SALUD-PORTUGAL: Médicos latinoamericanos para cubrir carencias

Portugal intentará con médicos argentinos, cubanos y uruguayos llenar el vacío que dejará la partida de una buena parte de los cerca de 2.000 facultativos españoles que garantizan hasta ahora el normal funcionamiento de los hospitales y policlínicos del interior del país.

Muchos médicos españoles, que durante años capearon en Portugal el temporal de la falta de puestos de trabajo en su país debido al exceso de egresados universitarios, hoy responden al exhorto para regresar lanzado por el gobierno del socialista José Luís Rodríguez Zapatero. Como reconoció el propio Servicio Nacional de Salud (SNS), las unidades médicas, en especial las ubicadas en las zonas limítrofes, ya se están resintiendo con la falta del personal español.

La solución más probable "está al otro lado del Atlántico", estimó en declaraciones a la prensa local el médico Rui Sousa Santos , director del Hospital de Beja, capital de la subregión meridional de Baixo Alentejo, una de las más afectadas por el éxodo español.

A partir de julio, facultativos uruguayos iniciarán funciones en los Vehículos Médicos de Emergencia y Reanimación (VMER), merced el acuerdo de cooperación entre Lisboa y Montevideo firmado el año pasado, en ocasión de la visita oficial a Portugal del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez.

La solución del problema de las carencias de profesionales para los VMER, que forman parte del Instituto Nacional de Emergencia Médica (INEM), eran 100 médicos uruguayos, según el anuncio en la prensa local en agosto del año pasado, citando al entonces ministro de Salud, Antonio Correia de Campos.

Sin embargo, el consejero de la embajada de Montevideo en Lisboa, Pablo Porro, desmintió esta cifra usada por la prensa lusa y confirmó a IPS que, "a partir del 1 de julio, serán sólo 15 los médicos uruguayos que comenzarán sus funciones en el INEM, en conformidad con el acuerdo suscripto a fines de septiembre".

Además de los de emergencia, "vendrán a Portugal dos o tres equipos de especialistas, con un total de unos 10 médicos", reveló el diplomático.

La clase médica portuguesa, celosa de la preservación de su estatuto privilegiado, esta vez se ve obligada a aceptar una realidad que hace vislumbrar un verdadero colapso del sistema público de salud en caso de continuar colocando objeciones a facultativos extranjeros.

Polonia y Ucrania cuentan con exceso de médicos, pero todos ellos están siendo absorbidos por los más atractivos sueldos que ofrece Alemania, a lo que se une la cercanía geográfica con sus respectivos países.

Sousa Santos vaticina la solución latinoamericana como la más viable, porque las facultades de Medicina de muchos de los países de esa región forman miles de buenos profesionales que luego permanecen desempleados, "lo que hace más fácil su contratación", como lo fuera hace una década con los españoles.

A fines de la década del 90, comenzó la inmigración de médicos españoles a Portugal, en especial en las zonas fronterizas, con realce en las regiones norteñas de Minho y Trás-os-Montes, que tienen frontera con las comunidades españolas de Galicia y Castilla, y la meridional de Alentejo, que colinda con Extremadura y Andalucía.

Carlos López Salgado, vicepresidente de la Asociación de Profesionales de Salud Españoles en Portugal (APSEP), recordó en entrevista al diario Público, de Lisboa, el jueves de la semana pasada, que se trasladó hace nueve años a Ponte de Lima, en el extremo norte de Portugal, "harto de soportar un penoso ejercicio de la medicina en España".

El exceso de licenciados en medicina, no permitió la integración de la mayor parte de ellos en el servicio público de salud, lo cual obligó a una buena parte de los jóvenes médicos, en especial gallegos por la facilidad adicional de la similitud de su lengua con el portugués, a cruzar la frontera lusa, donde existía estabilidad profesional.

En 1999, casi 20.000 candidatos postulaban para ocupar 3.000 lugares disponibles en los servicios de salud españoles, entre medicina y enfermería, mientras ese mismo año, en Portugal, 900 profesionales se presentaron para acceder a 800 lugares en el SNS.

Sin embargo, la crisis se presenta ahora en Portugal, debido a que los exhortos de Madrid al retorno de los suyos, incluye sueldos mucho más atractivos y a que, según las cuentas del Sindicato de los Médicos, 800 de sus profesionales abandonaron el SNS entre 2006 y 2007 para pasar a ganar más del doble en el sector privado.

El que otrora fue un rico flujo de médicos españoles, en especial gallegos, extremeños y andaluces hoy "está prácticamente parado", asevera López Salgado y explica que "ahora los españoles están buscando oportunidades de trabajo en su región de origen".

Las estadísticas de la APSEP indican que en 2002, había 3.000 profesionales de salud españoles en la región Norte de Portugal, en su inmensa mayoría en policlínicos. En 2007 la cifra bajó a entre 800 y 1.000. En el meridional Alentejo, donde hace cinco años ejercían 400 médicos procedentes de Extremadura, actualmente no pasan de 150.

En este momento, aunque no existen números oficiales, el cálculo de la APSEP apunta que hay cerca de 2.000 profesionales españoles en todo el territorio portugués, 80 por ciento médicos y 20 por ciento personal de enfermería.

Otra voz de alarma fue lanzada por el presidente del Colegio Médico, Pedro Nunes, al recordar que en algunas comarcas de la región de Trás-os-Montes, cerca de la mitad de los cuadros profesionales eran españoles.

Nunes ofrece un panorama desolador, donde queda patente la extrema vulnerabilidad del SNS portugués si no cuenta con la contribución española, citando el paradigmático caso del servicio de urgencias de Ponte de Lima, donde 14 de los 16 médicos de la plantilla son gallegos.

El norte se ubica en el primer lugar como la región más afectada por el regreso a su país de los españoles, con un elevado número de médicos gallegos en las unidades de salud de Chaves, Montalegre, Boticas y Miranda do Douro.

En otras zonas, la situación es también preocupante. De los 103 médicos con que cuenta el Baixo Alentejo, 38 son españoles. En la región de Algarbe, en el extremo sur del país, el número de médicos españoles alcanza a 20 por ciento del total, proporción que sube a 24 por ciento en el septentrional puerto de Viana do Castelo.

¿Por qué Argentina, Cuba y Uruguay y probablemente otros países de América Latina aún no designados, y no Brasil, como indicaría la lógica del idioma y una cierta identidad cultural?

La respuesta la ofrece el Colegio Médico, que considera a esos países con una excelente formación universitaria y no así a la de muchas de sus similares brasileñas.

Nunes llama la atención frente al peligro de contratar clínicos no acorde a los parámetros portugueses de formación y ofrece como ejemplo la realidad de Brasil, que cuenta con cerca de 130 facultades de medicina, pero donde sólo unas 25 merecen credibilidad y donde algunas de éstas "hasta son mejores que las portuguesas".

Sin embargo, mientras por una parte el Colegio Médico no puede ignorar la crisis en la que caería el sistema de no contratarse profesionales extranjeros, "por otra siempre está atento a salvaguardar sus privilegios", comentó a IPS un joven doctor que dedica parte de su vida personal y profesional a acciones en la sociedad civil.

Según el profesional, que solicitó el anonimato por recelos de represalias del Colegio Médico, "durante décadas ha cundido en la población la idea de que Portugal tiene los mejores médicos del mundo", porque la apretada selección para ingresar a las facultades de Medicina exige notas de entre 19 y 19,5, de un máximo de 20 puntos.

Sin embargo, "el hecho de haber sido un buen estudiante de escuela secundaria y con una buena memoria para preparar exámenes de admisión no nos convierte en los mejores médicos del mundo, lo cual se demuestra por el elevado número de muertes por negligencia profesional que se registran cada año en Portugal".

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