misiones de paz.
El secretariado de la ONU señaló que ha habido casos en prácticamente todas las misiones de paz desplegadas en el mundo, incluidas las de Costa de Marfil, Haití, Kosovo, Liberia, República Democrática de Congo y Sierra Leona.
Sin embargo, "la ONU no está completamente imposibilitada para lograr que los responsables rindan cuentas", señaló Jessica Neuwirth, presidenta de la organización de derechos humanos Igualdad Ahora, con sede en Nueva York.
Además de repatriarlos, agregó, puede asumir un papel mucho más activo para asegurar que los gobiernos lleven ante la justicia a los violadores.
"La ONU tiene que garantizar, sobre todo, que quienes cometieron actos de violencia sexual no puedan integrar otras misiones de paz en el futuro", dijo Neuwirth a IPS.
Asimismo, el foro mundial tendría que imponer como condición para los contingentes de las misiones de paz que sean privados de la inmunidad, para que sus delitos puedan ser procesados en el país en que se cometieron, afirmó.
Mavic Cabrera-Balleza, del Centro Internacional Tribuna de las Mujeres, dijo que los miembros de esas misiones tienen la responsabilidad de proteger a los civiles, pero que no siempre se les indica explícitamente que eso significa poner fin a la violencia sexual.
"Se demanda de esas tropas tantas cosas que pueden ignorar todo aquello que no les hayan prohibido hacer. El Consejo de Seguridad debería establecer un claro mandato en este tema fundamental", agregó.
Al hablar ante el Consejo de Seguridad a mediados de junio, la secretaria de Relaciones Exteriores y Derechos Humanos de Francia, Rama Yade, criticó a la misión en República Democrática de Congo por su indiferencia frente al abuso sexual de mujeres, incluso en los casos en que sus integrantes no estaban involucrados.
El contingente desplegado en ese país es el más numeroso entre todas las misiones de la ONU, con más de 16.600 soldados, dijo Yade. Las mujeres de esta nación africana se preguntan: "¿Qué beneficio nos traen, si continuamos siendo raptadas y violadas?".
"Las 200.000 mujeres que han sido violadas en ese país esperan resultados concretos, con celeridad. Me han pedido que les presente a ustedes esta petición. Debemos tomar medidas, en consecuencia. ¿Qué podemos hacer?", preguntó Yade a los delegados.
La resolución del Consejo de Seguridad, adoptada por unanimidad el 19 de junio, urge al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a "mantener y fortalecer los esfuerzos para implementar una política de tolerancia cero a la explotación y abuso sexual en las operaciones de mantenimiento de la paz".
El texto también urge a los Estados que aportan tropas y personal policial a tomar "acciones preventivas" y asegurar una "completa rendición de cuentas" si se producen casos de violencia sexual en las que estén involucrados sus integrantes.
"Esa resolución es otro instrumento útil en el esfuerzo de contar con mejor documentación y llevar a juicio casos de abuso y violencia sexual", señaló Charlotte Bunch, directora ejecutiva del Centro para el Liderazgo Global de las Mujeres de la estadounidense Universidad Rutgers.
Antes de la aprobación de la resolución, "podíamos inferir que esto era responsabilidad del Consejo de Seguridad", explicó Bunch.
"Pero algunos de sus 15 miembros no lo consideraban así. Argumentaban que no había evidencias sobre la magnitud del problema como para incluirlo en la agenda del Consejo, o que no constituía una amenaza para la paz y la seguridad internacionales", agregó.
"Ahora está indisputablemente en la agenda y es responsabilidad del secretario general de la ONU asegurar que se obtenga mejor información sobre este tema en el terreno", dijo Bunch a IPS.
La real prueba para Ban será cómo llevará a la práctica su compromiso de fortalecer el combate contra la violencia hacia las mujeres, tal como lo anunció en marzo ante la Comisión sobre el Estatus de las Mujeres.
Según Neuwirth, la ONU podría hacer más para prevenir estos delitos y sería de ayuda que incluyera en los contingentes de paz a un mayor número de mujeres, especialmente en posiciones de mando.
La otras cuestión, agregó, está referida a qué puede hacer el organismo mundial para presionar más a los gobiernos nacionales para que lleven a juicio a los autores de los abusos contra las mujeres.
Bunch considera fundamental que estos casos de violencia sexual sean juzgados por la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya y que las acciones judiciales a nivel nacional sean tomadas como criterio para determinar qué países son elegidos para enviar tropas a las misiones de paz.
Para muchos de ellos, agregó, esa participación es un clave en el entrenamiento de sus fuerzas militares, por lo que la condición agregaría un factor de presión adicional sobre los gobiernos respecto de la conducta de sus tropas.
También habría que desarrollar estándares sobre cómo entrenar a los soldados respecto del tratamiento apropiado de las mujeres.
"Pero sólo se lograrán avances si existe un compromiso para enfrentar este tema y el reconocimiento de que requiere una atención continua y recursos, no sólo retórica", afirmó Bunch.