El desarrollo económico y social, así como la lengua y la cultura de los países que hablan portugués en África y Asia son los asuntos centrales que tratan 52 organizaciones estatales y privadas reunidas en el Centro de Congresos de esta capital.
El encuentro de tres días convocado por el Instituto Portugués de Apoyo al Desarrollo (IPAD), que finalizará este sábado, pretende mostrar al público la diversidad y la riqueza de la cooperación en su principal objetivo de acción: los luso-africanos Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique y Santo Tomé y Príncipe y en el asiático Timor Oriental.
Bajo el título de "Los Días del Desarrollo", la iniciativa abierta al público incluye conferencias, debates, exposiciones, teatro, lanzamiento de libros y un extenso programa de espectáculos y actividades lúdicas, en una inmensa fiesta de la cooperación. África está representada por el canciller de Santo Tomé y Píncipe, Ovídio Pequeno, el viceministro de Planificación y Desarrollo de Mozambique, Vítor Bernardo, y el secretario de Estado de la Cooperación de Guinea-Bissau, Roberto Cacheu, mientras Angola, Cabo Verde y Timor Oriental se hicieron representar por sus embajadores.
Participan también el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres, primer ministro de Portugal entre 1995 y 2002, y el ex presidente portugués Jorge Sampaio (1996-2006), actual enviado especial del foro mundial para la lucha contra la tuberculosis, mientras que en nombre de Portugal lo hace el vicecanciller João Gomes Cravinho.
Entre los huéspedes ilustres, se contó con la participación del presidente del Comité de Ayuda al Desarrollo de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el alemán Eckhard Deutscher.
Debido a que "la cooperación es una realidad en transformación", es necesario fomentar este tipo de encuentros como "plataformas de debate", sostuvo Gomes Cravinho, abierto partidario de abrir todas las posibilidades para que "los actores de la cooperación estén juntos".
La iniciativa, coordinada por IPAR, congrega a entidades estatales, organizaciones no gubernamentales (ONG), fundaciones y empresas, todas ellas con puestos de información, en un inmenso espacio donde es posible comprar libros, revistas, y hasta alimentos y productos típicos de países lusófonos.
Es una manera directa y ágil de informar a la opinión pública sobre lo que hace la cooperación, lo que según Gomes Cravinho, es también "una oportunidad para trabajar en red".
Explicó que la creación de esta plataforma ampliada de debate se impone porque hasta ahora, la cooperación estaba en manos del Estado y de las ONG. Pero hoy, cualquier fundación privada, banco o empresa, tiene proyectos en el área del desarrollo, "por lo que es importante promover buenas prácticas".
"La idea es que esta iniciativa sea anual y tenga siempre un tema central", que en esta primera edición se ha puesto énfasis especial en el papel de la lengua y la cultura en la promoción del desarrollo, destacó Gomes Cravinho.
En este orden de ideas, el caricaturista portugués João Paulo Cotrim encabezó un grupo de ocho ilustradores que crearon el personaje María, destinado a demostrar que los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, aprobados por los gobiernos en 2000 en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), "son verdaderamente revolucionarias".
"¿Qué tienen que ver conmigo los Objetivos del Desarrollo del Milenio?", interroga María, la figura central del libro "Vencer los Miedos", que contendrá la respuesta a esta pregunta y a otras carencias de información simplificada sobre las metas sociales, sanitarias y de lucha contra la pobreza, a cumplir en 2015 y con base a los indicadores de 1990.
Las también llamadas metas del milenio plantean reducir a la mitad la cantidad de personas que en 1990 había con hambre y era indigente, garantizar la enseñanza primaria universal, promover la igualdad de género, bajar los índices de mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el sida y otras enfermedades, proteger el ambiente y buscar alianzas mundiales para el desarrollo.
En declaraciones al diario matutino Público de Lisboa, publicadas el miércoles, Catrim explicó que aceptó el desafió, que contará con ocho historias diseñadas de estilos diferentes, pero que tienen a María en común, porque consideró que los objetivos de la ONU son "verdaderamente revolucionarios, realistas y posibles de alcanzar".
Y es María, y no José, "porque las mujeres aun están en el centro de las desgracias", de las que resultan personajes "mas intervinientes, porque son más múltiples y más complejos". Ellas "son más capaces de interrogar, son más atentas", concluyó el dibujante.
En el campo de los debates, se destacó la intervención de Deutscher, al criticar a las personas que todavía confunden la cooperación para el desarrollo con la caridad y fustigó "la ceguera política" que continua impidiendo que ésta ayuda para el progreso sea vista como "un instrumento estratégico" al servicio de todos.
Deutscher lamentó que los países europeos no estén cumpliendo las promesas indispensables para que los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, pueden ser alcanzados hasta 2015.
Sus palabras fueron avaladas por Gomes Cravinho, al reconocer en declaraciones posteriores a los periodistas que "la mayor parte de los países de la OCDE (que cuenta entre sus países miembros a todos los industrializados) no han estado a la altura de sus compromisos internacionales".
El presidente del IPAR, Manuel Correia dijo a IPS que "es la primera vez que realizamos una reunión de este tipo en Portugal, que tiene como objetivo encontrarnos en el mismo recinto, todos los actores del desarrollo".
Este encuentro "nos permite intercambiar experiencias, conocer las buenas prácticas y también los malos resultados. Si damos una vuelta por este recinto, parece una gran familia que comulga del mismo espíritu y en este sentido, creo que es un éxito inmenso, como si fuese la cooperación como un todo que esta en muestra, donde todo funciona en sentido solidario".
Sin embargo, Correia reconoció que uno de los objetivos principales, que es el de traer a las sesiones sobre el desarrollo al mayor número de personas "temo que no será alcanzado". "La gente que está aquí comulga con los mismos intereses, pero es importante la presencia de personas que no están habituadas a las cuestiones relacionadas con el desarrollo, porque pese a las dificultades que nosotros, los europeos, estamos atravesando, nuestra sociedad debe tener conciencia clara de las dificultades de otros pueblos, que viven inconmensurablemente peor que nosotros", sentenció.
Sería útil que esas personas "escuchen nuestros lenguajes y fundamentalmente, mostrarles historias de éxito, porque la mayor parte de la gente solo sabe de situaciones de fracasos, de corrupción y de catástrofes".
Consultado sobre las cifras que Lisboa destina al mundo en desarrollo, Correia reveló que "el apoyo bilateral constituye la mitad de nuestra cooperación internacional, de 320 millones de euros (494 millones de dólares) anuales y esa cifra, casi por completo va a los países africanos de lengua portuguesa y a Timor Oriental, y el resto es residual, insignificante".
Entre los receptores de la ayuda se cuenta la Asociación Baboque en Portugal, que congrega a inmigrantes guineanos. IPS consultó a Catarina Bassa, a cargo del puesto de información del Centro de Documentación Amílcar Cabral en el recinto de la feria.
Para esta joven de padre senegalés, los inmigrantes del Baboque, una unidad política y territorial de poder tradicional de la zona norte de Guinea-Bissau, consiguen apoyos "para promover intervenciones concretas en sus comunidades de origen, en especial para la educación y la salud".
El presidente del IPAD es abiertamente favorables a las causas nobles como las que describe Catarina. "Nosotros deseamos convencer a las personas que de hecho, hay mucho más cosas que la corrupción y lo que deseamos, es realizar proyectos válidos para 70 u 80 por ciento de la gente que en África vive en la pobreza, muchas veces extrema, con poco futuro".
Sin embargo, Correia concluyó admitiendo que esta asignatura no es fácil, "pero no hay que bajar la guardia, sino por el contrario, hay que encontrar formas, descubrir los medios más eficientes, para que la ayuda llegue realmente a los más desfavorecidos".