El estatal Canal 8 de televisión de Venezuela decidió cobrar sumas abultadas a televisoras privadas por el uso de sus imágenes, el ministro de Información renunció y la medida de cobro se vino abajo, mientras la prensa opositora agitaba una presunta connivencia de la regional Telesur con la guerrilla colombiana.
Todo ocurrió en menos de 72 horas en una Venezuela cuya política internacional quedó, para los medios, atrapada por el conflicto armado de la vecina Colombia, en tanto la doméstica está a las puertas de una carrera electoral decisiva para el presidente Hugo Chávez.
La TV de 24 horas de noticias Globovisión, de línea opositora, recibió una carta del Canal 8 el lunes, anunciándole que desde el 1 de junio cada segmento de su señal que fuese utilizada se cobraría a razón de 56 dólares el segundo, 3.360 dólares el minuto.
William Castillo, vicepresidente del Canal 8, dijo que esa televisora "para producir su señal utiliza recursos humanos y materiales, lo cual implica costos, y por eso vamos a cobrar por la retransmisión".
Alberto Ravell, director de Globovisión, dijo entonces a IPS que "es absurdo que un gobierno que se queja de que los medios privados no cubren sus actos, bloquee la única fuente de acceso que tenemos de los actos y declaraciones oficiales, que es el Canal 8".
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El presidente Chávez y otros portavoces del gobierno han justificado las frecuentes y largas cadenas presidenciales —más de 1.700 en nueve años— como contrapeso a las informaciones o campañas de medios nacionales e internacionales que les son adversos.
Periodistas de medios como Globovisión, Radio Caracas TV y el diario El Nacional se quejan en varios de sus reportes que se les impide el acceso a la información en conferencias de prensa de ministros y otros funcionarios. "Si a nuestras cámaras no las dejan pasar, dependemos del Canal 8 para poder informar", dijo Ravell.
"Es la lógica del hostigamiento. Establecer una tarifa por la retransmisión de la señal es una medida excesiva y violatoria del derecho constitucional de informar", dijo a IPS Carlos Correa, de la organización no gubernamental sobre medios Espacio Público.
Espacio Público y la organización humanitaria Provea han denunciado reiteradamente la veda de acceso a la información oficial para los periodistas de medios críticos al gobierno.
También el grupo pro oficialista Periodistas por la Verdad ha pedido, sin éxito, que se permita el libre acceso de los medios y reporteros a las fuentes de información oficial. Cartas como la de Globovisión fueron despachadas a otras estaciones de TV. Dos ejecutivos de medios de provincia dijeron a IPS que la tarifa del Canal 8 era impagable de acuerdo con sus ingresos y mostraron asombro porque se la adoptase justo cuando está a punto de iniciarse la campaña para elegir gobernadores regionales y alcaldes el próximo noviembre.
Chávez ha sostenido que esas elecciones son cruciales porque, si la oposición conquista un buen número de plazas actualmente en manos del oficialismo, "el año próximo vendrán por mí", es decir, explicó su colaborador Willian Lara, tratarán de revocar o de acortar de alguna otra manera el mandato presidencial que expira en enero de 2013.
Poco después de dictada la medida del Canal 8, el ministro de Información, Andrés Izarra, puso su renuncia a la orden pues "tomé una decisión sin consultarla con otras instancias del Ejecutivo", es decir, responsabilizándose de lo que asumía como un error.
Sin embargo, la medida de cobro siguió vigente hasta que en la tarde de este jueves un escueto comunicado del Canal 8 la dejó sin efecto. Se ignora, en cambio, si Chávez ha aceptado o no la renuncia que le presentó su ministro de Información.
Pero en paralelo corría otro tema que involucra a Izarra, como presidente y principal conductor de la cadena regional de televisión Telesur, de la que hacen parte los gobiernos de Argentina, Bolivia, Cuba, Uruguay y Venezuela.
Medios de Colombia y Venezuela divulgaron dudas sobre un vídeo, que en exclusiva obtuvo y transmitió Telesur el domingo, utilizado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para reconocer la muerte en marzo de su máximo líder, Pedro Antonio Marín, de nombre de guerra "Manuel Marulanda" y apodado "Tirofijo".
La estación de radio y TV colombiana RCN se dedicó a mostrar presuntas inconsistencias gráficas en la continuidad del discurso con el que anunció la muerte de "Marulanda" el jefe guerrillero alias "Timochenko", y sostuvo que el mensaje fue grabado varias veces y editado.
Según fuentes gubernamentales que oportunamente recogió RCN, para grabar el mensaje se emplearon al menos tres cámaras, equipos de edición difíciles de trasladar a las selvas, y/o que además el escenario no sería selvático. Algunos entrevistados y columnistas, colombianos y venezolanos, dijeron tener información de que Telesur había ayudado a las grabaciones.
"Telesur no hizo ese vídeo. Esa es la verdad. Lo recibimos, lo vimos y, tal y como hubiera hecho cualquier periodista, luego de verificar las fuentes, el contenido y el rigor periodístico, decidimos emitirlo", declaró Patricia Villegas, directora de información de la cadena regional.
Telesur negó la especie en un comunicado fechado este jueves.
Tras recibir el vídeo, el domingo 25, "el equipo de Telesur procedió a verificar el contenido de la información y, sin edición alguna, realizó la transmisión del material audiovisual de manera oportuna", dijo el comunicado.
"Telesur ratifica a su audiencia a nivel mundial que mantendrá su compromiso en hacer llegar de manera oportuna y veraz la información de manera profesional, ética y balanceada", agregó la cadena.
El dirigente opositor venezolano Teodoro Petkoff, director del diario Tal Cual, asoció en cambio esta polémica que envuelve al aparato comunicacional con el silencio que Chávez ha guardado sobre la muerte del líder máximo de las FARC, después de haber ofrendado a un comandante de esa guerrilla, "Raúl Reyes", abatido el 1 de marzo, un minuto de silencio en un mitin con sus partidarios.
Bogotá y Caracas mantienen una agria relación desde noviembre, cuando el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, cesó abruptamente la misión de facilitación de Chávez —que él mismo había solicitado— para negociar un canje de rehenes de las FARC por guerrilleros presos, y cuyo resultado posterior fue la liberación unilateral de seis civiles que tenía la guerrilla.
"Ya es muy tarde para que Chávez dé el pésame por la muerte de Marulanda, después de habar dado la mano nuevamente a Uribe, y debe estar pensando en cómo salirse del tremedal en que él mismo se metió", escribió Petkoff.
"No sería de extrañar que Chávez considerase como muy imprudente la transmisión que hizo Telesur del mensaje de las FARC sobre la muerte de su líder. Es lo menos que pudiera interesarle a Chávez cuando trata de remendar el capote con Uribe", opinó Petkoff, por lo que "Izarra no agarró la seña y resultaría otra víctima de las FARC", aventuró.
