El gobierno de Perú revocó el permiso concedido a mediados de 2000 a una empresa internacional para construir y operar un teleférico en el santuario arqueológico de Machu Picchu, por el impacto ambiental que tendría la mayor afluencia de turistas. Mil 200 turistas llegan todos los días a Machu Picchu, una ciudad de piedra enclavada en una montaña tropical al noroeste de Cusco, y el teleférico duplicaría la cantidad, advirtió el Instituto Nacional de Recursos Naturales.
Machu Picchu, un legado histórico del imperio incaico, fue declarado por la UNESCO patrimonio del mundo.